Islam radical en los m¨¢rgenes de la M-30
La utilizaci¨®n de esta mezquita por una c¨¦lula integrista resucita el debate sobre el papel de los l¨ªderes religiosos en la lucha contra el yihadismo
La variedad y la cantidad de gente que desfila por la gran mezquita madrile?a de la M-30 es espectacular. Cada viernes recibe a m¨¢s de 1.500 personas para la oraci¨®n. Musulmanes de todo tipo y condici¨®n. Hay hombres imberbes y barbudos con la perilla te?ida de henna como hiciera el profeta Mahoma, signo de gran religiosidad. Diplom¨¢ticos de los pa¨ªses musulmanes y obreros. Hay tambi¨¦n multitud de mujeres que vienen a rezar. Vienen de Madrid y tambi¨¦n de los pueblos de la comunidad. Dentro, un viernes de diciembre, el im¨¢n Hussam Khoja, saud¨ª, ataviado con un tocado, ensalza las virtudes del islam y recalca el car¨¢cter pacifista de su religi¨®n en el jutab, el serm¨®n. Khoja es joven y en la comunidad no se le conoce como un sabio ni un intelectual. "Tiene una voz dulce en la lectura, nada m¨¢s". Hombres alineados en hileras escuchan en silencio sus palabras.
Entre las riadas de creyentes que emanan cada viernes de la mezquita se camuflaban los integrantes de la Brigada Al Andalus, el grupo yihadista recientemente desarticulado. Eran, en cierto modo, at¨ªpicos, por la edad y el perfil de sus integrantes y por la forma en la que eran reclutados. Si las redes sociales son hoy en Europa la gran v¨ªa de captaci¨®n de j¨®venes dispuestos a morir en Siria o en Irak, en Madrid fueron tambi¨¦n las instalaciones de la emblem¨¢tica mezquita de la M-30 el lugar de gestaci¨®n de los viajes para hacer la guerra santa, seg¨²n se desprende del reciente auto del juez de instrucci¨®n de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.
La M-30 es el gran punto de encuentro de los musulmanes en Madrid: despu¨¦s del rezo, sus alrededores se convierten en una aut¨¦ntica plaza de pueblo. La gente charla, se saluda, aparecen vendedores ambulantes, comparten comida. Es un lugar para ver y dejarse ver, en el que es posible encontrar a los compatriotas sin que medie una llamada de tel¨¦fono o un correo electr¨®nico para quedar. Es el lugar m¨¢s visitado por los musulmanes en Espa?a. Tambi¨¦n el m¨¢s vigilado por las fuerzas de seguridad. Y, de alguna manera, uno de los m¨¢s opacos.
Se trata de la ¨²nica mezquita que no necesita ayudas oficiales porque est¨¢ financiada directamente por Arabia Saud¨ª. Inaugurada en 1992, corresponde a una serie de grandes mezquitas edificadas en Europa y financiadas por la Liga isl¨¢mica. Su direcci¨®n, sin embargo, es muy poco transparente, muy reticente a dar explicaciones. Seg¨²n fuentes de la comunidad musulmana en Espa?a, la mezquita suele hacer vida aparte y no acostumbra a participar en actividades con otras instituciones.
Pese a la estrecha vigilancia a la que se somete a este templo, nadie pareci¨® percatarse de que los integrantes de este grupo se reun¨ªan en la cafeter¨ªa, recaudaban dinero de los fieles o buscaban en el recinto a futuros combatientes. Se trata de la primera ocasi¨®n, despu¨¦s de los atentados del 11-M, en la que dicha mezquita se ve involucrada en una operaci¨®n policial contra el yihadismo.
El gran templo madrile?o recibe cada viernes a m¨¢s de 1.500 personas
La cafeter¨ªa permanece estos d¨ªas cerrada. Este diario ha intentado reiteradamente obtener una explicaci¨®n a las conclusiones que recoge el auto del juez Pablo Ruz, pero los responsables han rehusado pronunciarse. S¨ª hablan, sin embargo, prominentes miembros de la comunidad musulmana en Espa?a y fuentes de las fuerzas de seguridad, que descartan que la mezquita de la M-30, la m¨¢s importante de las 900 que hay en Espa?a, tenga responsabilidad en los hechos. "Los radicales no estaban dentro, sino en sus alrededores; era gente con empat¨ªa, capaz de convencer", sostiene una fuente de la investigaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay quien, bajo el anonimato y conociendo de primera mano el centro de la M-30, duda de la posibilidad de que los encuentros de potenciales reclutas pudieran pasar inadvertidos a ojos de la direcci¨®n del centro isl¨¢mico. "Cuando se detectan se?ales, hay que avisar", asegura la fuente. "Cuando se ve a un grupo con barba hablar en voz baja en la cafeter¨ªa, hay que avisar. Esas cosas se ven. A la comunidad musulmana nos preocupa lo que pasa en la M-30".
La mezquita no necesita ayudas oficiales porque est¨¢ financiada por Arabia Saud¨ª
Cuando la polic¨ªa entr¨® en acci¨®n el pasado verano, siete de los componentes de la brigada se encontraban ya en Siria y otros seis estaban listos para el viaje. Al menos la mitad de ellos se hab¨ªa desplazado a la zona de conflicto con su mujer y sus hijos, o estaban ya realizando los preparativos. El auto del juez Ruz detalla que uno de ellos, actualmente en Siria, hab¨ªa sido enviado como im¨¢n a la localidad de Yunquera de Henares (Guadalajara) "recomendado" por la mezquita de la M-30. Este es uno de los detalles m¨¢s llamativos del auto. En una escuet¨ªsima explicaci¨®n, Sami el Mushrawi, al frente del departamento de Cultura la mezquita de la M-30 asegura que ellos no enviaron al im¨¢n de la mezquita de Yunquera. "Cada mezquita es independiente. Nosotros tenemos nuestro im¨¢n, que vino de Arabia Saud¨ª hace unos cuatro a?os".
En Yunquera de Henares hay efectivamente un peque?o local que sirve de mezquita a los apenas 30 musulmanes censados en el pueblo y sus familias. "S¨ª, este joven nos ayud¨® a dar clases de ¨¢rabe y de Cor¨¢n a nuestros hijos, pero en ning¨²n modo era un im¨¢n, porque no tenemos dinero para pagarlo", recuerda uno de los miembros de la Asociaci¨®n Musulmana de Yunquera. "Era un joven normal, simp¨¢tico, que ten¨ªa una dolencia en el coraz¨®n. Pero viaj¨® a Marruecos para terminar sus estudios y all¨ª cambi¨®. No volvi¨® por aqu¨ª. Nos dijeron luego que se hab¨ªa ido a Siria".
El l¨ªder del grupo que se denominaba Brigada Al Andalus era Lahcen Ikrassien, preso en Guant¨¢namo en 2001 y absuelto en un juicio celebrado en Espa?a en 2006. El auto del juez Ruz le denomina como el "l¨ªder carism¨¢tico" del grupo aunque no es el "l¨ªder operativo". Ikrassien era un hombre muy conocido en la comunidad musulmana por lo que sorprende que pudiera moverse en la mezquita y sus alrededores sin levantar sospechas. "Los contactos se realizaron en torno a la mezquita porque es all¨ª donde se dan cuenta de qui¨¦n puede ser atra¨ªdo", explica una fuente de la investigaci¨®n. "El adoctrinamiento se produce en otro lugar, y actualmente a trav¨¦s de Internet".
El caso de la Brigada Al Andalus contradice el consenso de expertos y fuerzas de seguridad, que consideran que la idea de que las mezquitas se puedan utilizar como lugares para el adoctrinamiento ha caducado. "Todo cambi¨® con el 11-M", sostiene Manuel Torres, profesor de la Universidad Pablo de Olavide y experto en terrorismo yihadista. "Las fuerzas de seguridad se obsesionaron con las mezquitas y ahora se han convertido en lugares hostiles para los radicales. La de la M-30 no es una mezquita wahabista, ni siquiera salafista. Es una mezquita que no ofrece un discurso ideol¨®gico; un lugar para socializar". "Podemos decir que no hay imanes oficiales que sean radicales salvo alg¨²n caso en Melilla y Catalu?a", a?ade un fiscal de la Audiencia Nacional. "Las mezquitas o las asociaciones viven de ayudas sociales y no quieren problemas".
Los imanes son moderados pero no afrontan el problema del terrorismo
Los imanes son moderados, pero en sus discursos no afrontan el problema del terrorismo yihadista. Esa es la t¨®nica general. Durante a?os, las fuerzas de seguridad examinaron cada mensaje de los imanes y no encontraron indicios de apoyo al yihadismo, pero tampoco alegatos contra los radicales. Algunos miembros destacados de la comunidad denuncian precisamente eso: que no haya un discurso ideol¨®gico en las mezquitas; la falta de atrevimiento de unos imanes incapaces de abordar de forma directa y decidida ante sus fieles el gran desaf¨ªo que supone el magnetismo del islam radical y el reclutamiento de j¨®venes combatientes para la comunidad a trav¨¦s de Youtube e Internet.
Mounir Benjelloun, presidente de la federaci¨®n espa?ola de entidades religiosas isl¨¢micas (Feeri) cree que los imanes podr¨ªan ejercer una importante influencia, tambi¨¦n entre los j¨®venes, en una religi¨®n en la que se reza cinco veces al d¨ªa. No son, piensa, el ¨²nico factor, pero s¨ª uno muy destacado. "Pueden influir mucho. Est¨¢n en contacto permanente con los miembros de la comunidad". Benjelloun piensa que en Espa?a los imames deben "adecuar su mensaje al pa¨ªs donde vivimos". "Puede que sean buenos imanes en Marruecos o Arabia Saud¨ª, pero no encajan en nuestra realidad", a?ade. Benjelloun pide al Gobierno que se implique en la formaci¨®n de ministros de culto musulm¨¢n. "El fanatismo nace del vac¨ªo que tenemos en el tema de los imanes", a?ade.
Riay Tatary, al frente de la madrile?a mezquita de Estrecho y presidente de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a, destaca tambi¨¦n la capacidad ¨²nica que poseen los imanes para detectar comportamientos extra?os entre sus fieles. "Aqu¨ª todos estamos en alerta. En cuanto vemos algo anormal, llamamos a los padres. Tenemos una relaci¨®n muy fluida con las familias".
Muchos denuncian que no haya un discurso ideol¨®gico en las mezquitas
Va un poco m¨¢s all¨¢ Moneir el Messery, antiguo im¨¢n de la mezquita de la M-30. "Los imanes no hablan de este problema, que afecta sobre todo a los j¨®venes, y no afrontan la cr¨ªtica al terrorismo", sostiene este egipcio nacionalizado espa?ol. El Messery dirigi¨® la oraci¨®n junto a la M-30 hasta el a?o 2009, cuando dimiti¨® por causas que, todav¨ªa, no quiere detallar. Ahora ejerce de im¨¢n en la mezquita de Legan¨¦s.
Ni su sustituci¨®n ni la del anterior director de la mezquita de la M-30 fueron explicadas. Tampoco es una novedad entre las asociaciones religiosas, poco transparentes en sus decisiones ejecutivas. "El Messery practic¨® una pol¨ªtica m¨¢s abierta, permiti¨® actividades en las que participaban mujeres, fue m¨¢s combativo en el mensaje contra el terrorismo", dice el dirigente de una asociaci¨®n cultural musulmana. "La direcci¨®n actual ha puesto m¨¢s orden en la mezquita", sostiene, sin embargo, otro dirigente. "Aunque su actual im¨¢n no es un sabio".
"Los imanes tienen miedo a hablar del terrorismo", opina El Messery en un encuentro en su domicilio del madrile?o barrio de San Ferm¨ªn. "Pero tienen que responder a lo que est¨¢ pasando. Tienen que hablar sobre qu¨¦ dice el islam de la barbarie del Daesh [el Estado Isl¨¢mico], de por qu¨¦ hay matanzas de cristianos. Eso es algo que yo critico mucho. Siempre he combatido el terrorismo en mis discursos y he mantenido que si ves algo sospechoso, hay que denunciarlo".
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