Las elecciones se cruzan con el final de ETA
El Gobierno vasco quiere poner en evidencia a ETA contra el uso victimista de la izquierda ¡®abertzale¡¯
Hace casi dos a?os, a comienzos de 2013, el Gobierno noruego expuls¨® de su territorio a la direcci¨®n pol¨ªtica de ETA, que permanec¨ªa a la espera de negociar su desarme con el Ejecutivo de Rajoy. Con aquella expulsi¨®n, consecuencia de las presiones del Ejecutivo espa?ol, se pon¨ªa fin a la protecci¨®n internacional de ETA, con motivo del proceso de cese definitivo del terrorismo, y quedaba patente que el Ejecutivo de Rajoy rechazaba cualquier interlocuci¨®n con la banda terrorista para supervisar su desarme.
ETA ha tenido, por tanto, casi dos a?os para buscar una salida ante la evidencia de que el Gobierno no va a participar en su desarme. Y no lo ha hecho. Hace un a?o, a trav¨¦s de la Comisi¨®n Internacional de Verificaci¨®n (CIV) y del Gobierno vasco, amag¨® con un desarme unilateral que incumpli¨®. Su manifestaci¨®n m¨¢s expresiva fue el fiasco de desarme de enero de 2014, que coloc¨® en una situaci¨®n muy inc¨®moda al Gobierno vasco, que hab¨ªa arriesgado con su respaldo a aquel proceso.
ETA incumpli¨® su compromiso de desarme unilateral al no existir acuerdo en sus filas, imponi¨¦ndose la apuesta de posponerlo hasta lograr la interlocuci¨®n con el Gobierno central, con el argumento de que un desarme unilateral no ser¨ªa validado sin un reconocimiento del Ejecutivo central. A esto a?ad¨ªa las dificultades de sus militantes para moverse en territorio espa?ol y franc¨¦s para comprobar los almacenamientos de armas, sobre todo, tras la decisi¨®n de la justicia espa?ola y francesa de llamar a declarar a los representantes de la Comisi¨®n Internacional del Verificaci¨®n tras el fracaso de desarme de enero de 2014.
La decisi¨®n definitiva de ETA de posponerlo ha venido de la mano de la expectativa de que tras las elecciones de 2015 cambiar¨¢ la composici¨®n pol¨ªtica del Gobierno de Espa?a lo que podr¨ªa propiciar su buscada interlocuci¨®n con el Ejecutivo central para materializarlo.
Sin embargo, ETA, para no crear problemas a la izquierda abertzale, ante la proximidad electoral, pretende ofrecer la imagen de avance hacia el desarme. Lo que explica el informe publicado el pasado domingo, a trav¨¦s del CIV, en el que la banda asegura que mantiene ¡°el sellado de armas¡±. La maniobra resulta a¨²n m¨¢s patente si se tiene en cuenta que el CIV no dispone siquiera de un inventario de los dep¨®sitos de armas de ETA.
Por su lado, el Gobierno del PP, seguro de que el cese de ETA es definitivo por la debilidad de la propia banda y por el muro que la izquierda abertzale impone a cualquier atisbo de violencia para no arriesgar su legalidad recuperada, trata de ofrecer una imagen de ¡°firmeza¡± frente a un terrorismo acabado. Su rechazo a comprometer su participaci¨®n en el desarme de ETA, compartido por un amplio sector de la opini¨®n p¨²blica, hastiado con todo lo relacionado con ETA, lo utiliza en clave electoral frente a la pasada predisposici¨®n del PSOE a negociar con los terroristas ¡ªel propio PP tambi¨¦n tuvo su pasado negociador con el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar¡ª y los actuales intentos del Gobierno vasco, del PNV, de participar en el desarme de ETA. El Ejecutivo del PP quiere visualizar, de modo m¨¢s patente, una derrota de ETA cuando la banda ya est¨¢ policialmente derrotada sin haber logrado ninguno de los objetivos pol¨ªticos.
?Por qu¨¦ entonces el PNV ha apostado por un plan propio de desarme a sabiendas de que ETA lo va a rechazar y que va a provocar malestar en el Gobierno de Rajoy? El Ejecutivo vasco, con el apoyo del CIV, quiere poner en evidencia ante la opini¨®n p¨²blica vasca la falta de voluntad de ETA de desarmarse ante la proximidad electoral e impedir la utilizaci¨®n victimista de la izquierda abertzale. Una mayor¨ªa de vascos, seg¨²n las encuestas, est¨¢ por asegurar el cierre del cap¨ªtulo de ETA con un di¨¢logo sobre desarme y el Gobierno vasco se apresta a ello tras el rechazo del Gobierno central.
El PNV, como partido gobernante del Pa¨ªs Vasco, est¨¢ convencido de que una ETA sin desarmar, aunque haya cesado el terrorismo, impide pasar p¨¢gina. El recuerdo de que la banda sigue ah¨ª impide el acuerdo entre los partidos vascos para abordar unitariamente el final del terrorismo y bloquea la pol¨ªtica penitenciaria del Gobierno central. El ministro del Interior ya ha dicho reiteradamente que mientras ETA no se disuelva no mover¨¢ un ¨¢pice la pol¨ªtica penitenciaria ni siquiera para presos arrepentidos.
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