Un quinto premio cae en el pueblo del hombre que atent¨® contra el PP

Pese a que solo tiene 460 habitantes, el peque?o municipio de Bronchales (Teruel), situado en plena sierra de Albarrac¨ªn, a 1.500 metros sobre el nivel del mar, ha sido noticia dos veces en apenas cuatro d¨ªas. Primero el viernes, cuando uno de sus residentes, Daniel P¨¦rez Berlanga, de 37 a?os, estrell¨® un coche con explosivos contra la sede del Partido Popular en Madrid. Y hoy porque sus vecinos han sido agraciados con un quinto premio en la loter¨ªa de Navidad. El n¨²mero ha sido el 91363, dotado con 6.000 al d¨¦cimo.

Los encargados de repartir la suerte han sido Ricardo y Manuel S¨¢ez, dos hermanos de 47 y 45 a?os propietarios de una carnicer¨ªa y del supermercado Rijomavi, el ¨²nico que hay en el pueblo. "Tambi¨¦n merecemos ser conocidos por lo bueno, ?no?", sostiene Ricardo, euf¨®rico, en referencia al episodio protagonizado la semana pasada por su vecino. Los Sa¨¦z llevan tres d¨¦cadas vendiendo loteria en el establecimiento familiar, pero hasta ahora nunca hab¨ªa tocado nada. "Es una sensaci¨®n extra?a. Da mucha alegr¨ªa, claro, pero no sabr¨ªa decirte c¨®mo me siento. A¨²n necesito tiempo para asimilarlo".

Los comerciantes han vendido 2.200 euros en loter¨ªa: 1.500 en d¨¦cimos y 700 en participaciones de cinco euros. "Est¨¢ muy repartido, pr¨¢cticamente todo el pueblo se ha llevado uno a casa", comenta Ricardo. Eso incluye ¡ªaunque a¨²n no se ha puesto en contacto con ella para confirmarlo¡ª a la madre de Daniel P¨¦rez Berlanga, el hombre que el viernes empotr¨® un Citro?n Xantia contra la sede del PP. El atacante, que ya ha pasado a disposici¨®n judicial, est¨¢ acusado de los delitos de estragos, homicidio en grado de tentativa y tenencia il¨ªcita de explosivos. "Lo que hizo ese chico fue muy fuerte. Aunque la familia haya ganado algo, m¨¢s que alegr¨ªa sentir¨¢n tristeza", lamenta.

Los dos hermanos nunca juegan el mismo n¨²mero. Tampoco creen en cifras m¨¢gicas. "Ha sido totalmente al azar. Llamamos a la administraci¨®n de loter¨ªa y pedimos que nos reservaran uno cualquiera". ?Cualquiera, cualquiera? "Bueno... Una empleada pidi¨® que terminase en 3, pero eso fue lo ¨²nico", confiesa. Al otro lado del tel¨¦fono alguien descorcha una botella.