El Supremo anula la condena a un brigada por el acoso sexual a una cabo
La ¨²nica magistrada de la Sala de lo Militar discrepa de sus cuatro compa?eros varones
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
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha anulado la condena a un a?o y cuatro meses de prisi¨®n impuesta a un brigada del Ej¨¦rcito de Tierra por un delito de abuso de autoridad, en su modalidad de trato degradante a inferior, contra una cabo. El alto tribunal ha estimado el recurso de apelaci¨®n del defensor del brigada, el letrado Antonio Su¨¢rez-Vald¨¦s, quien aleg¨® que no se pueden descartar ¡°m¨®viles espurios¡±, tales como resentimiento o enemistad, que resten credibilidad al testimonio de la presunta v¨ªctima. Curiosamente, el ¨²nico voto discrepante ha sido el de la ¨²nica juez que formaba parte del tribunal (Clara Mart¨ªnez de Careaga) y que, al contrario que sus cuatro compa?eros varones (incluido el presidente de la Sala de lo Militar, Angel Calder¨®n), ha pedido que se confirme la condena.
Seg¨²n la sentencia ahora anulada, entre septiembre y diciembre de 2010 la cabo fue objeto de diversos actos de acoso sexual por parte del entonces sargento primero y ahora brigada, quien le hac¨ªa permanecer en la oficina tras la jornada laboral para quedarse a solas con ella.
La juez discrepante subraya que dos testigos presenciaron los abusos m¨¢s graves
Un d¨ªa, seg¨²n uno de los episodios descritos, el brigada le orden¨® acudir a su mesa y, cuando se dirig¨ªa a la misma, no solo no se apart¨® para dejarla pasar sino que ¡°la agarr¨®, con ¨¢nimo libidinoso, con ambas manos por la cintura, atray¨¦ndola de espaldas hacia s¨ª, juntando su cuerpo con en el de ella, frotando su pene erecto contra las nalgas de la cabo. Inmediatamente, la cabo se gir¨® liber¨¢ndose y le manifest¨® muy alterada: ¡®Ya est¨¢ bien, ya es suficiente¡±.
La escena fue observada desde el descansillo de la escalera por otra cabo, quien irrumpi¨® en la oficina y se interpuso entre ambos. ¡°No os van a creer, vosotras sois tropa y yo un suboficial¡±, les dijo el mando para que no le denunciaran. A ra¨ªz de estos hechos, que se repitieron durante varias semanas, la cabo ¡°se sinti¨® aterrorizada, angustiada, avergonzada y humillada¡±, seg¨²n la sentencia.
Los magistrados sospechan que la v¨ªctima podr¨ªa actuar guiada por "m¨®viles espurios"
El Supremo no quita gravedad a lo sucedido, pero recrimina al Tribunal Militar Territorial n¨²mero 5, autor de la sentencia recurrida, que guardara ¡°absoluto silencio¡± sobre la circunstancia de que, en la ¨¦poca en que se produjeron los hechos, la cabo ya hubiera denunciado al mando por acoso sexual y este ¨²ltimo a su subordinada por denuncia falsa. Ambos procedimientos fueron archivados, ya que no constitu¨ªan delito, pero el Supremo estima que no puede descartarse sin m¨¢s que estos antecedentes ¡°pudieran afectar a la reputaci¨®n o cr¨¦dito¡± del testimonio de la cabo.
Por el contrario, Mart¨ªnez de Careaga ¡ªprimer y hasta ahora ¨²nica magistrada de la Sala de lo Militar del Supremo¡ª subraya que la condena no se bas¨® exclusivamente en el testimonio de la v¨ªctima, sino que ¡°los dos episodios principales de trato degradante de car¨¢cter sexual fueron presenciados cada uno por un testigo [diferente]: una cabo y un soldado respectivamente¡±. Adem¨¢s, descarta que la cabo acusara al brigada por enemistad, pues no fue ella la que denunci¨® los hechos. ¡°No es apreciable un resentimiento que pudiera viciar la credibilidad de la denuncia sencillamente porque no fue la v¨ªctima, sino otra persona, la que denunci¨® al recurrente [el brigada]. Precisamente otra mujer militar, afectada por el conocimiento de un comportamiento abusivo que no deber¨ªa tener cabida ni tolerancia alguna en nuestras dign¨ªsimas Fuerzas Armadas¡±, concluye la magistrada.
La sentencia deja constancia de que otra cabo denunci¨® durante el juicio ¡°haber tenido problemas en su unidad al ser presionada por algunos mandos¡± para que no declarase en favor de su compa?era, ¡°llegando a ser sancionada disciplinariamente de forma reiterada¡±.
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