Tres vidas arrolladas en el arc¨¦n
El municipio de Fuensalida despide a Nerea, Ana y Michelle en un multitudinario funeral
Fuensalida pas¨® de la fiesta al llanto. Al municipio toledano, de poco m¨¢s de 11.200 habitantes, le esperaba un fin de semana lleno de festejos en honor a Santa Cecilia, la patrona de la m¨²sica. Todo se trunc¨®. Se suspendieron las celebraciones. Se izaron banderas a media asta. Se decretaron tres d¨ªas de luto. El pueblo entero se ha sumido en el dolor por la muerte de Michelle, Nerea y Ana Raquel, de 13, 15 y 16 a?os. Las adolescentes fueron atropelladas, el s¨¢bado, por un conductor que dio positivo en la prueba de alcoholemia. Dos de sus compa?eros, tambi¨¦n menores de edad, resultaron heridos; uno de ellos, de gravedad.
Aquellas ni?as alegres, que siempre saludaban con una sonrisa o que bailaban en las fiestas del pueblo, ya no estaban. Sus restos entraron este domingo, sobre las cuatro de la tarde, en la iglesia San Juan Bautista en medio de aplausos y l¨¢grimas. Las calles de Fuensalida estaban completamente vac¨ªas. El pueblo ¡ªconocidos y extra?os¡ª se volc¨® en el tanatorio, primero, y en la iglesia y el cementerio, despu¨¦s. Los ata¨²des de las adolescentes entraron a hombros de familiares y amigos.
El llanto y los gritos fueron el tel¨®n de fondo permanente durante el funeral. Un equipo de psic¨®logos, uniformados con chalecos naranjas, estuvo presente en todo momento. En la misa se pidi¨® tambi¨¦n por el joven internado en el hospital. Su nombre es Brinston y estudiaba en el mismo instituto que Nerea. No faltaron las coronas de flores y los mensajes para despedir a las menores.
El llanto y los gritos de familiares y amigos fueron el tel¨®n de fondo permanente durante el funeral
Las j¨®venes se hab¨ªan ido de fiesta, el viernes, a la vecina localidad de Torrijos. Deb¨ªan regresar esa misma noche, pero no lo hicieron. Sus padres no lo sab¨ªan y tampoco sospecharon nada porque pensaban que las menores estaban durmiendo "una en casa de otra". Las tres adolescentes y sus dos amigos regresaban a Fuensalida a pie, por la estrecha carretera TO-3927, de solo dos carriles y sin iluminaci¨®n.
A las 7.25 del s¨¢bado, en el kil¨®metro 3,2, un turismo las atropell¨®. Los j¨®venes caminaban por el carril izquierdo, de frente a los coches, seg¨²n el informe que la Guardia Civil dio al alcalde de Fuensalida, Mariano Alonso (PP). El veh¨ªculo invadi¨® el carril contrario y el arc¨¦n por el que caminaban. Las adolescentes fallecieron en el momento y otro chico de 17 a?os result¨® herido y fue trasladado a la UVI del Hospital Virgen de la Salud con politraumatismo. Un quinto joven, que estaba m¨¢s alejado del asfalto, se torci¨® el tobillo.
Nerea era la m¨¢s conocida en el pueblo. Sus amigos y vecinos la describen como una chica "maj¨ªsima, extrovertida, pizpireta" y, sobre todo, como una bailarina con "salero". Daba igual flamenco que la danza del vientre. Estudiaba en el IES Aldebar¨¢n y en la Escuela Municipal de Danza. Este domingo, en una corona de flores se pod¨ªa leer: "Tus compa?eros del baile no te olvidar¨¢n".
Las j¨®venes se hab¨ªan ido de fiesta, el viernes, a la vecina localidad de Torrijos. Deb¨ªan regresar esa misma noche, pero no lo hicieron
El s¨¢bado, el d¨ªa que muri¨®, era tambi¨¦n el d¨ªa de su confirmaci¨®n. "La madre le hab¨ªa comprado la ropa y en el tanatorio lloraba desconsolada porque dec¨ªa que ahora se la iba a llevar a la tumba", cuenta Mar¨ªa Jes¨²s G¨®mez, vecina de la familia. Sus padres hab¨ªan pasado la noche en Camarena y fue el hermano quien recibi¨® la noticia.
"Nerea era... No s¨¦. Nerea era mucha Nerea. Era una l¨ªder, siempre activa, siempre alegre. Si no la conoces, no te puedes imaginar", contaba emocionada, al borde de las l¨¢grimas, Milagros Mart¨ªn. Micaela, otra de sus amigas, tambi¨¦n iba a ir a la fiesta y ahora se pregunta si a ella le hubiese pasado lo mismo. "Todos los viernes ten¨ªamos alguna fiesta, a veces en Torrijos, a veces en Santa Cruz, pero siempre regres¨¢bamos en alg¨²n coche. No s¨¦ por qu¨¦ ahora caminaron", cuenta sorprendida y sin asimilar su muerte. La ¨²ltima vez que habl¨® con ella fue el viernes, a las siete de la tarde: "Me llam¨® para preguntarme si ir¨ªa al pub, pero no ten¨ªa ganas".
La abuela de una amiga de las adolescentes, que prefiere no dar su nombre, cuenta que Nerea le envi¨® un mensaje de WhatsApp a su nieta poco antes de morir. "Fue antes de las 7. All¨ª le contaba que se hab¨ªan divertido y le preguntaban que por qu¨¦ no hab¨ªa ido. Mi nieta s¨ª iba a ir, pero ella ya sab¨ªa que no ten¨ªan c¨®mo regresar y no quer¨ªa venir andando m¨¢s de siete kil¨®metros", relata la mujer, conmocionada, a la salida de la misa funeral. Su nieta le cont¨® que la madre de una de las tres j¨®venes las llev¨® a la fiesta, pero que ninguna sab¨ªa que regresar¨ªan a la ma?ana siguiente. "No me lo creo todav¨ªa. Ana estuvo en mi casa esta semana comiendo macarrones con queso y ahora ya no est¨¢", relata la mujer, mientras busca a su nieta entre la multitud de c¨¢maras y vecinos.
La familia de Ana es de Portugal. Viv¨ªa con su madre, una peluquera que trabaja en la localidad vecina de Villamiel. "Era una chica rubita y con carita de ¨¢ngel", cuenta la madre de una de sus amigas. Estudiaban juntas en el colegio San Jos¨¦. "La madre de Ana no cre¨ªa que su hija estaba muerta. Dec¨ªa que hab¨ªa recibido un WhatsApp a las siete y pico de la ma?ana. A esa hora ya estaban en la carretera", cuenta el alcalde, que fue el encargado de darle la noticia a cada familia. "Como Nerea era la ¨²nica que ten¨ªa DNI, la madre de Ana cre¨ªa que tal vez era un error, que tal vez era otra joven".
Michelle, la menor de todas, cumpli¨® 13 a?os hace una semana, seg¨²n sus amigos. Estudiaba en el colegio Tom¨¢s Romojaro, y viv¨ªa con su madre y una hermana. "Era una reina, nada menos que una reina", cuenta una t¨ªa. "Era una ni?a muy cari?osa, muy alegre, siempre me visitaba en la tienda y ahora no est¨¢".
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