El fiscal pide que Urdangarin pague una multa de 3,5 millones

Desviaba y se apoderaba de los fondos p¨²blicos que recib¨ªa sin contraprestaci¨®n alguna desde el Instituto N¨®os. As¨ª retrata el fiscal Pedro Horrach a I?aki Urdangarin, esposo de la Infanta Cristina, al que reclama una pena de hasta 19 a?os y medio de c¨¢rcel y una multa de 3,5 millones, por su supuesta responsabilidad, en ocho delitos, en la trama del caso N¨®os, de supuesta malversaci¨®n de caudales p¨²blicos de Baleares, la Comunidad Valenciana y Madrid. Jaume Matas, el ex presidente balear y exl¨ªder del PP, reo y reincidente, recibe una petici¨®n de once a?os por el fiscal que acaba de presentar su escrito de calificaci¨®n ante el juez Jos¨¦ Castro.

El fiscal ha elaborado un alegato acusador que es una radiograf¨ªa minuciosa del esc¨¢ndalo de casi 600 folios y aporta dos anexos de an¨¢lisis para que se archive la causa contra la Infanta por inexistencia de indicios de delito y que no se abra juicio contra ella. S¨ª reclama para que declare como testigo (solicita la presencia de m¨¢s de 300 testigos) y, adem¨¢s, el pago de una indemnizaci¨®n de 600.000 euros, por lucrarse del dinero ilegal logrado su esposo, I?aki Urdangarin, aun sin conocer la trama delictiva, apunta el fiscal. La Abogac¨ªa del Estado no acusa a la hermana del Rey a la que los ultras de Manos Limpias piden 8 a?os de c¨¢rcel, por dos supuestos delitos fiscales.

La causa del tambi¨¦n llamado caso Urdangarin se abri¨® en 2010 cuando el juez Castro y el fiscal Horrach entraron a investigar la supuesta malversaci¨®n de m¨¢s de seis millones de fondos p¨²blicos al Instituto N¨®os, de I?aki Urdangarin y Diego Torres, mientras escrutaban el supuesto enriquecimiento y desv¨ªos millonarios en obras del ex presidente de Baleares Jaume Matas (PP) en el caso Palma Arena.

Los dos socios en N¨®os, Torres y Urdangarin, se concertaron a finales del a?o 2002 para dedicarse conjuntamente a la consultor¨ªa y la organizaci¨®n de eventos. Torres, que se enfrenta a una petici¨®n de 16,5 a?os de c¨¢rcel, es el autor intelectual y Urdangarin el gancho ideal para las relaciones comerciales de prestigio, que abr¨ªa puertas y alzaba la cotizaci¨®n de los honorarios millonarios. La labor de intermediaci¨®n de I?aki Urdangarin no era altruista, exig¨ªa contraprestaciones en sus gestiones directas con los presidentes auton¨®micos. Una cita de negocios la hizo en la Zarzuela y otra en Marivent.

Los cabecillas de N¨®os tejieron una trama organizada para el supuesto fraude, una red de sociedades con la que canalizaron las partidas cobradas por los eventos que N¨®os celebr¨®: dos Illes Balears Forum (2,3 millones), del Gobierno de Baleares, tres ediciones de los Valencia Summit y los Juegos Europeos (m¨¢s de 3 millones) de la Comunidad Valenciana y un contrato anual de 120.000 euros para la candidatura Madrid 2016.

N¨®os presentaba humo para generar confianza, seg¨²n el fiscal, con apariencia de ONG, simulando ser altruista, con ret¨®rica hueca y fines del inter¨¦s social y general que brillan por su ausencia, pod¨ªa acceder a fondos p¨²blicos sin someterse a concurso. N¨®os se vaci¨® patrimonialmente con un desenvolvimiento extravagante y sorprendente languidez de su vida interna: no celebr¨® ninguna asamblea de asociados.

Para el acusador p¨²blico N¨®os pretend¨ªa obtener fondos p¨²blicos sin contraprestaci¨®n alguna y las Administraciones abonaron facturan sin control alguno, mediante contrataciones que considera ilegales.

Diego Torres e I?aki Urdangarin, los jefes o l¨ªderes, asum¨ªan la direcci¨®n y gesti¨®n efectiva de su negocio de N¨®os. As¨ª organizaron un entramado societario a trav¨¦s de las que desviaban y se apoderaban de los fondos p¨²blicos que recib¨ªan.

Los precios facturados eran totalmente desproporcionados por los servicios que prestaba para la Administraci¨®n, se simulaba la contrataci¨®n de servicios ficticios a las entidades de la trama. Se emit¨ªan internamente facturas por servicios irreales , de manera que los fondos p¨²blicos acabasen en manos de compa?¨ªa mercantiles controladas por Torres y Urdangarin.

La infanta Cristina estuvo en 2003 en la primera junta de N¨®os, pero para el fiscal, ello ten¨ªa por finalidad dotar de apariencia exterior de solvencia, dada su posici¨®n social e institucional. Ni ella ni el secretario de las infantas, Carlos Garc¨ªa Revenga, intervinieron en la gesti¨®n de?N¨®os ni desarrollaron labor alguna para el mismo. En la compa?¨ªa Aizoon, la sociedad familiar de los Duques de Palma, seg¨²n Horrach, Cristina de Borb¨®n, servir¨ªa para dar impunidad operativa ante cualquier eventual incidencia il¨ªcita que realizase bajo la cobertura de la mercantil.

Horrach asegura que la infanta accedi¨® a participar en la Aizoon, dada la garant¨ªa y confianza que le ofrec¨ªan su c¨®nyuge y el asesor fiscal, sin ser consciente del objetivo ¨²ltimo de su presencia