C¨®mo entr¨® Nicol¨¢s en la recepci¨®n de la proclamaci¨®n del rey Felipe VI
Nunca recibi¨® la invitaci¨®n personalizada, entr¨® como acompa?ante de una empresaria
El s¨¢bado y el domingo, Francisco Nicol¨¢s afirmaba con rotundidad en su ronda de entrevistas que ¨¦l no se col¨® a la recepci¨®n en el Palacio Real con motivo de la proclamaci¨®n del rey Felipe VI y ense?aba un correo electr¨®nico para demostrar que estaba invitado. ?Verdad o mentira? Mentira o verdad a medias.
Las invitaciones para la recepci¨®n en el Palacio Real se enviaron por correo electr¨®nico porque no hab¨ªa tiempo suficiente para que llegaran impresas a los m¨¢s de 2.500 invitados. Pero en el correo electr¨®nico figuraba escaneada la invitaci¨®n f¨ªsica personalizada, para ¨¦l o la invitada y su acompa?ante. Nicol¨¢s nunca recibi¨® esa invitaci¨®n personalizada, sino que entr¨® a la recepci¨®n como acompa?ante de la empresaria Catalina Hoffman (maniobr¨® con su caradura habitual para conseguirlo), que aparece en la foto saludando antes que ¨¦l a los Reyes. Es verdad que no se col¨®, pero es mentira que estuviera invitado expresamente.
Mentiras y medias verdades son la especialidad de un caradura. Cuando dice que medi¨® entre la Casa del Rey y Manos Limpias para ayudar a solucionar la imputaci¨®n de la Infanta Cristina en el caso No¨®s, se le olvida explicar el m¨¦todo de trabajo que utilizaba en todas sus correr¨ªas como mediador. Acud¨ªa a una parte diciendo que la otra quer¨ªa negociar y viceversa. Iba de Carlos Garc¨ªa Revenga, secretario de las Infantas, a Miguel Bernad Rem¨®n, de Manos Limpias, vendiendo fantas¨ªas. Lo que pasa es que, en este caso, no solo no consigui¨® nada en limpio, sino que adem¨¢s se las tuvo que ver con los abogados de Manos Limpias, que no descartan denunciarle. Y, por parte de la Casa del Rey ya han desmentido rotundamente que ese se?or haya hecho trabajo alguno para ellos.
Lo mismo sucede cuando asegura que ha hablado por tel¨¦fono con el rey Juan Carlos o con Alfonso Sanz Portol¨¦s, el jefe de su secretar¨ªa. Nicol¨¢s consigui¨® el tel¨¦fono privado del Rey y le llam¨®. Don Juan Carlos cogi¨® el tel¨¦fono y ¨¦l le dijo qui¨¦n era y que quer¨ªa tener una audiencia privada con ¨¦l, a lo que el Rey contest¨® educadamente que le llamar¨ªan de su secretar¨ªa. Y as¨ª fue. Alfonso Sanz Portol¨¦s le llam¨® para ver qu¨¦ quer¨ªa y le dijo que hiciera una petici¨®n formal por carta para la audiencia solicitada. Ah¨ª acab¨® la relaci¨®n, porque Nicol¨¢s nunca envi¨® esa carta ni nadie en La Zarzuela volvi¨® a cogerle el tel¨¦fono.
Nicol¨¢s ha dicho este fin de semana que las mentiras tienen las patas cortas. El sistema de lanzar amenazas con medias verdades nunca funciona. Y menos en un juzgado.
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