Margallo se va de Cuba sin conseguir que le reciba Ra¨²l Castro
El discurso del ministro en La Habana elogiando el pluralismo pol¨ªtico pudo molestar al r¨¦gimen
El ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, concluy¨® ayer su primera visita oficial a Cuba sin que le recibiera Ra¨²l Castro. La entrevista con el presidente cubano no figuraba en el programa oficial, pero se daba por descontada y el ministro hab¨ªa reservado un hueco en su agenda. Poco antes del almuerzo, la delegaci¨®n espa?ola recibi¨® una llamada de las autoridades cubanas en la que se le comunicaba que ¡ªen vez de Castro, como se esperaba¡ª el ministro ser¨ªa recibido por el vicepresidente primero, Miguel D¨ªaz-Canel, n¨²mero dos del r¨¦gimen.
El antecesor de Margallo, Miguel ?ngel Moratinos, fue recibido por Castro en las ocasiones en que viaj¨® a Cuba, la ¨²ltima en 2010, y tambi¨¦n el presidente de la Xunta gallega, Alberto N¨²?ez Feijoo, el m¨¢s alto representante espa?ol que ha viaja a Cuba desde que gobierna el PP.
Desde el entorno del ministro no se quer¨ªa especular sobre las razones del plant¨®n ¡ª¡°estas audiencias se solicitan, pero nunca se confirman hasta ¨²ltima hora", alegaban¡ª pero se sospechaba que al r¨¦gimen cubano no le gust¨® el discurso sobre la Transici¨®n espa?ola que Margallo dio el lunes en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales, en el que hizo un elogio de la reconciliaci¨®n y el pluralismo pol¨ªtico. El propio D¨ªaz Canel, al que se apunta como probable sucesor de Castro cuando en 2018 concluya su mandato, hizo gala de conocer el discurso del ministro.
El plant¨®n es especialmente significativo porque Margallo tuvo que vencer las reticencias de sectores del PP para viajar a Cuba bajo la condici¨®n impuesta por el r¨¦gimen de no reunirse con miembros de la disidencia. Las autoridades cubanas no dieron ninguna explicaci¨®n a la falta de entrevista con Castro y ni siquiera alegaron que tuviera otros compromisos.
Cuba, la 38 ¡°provincia espa?ola¡±
Pese a la ausencia de contactos pol¨ªticos de alto nivel desde la llegada del PP al poder, Espa?a est¨¢ m¨¢s presente que nunca en Cuba. Y no solo por razones econ¨®micas, sino tambi¨¦n sociales. La aplicaci¨®n de la llamada Ley de Memoria Hist¨®rica, que conced¨ªa la nacionalidad a los descendientes de exiliados y emigrantes, ha multiplicado el n¨²mero de espa?oles en la isla. Si antes de la entrada en vigor de esta norma rozaban los 40.000, ya superan los 120.000 y al final del proceso ¨Cuna vez que los hijos menores de edad de nacionalizados ejerzan su derecho-- se estima que llegar¨¢n a unos 400.000. Esos son los c¨¢lculos del Consulado General de Espa?a en La Habana, que actualmente tramita unas 100.000 solicitudes, de las que el 80% son aprobadas. Es decir, Cuba ser¨¢ la ¡°provincia espa?ola¡± n¨²mero 38 por poblaci¨®n, por delante de comunidades aut¨®nomas como La Rioja. Y el tercer pa¨ªs del mundo con m¨¢s espa?oles, tras Espa?a y Argentina.
Inicialmente, las autoridades cubanas recibieron con recelo esta nacionalizaci¨®n masiva, pero los resquemores ya se han disipado, seg¨²n las fuentes consultadas. Cuba no reconoce la doble nacionalidad, as¨ª que los cubano-espa?oles son solo cubanos en su patria, pero disponen de un pasaporte espa?ol.
La decisi¨®n de La Habana de liberalizar la salida de sus ciudadanos al extranjero hace que muchos de ellos puedan cambiar el pasaporte de origen por el espa?ol, que les abre las puertas de Europa, una vez que cruzan la frontera de la isla.
La presencia de esta numeros¨ªsima colonia de compatriotas no solo supone una mayor responsabilidad para los servicios consulares espa?oles en la isla. Hace que se contemple con mayor cautela cualquier riesgo de desestabilizaci¨®n. Un colapso econ¨®mico o una transici¨®n violentan podr¨ªan provocar, seg¨²n estas fuentes, la emigraci¨®n masiva a la Madre Patria de los hijos que nunca la pisaron.
Pese a ello, Margallo se mostr¨® convencido de que la visita ha salido ¡°razonablemente bien¡±. Se trataba de un viaje arriesgado, como prueba el hecho de que el Rey le llamara el lunes para interesarse por c¨®mo estaba saliendo.
Tanto en las conversaciones con sus interlocutores cubanos como en la declaraci¨®n que hizo ante la prensa internacional, Margallo pidi¨® que se permita salir del pa¨ªs a los 11 expresos pol¨ªticos liberados tras el viaje de Moratinos de 2010 que siguen en la isla bajo ¡°licencia extrapenal¡±. Tambi¨¦n reclam¨® que puedan regresar a Cuba los que aceptaron exiliarse en Espa?a, m¨¢s de 700 contando a exreclusos y familiares.
La interpretaci¨®n de La Habana es que se est¨¢n cumpliendo ¡°escrupulosamente¡± los acuerdos alcanzados entonces con Moratinos y el cardenal Jaime Ortega, pero el Gobierno espa?ol reclama una ¡°aplicaci¨®n flexible¡± de los mismos, ya que las circunstancias han cambiado. Adem¨¢s, el ministro insisti¨® en que Castro acuda a la pr¨®xima cumbre de Veracruz (M¨¦xico), donde se quiere relanzar la comunidad iberoamericana.
Durante sus entrevistas, tanto con D¨ªaz Canel como con su hom¨®logo cubano Bruno Rodr¨ªguez, Margallo abord¨® tambi¨¦n la situaci¨®n del contratista estadounidense Alan Gross, preso en Cuba desde hace cinco a?os y cuya liberaci¨®n exige Washington, pero el entorno del ministro no quiso ofrecer detalles de esta gesti¨®n, la m¨¢s delicada del viaje.
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