Pablo Iglesias, del ajedrez a la batalla pol¨ªtica
El l¨ªder de Podemos se propone medirse con Rajoy y S¨¢nchez tras 10 meses en el tablero
A Pablo Iglesias le gusta hablar de Juego de tronos, ajedrez y baloncesto. Y sabe que una de las claves del ascenso de Podemos es tambi¨¦n uno de los secretos de esa serie, del tablero y de cualquier cancha: el efecto sorpresa. El profesor de Pol¨ªticas de la Universidad Complutense de Madrid cumpli¨® 36 a?os el pasado 17 de octubre ¡ªun d¨ªa antes del fundador del PSOE¡ª y lleva poco m¨¢s de 10 meses intentando convertir esa sorpresa en el elemento vertebrador de su estrategia pol¨ªtica.
Iglesias y su equipo son en buena medida Podemos, aunque todos los actuales portavoces de la formaci¨®n se empe?an en decir que Podemos es ¡°la gente¡±. E Iglesias, vinculado desde hace a?os a los movimientos sociales y a Izquierda Unida ¡ªformaci¨®n de la que fue asesor¡ª, se propone ahora disputar el poder a Mariano Rajoy y Pedro S¨¢nchez. Para ¨¦l ha llegado el momento de pasar de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica, del ajedrez al asalto pol¨ªtico.
Todo empez¨® las pasadas Navidades, cuando su iniciativa comenz¨® a fraguarse tras d¨ªas de debate con, entre otros, Juan Carlos Monedero, ??igo Errej¨®n, Carolina Bescansa o Luis Alegre, sus compa?eros de la universidad. En febrero dio el primer paso. ¡°Salimos a por todas. Yo fui asesor de Xos¨¦ Manuel Beiras [sorpresa de las elecciones gallegas de 2012]. Ya entonces salimos a ganar¡±, afirm¨® entonces el l¨ªder del partido tras acudir en moto a una comida en un restaurante cerca del Congreso. Ahora, Iglesias dispone de escoltas de Interior para desplazarse al aeropuerto de Barajas o ir a actos p¨²blicos en Madrid.
En medio quedan 1,2 millones de votos, cinco eurodiputados y un 8% de los sufragios que, desde las elecciones europeas del 25 de mayo, se han convertido en un 22,5% en estimaci¨®n de voto, seg¨²n el CIS. Esa misma noche, frente al museo Reina Sof¨ªa, dio las gracias a su compa?era, Tania S¨¢nchez, candidata a las primarias de IU en la Comunidad de Madrid, cit¨® a Salvador Allende, afirm¨® que Podemos hab¨ªa ¡°sorprendido a la casta¡± y se hab¨ªa convertido en una fuerza imparable. Desde entonces, hizo de la Euroc¨¢mara su tablero de ajedrez y su laboratorio de estrategia, a la que todav¨ªa le falta un programa definido.
El portavoz de Podemos compagina su actividad en las instituciones europeas, enmarcada en el Grupo de la Izquierda Unitaria, con las tertulias de La Tuerka y Fort Apache, sus programas. El objetivo es que todos sus mensajes tengan repercusi¨®n en Espa?a, donde se perfila como el pr¨®ximo secretario general de Podemos y pilotar¨¢ la estructura interna junto a los promotores de la formaci¨®n, inmersa en la fase final de su asamblea constituyente, para afianzarse en la sociedad antes de las elecciones. Aunque las decisiones se someten a la votaci¨®n de los m¨¢s de 200.000 simpatizantes, debate con su c¨ªrculo de confianza la hoja de ruta y la estrategia. Les interesan, sobre todo, las generales de 2015, quiere proteger la marca en las municipales aunque no renuncia a estar presente en candidaturas conjuntas, de la mano de Ganemos, IU o Equo.
Iglesias y su equipo se impusieron en la votaci¨®n de las ponencias interna con m¨¢s del 80% de los votos y una elevada abstenci¨®n. Sus intenciones quedaron plasmadas, en cualquier caso, en la asamblea de la formaci¨®n. Lanz¨® dos mensajes muy claros. Apel¨® a la mayor¨ªa social para ¡¤ocupar la centralidad del tablero¡¤ pol¨ªtico, como en una partida de ajedrez, y advirti¨® a los impulsores de propuestas alternativas para la organizaci¨®n del partido que el que pierda deber¨¢ ¡¤echarse a un lado¡¤. Prometi¨® hacerlo si su proyecto no prosperaba.
No fue as¨ª. Y ahora se propone medirse con populares y socialistas teniendo bien claro que ¡°el poder es el poder¡±. Lo ilustra una secuencia de Juego de tronos que Iglesias recuerda en su libro Disputar la democracia (Ediciones Akal). ¡°Lord Baelish, un consejero bien informado, alardea ante la reina de que el conocimiento es poder. En ese momento la reina dice a sus guardias: ¡®Apresadlo, cortadle el cuello. ?Alto!, esperad, he cambiado de opini¨®n, dejadle ir¡.¡¯. Tras la demostraci¨®n, la reina recuerda al consejero que el poder es el poder y que es ella quien lo tiene por mucho conocimiento e informaci¨®n que tenga ¨¦l¡±. Ese es el camino que, de alguna manera, trata de recorrer ahora Iglesias, admirador de Antonio Gramsci, el fil¨®sofo italiano que fij¨® la cr¨ªtica de la cultura y de las ideolog¨ªas hegem¨®nicas como prioridad pol¨ªtica. Y esta es la partida contra ¡°la casta¡± que pretende disputar en el tablero espa?ol.
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