Una estatua reabre la guerra de 1714
Madrid rechaza quitar la efigie a Blas de Lezo, al que Barcelona culpa de asediar la ciudad
¡°En ning¨²n momento, bajo ning¨²n concepto y en ning¨²n caso contemplo quitar el monumento a Blas de Lezo, que lo es a la verdad, contra el olvido y contra la manipulaci¨®n de quienes pretenden cambiar la historia de una gran naci¨®n como es Espa?a¡±, ha respondido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP) a EL PA?S sobre la exigencia del Ayuntamiento de Barcelona (CiU), para que se retire la estatua al militar.
¡°?Qu¨¦ dir¨ªan si Barcelona homenajeara a una persona que hubiera bombardeado Madrid?¡±, se preguntaba el mi¨¦rcoles el primer teniente de alcalde barcelon¨¦s, Joaquim Forn (CiU). ¡°Homenajear al c¨®mplice de la p¨¦rdida de nuestras libertades, de la prohibici¨®n de nuestra lengua y un largo etc¨¦tera, no nos parece de justicia, ni digno de admiraci¨®n¡±, censur¨® Joan Laporta (Democr¨¤cia Catalana), que, junto a Jordi Portabella (ERC), present¨® la moci¨®n, informa Clara Blanchar.
Seg¨²n Laporta, ¡°Blas de Lezo tuvo ¡°un protagonismo destacado¡± en el asedio a Barcelona, al ¡°capitanear el bombardeo¡±. En opini¨®n de la historiadora Carolina Aguada, comisaria de la ¨²ltima gran exposici¨®n sobre el militar y asesora en la elaboraci¨®n de la estatua, ¡°ese punto de partida es err¨®neo¡±. Seg¨²n su reconstrucci¨®n, a¨²n bajo investigaci¨®n, Blas de Lezo (Pasaia, 1689) acababa pr¨¢cticamente de iniciar su carrera y era alf¨¦rez de bajel de alto bordo cuando le mandaron a Barcelona durante el primer (y fracasado) sitio, en 1706, en el que particip¨® Felipe V y que por mar capitane¨® Luis Alejandro de Borb¨®n.
En 1713, relata la historiadora, Barcelona era el ¨²ltimo basti¨®n leal al archiduque Carlos de Austria cuando las tropas de Felipe V, comandadas por el duque de Popoli, cercaron de nuevo la ciudad. Blas de Lezo form¨® parte del asedio por mar como capit¨¢n del Campanela en una flota al mando de Manuel L¨®pez Pintado. En los combates, perdi¨® la movilidad en un brazo por un disparo de mosquete; en 1704 hab¨ªa perdido una pierna en V¨¦lez-M¨¢laga por un ca?onazo, y dos a?os despu¨¦s un ojo en Santa Catalina de Tol¨®n.
Laporta, apoyado por CiU e ICV, le acusa de ¡°capitanear¡± el ataque a la ciudad condal
¡°Las autoridades catalanas resolvieron continuar la guerra contra Felipe V ante la posibilidad de perder sus leyes y autogobierno¡±, asegur¨® la Generalitat de Catalu?a (CiU) con motivo de una exposici¨®n en febrero que conmemoraba el tricentenario de la ca¨ªda de Barcelona. La ciudad ¡°capitul¨® despu¨¦s de 14 meses de asedio¡± (aquel 11 de septiembre es la fiesta nacional catalana, la Diada).
¡°Los decretos de Nova Planta (en 1716) pusieron fin a las leyes catalanas y su gobierno. En el siglo XIX, el movimiento catalanista de la Renaixen?a contribuy¨® a crear un imaginario colectivo sobre el pasado catal¨¢n¡±, y aquel d¨ªa ¡°se convirti¨® en s¨ªmbolo y un referente importante de las reivindicaciones nacionalistas¡±, a?ad¨ªa.
As¨ª lo explica el catedr¨¢tico Joaquim Albareda (UPF): ¡°Fue la p¨¦rdida de un sistema jur¨ªdico y pol¨ªtico propio; no s¨®lo se perdieron las Cortes, la Generalitat y un tribunal de tipo constitucional, sino la capacidad de que el hombre com¨²n participara en pol¨ªtica. De golpe y porrazo, se impuso un sistema militarizado y absolutista¡±.
As¨ª, la estatua es ¡°inoportuna por sus connotaciones en un momento pol¨ªtico ya de por s¨ª bastante complejo y envenenado¡±. ¡°Con la memoria hist¨®rica hay que tener respeto por lo que significa, sobre todo porque en la guerra hubo una Espa?a vencida¡±, zanja.
Botella: ¡°En ning¨²n caso y bajo ning¨²n concepto retirar¨¦ el monumento¡±
Disiente Ricardo Garc¨ªa C¨¢rcel, catedr¨¢tico de la UAB y miembro de la Real Academia de la Historia: ¡°La participaci¨®n de Blas de Lezo fue casi anecd¨®tica, y no sirviendo a Espa?a sino a Felipe V contra los partidarios del archiduque. Me produce un rechazo enorme la interpretaci¨®n de Guerra de Sucesi¨®n en t¨¦rminos de Espa?a contra Catalu?a. Es falso y maniqueo¡±. Fernando Garc¨ªa de Cort¨¢zar, catedr¨¢tico de Deusto, lo cree ¡°una muestra m¨¢s de la agotadora campa?a nacionalista¡±. ¡°La derrota de 1714 se prolonga en la imaginaci¨®n colectiva como esos relatos de ficci¨®n que niegan la historia y pretenden reconstruirla. Dudo de que en ninguna parte de Europa se haya asistido a tal labor de manipulaci¨®n cultural como la que estamos sufriendo con ocasi¨®n del tricentenario. Ahora le toca a Blas de Lezo, uno de los marinos m¨¢s destacados. Aqu¨ª no cabe ni indiferencia profesional ni desidia c¨ªvica porque el nacionalismo nunca construye sus espejismos sin arrebatarnos nuestras realidades¡±, asegura.
Jos¨¦ ?lvarez Junco, catedr¨¢tico em¨¦rito de la UCM, coincide en que ¡°todo esto nada tiene que ver con lo que ocurri¨® hace 300 a?os sino que responde a intereses pol¨ªticos actuales¡±.
Albareda: ¡°Es inoportuno en un momento ya complejo y envenenado¡±
La estatua, sin embargo, tuvo una g¨¦nesis aparentemente inocente, seg¨²n explica su impulsor, ??igo Paredes. ¡°Queremos recuperar la memoria de aquel almirante que, ante una flota mucho mayor que la Armada Invencible, hizo gala de un hero¨ªsmo inigualable¡±, se?al¨® en una petici¨®n en change.org. Recab¨® 10.700 firmas, concit¨® la respuesta entusiasta de Botella, y permiti¨® recaudar 150.000 euros entre ciudadanos de a pie para construir la estatua (obra de Salvador Amaya), que el rey Juan Carlos I inaugur¨® en la plaza de Col¨®n el s¨¢bado 15.
La referida gesta fue la defensa victoriosa de Cartagena de Indias (ahora, Colombia) con 6.000 soldados y 990 ca?ones ante las tropas inglesas, que contaban con 23.600 hombres y 3.000 piezas de artiller¨ªa. Blas de Lezo muri¨® seis meses despu¨¦s de peste.
Poco antes de la inauguraci¨®n de la estatua, el edil barcelon¨¦s de Cultura, Jaume Ciurana (CiU), public¨® en Twitter: ¡°Madrid ma?ana inaugura una escultura a Blas de Lezo, que, entre otras cosas, bombarde¨® Barcelona durante el sitio de 1714. En fin¡±. Aquello levant¨® una tormenta en esa red social, convirti¨¦ndose en uno de los temas m¨¢s comentados.
Garc¨ªa C¨¢rcel y Garc¨ªa de Cortazar rechazan la cr¨ªtica al militar del siglo XVIII
El mi¨¦rcoles, en el Ayuntamiento catal¨¢n, tambi¨¦n ICV vio ¡°plenamente justificada¡± la petici¨®n de retirar la estatua. Los socialistas aseguraron no entenderlo, y calificaron la moci¨®n de ¡°injerencia¡± en asuntos de Madrid. Acusaron a los proponentes de querer ¡°borrar todo lo que tiene que ver con la historia com¨²n¡±, pero se abstuvieron; el PP vot¨® en contra. En Madrid, el candidato socialista a la Alcald¨ªa, Antonio Miguel Carmona, achac¨® el jueves la iniciativa a ¡°la incultura, el provincianismo y un deseo de reescribir la historia para que los hechos cuadren con sus delirios¡±.
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