¡°El papa Francisco est¨¢ armando la que hab¨ªa que armar¡±
La supresi¨®n de la manifestaci¨®n de las familias en la plaza de Col¨®n, primer golpe de mano del nuevo prelado de Madrid

Carlos Osoro, el hombre elegido por el papa Francisco para liderar en Espa?a la primavera eclesi¨¢stica, escenific¨® ayer su primer golpe de mano al frente de la archidi¨®cesis de Madrid. Cada a?o por estas fechas, desde el 2007, su predecesor, el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco, reun¨ªa en la plaza de Col¨®n a cientos de miles de fieles en manifestaci¨®n contra el Gobierno de turno, con la pretensi¨®n de imponer la moral cat¨®lica al resto de la sociedad. La disculpa era la Jornada de la Familia con motivo de la Navidad. Osoro, en el cargo desde hace apenas dos meses, ha suprimido aquella manifestaci¨®n y la ha sustituido por una jornada diocesana de oraci¨®n y bendiciones.
Se ha desarrollado en la catedral de La Almudena, convertida durante 24 horas en hogar de familias numerosas a las que el arzobispo ha atendido sin prisas, una a una. Con los mayores conversaba; a los ni?os les iba regalando una art¨ªstica estampa dibujada por ¨¦l mismo, adem¨¢s de medallas de chocolate. A todos apret¨® la mano efusivamente, abrazos o besos incluidos. Es una de sus caracter¨ªsticas, no peque?a: la campechan¨ªa. En la terminolog¨ªa al uso, ya existe una definici¨®n. ¡°Osoro no tiene mano de obispo¡±. Hace referencia a c¨®mo dan la mano la mayor¨ªa de los prelados, acostumbrados a que los fieles se la besen con reverente y sumisa inclinaci¨®n.
La Iglesia no est¨¢ perseguida en Espa?a, lo he dicho muchas veces
No est¨¢ siendo f¨¢cil el cambio en Madrid despu¨¦s de dos d¨¦cadas de pontificado de Rouco. Osoro no suelta una mala palabra sobre sus pasos hasta ahora, pero deja algunas claves. Sobre la supresi¨®n de la ruidosa jornada de la familia, presume de que muchos obispos le han agradecido la medida. ¡°Podr¨¢n dedicarse a su di¨®cesis sin sentirse obligados a venir a Madrid¡±, dice. Tambi¨¦n cuenta, como de pasada, que recibi¨® en su despacho y convers¨® durante cuatro horas con Kiko Arg¨¹ello, el fundador del Camino Neocatecumenal, los famosos kikos, aut¨¦ntico jaleador de las jornadas. En otro momento de la entrevista, cuando se le pregunta por la econom¨ªa de la di¨®cesis (m¨¢s de 60 millones de euros de presupuesto anual), reconoce que la pol¨¦mica jornada ¡°la pagaba entera la di¨®cesis y costaba un dineral¡±.
Las pol¨¦micas que no cesan
El arzobispo Osoro no se sale del gui¨®n oficial al abordar tres temas que queman en la Iglesia cat¨®lica espa?ola, perpleja por la creciente secularizaci¨®n y abrumada por las encuestas que reflejan que es una de las instituciones peor valoradas.
?Abuso de menores. Francisco quiere acabar con la teor¨ªa de que la ropa sucia se lava en casa. Lo ha demostrado en el caso del joven sometido a abusos por sacerdotes de Granada. Osoro reconoce que la Conferencia Episcopal ha tratado el tema. "Es tan evidente que no se puede tolerar abuso alguno", dice. No todos los obispos cumplen. Ha ocurrido con los llamados miguelianos, la orden desautorizada por el obispo de Tuy-Vigo. All¨ª se les ha tolerado incluso despu¨¦s de las primeras denuncias. Osoro, en cambio, cuando se trasladaron a Madrid, resolvi¨® condenarlos en apenas una semana.
?Acuerdos de 1979. Los obispos son conscientes de que m¨¢s pronto que tarde alg¨²n Gobierno va a pedir renegociar los privilegios que Espa?a concede al Estado vaticano. Osoro justifica: "Con ese dinero hacemos mucho bien". ?Piensa que los ciudadanos har¨ªan el mal si tuvieran su mismo privilegio fiscal? Asume la iron¨ªa, pero insiste en que Espa?a y el Vaticano tienen relaciones desde 1480.
?Inmatriculaciones. La ley permite a los obispos poner a su nombre cualquier bien sin propietario. Algunas di¨®cesis han llegado a registrar jardines o la casa del maestro. Osoro reconoce que ¨¦l tambi¨¦n ha ordenado inmatriculaciones. La Conferencia Episcopal ha tratado el tema, preocupada por la mala imagen que dan esos sucesos. "Nos perjudican, pero tenemos derecho a inmatricular lo que siempre ha sido de la Iglesia, como los templos". ?Tambi¨¦n las casas de los maestros? "De esas exageraciones no estoy de acuerdo".
Hay una pregunta que permite este vulgarismo: ?la que est¨¢ armando el papa Francisco, no? Osoro est¨¢ de acuerdo. Y m¨¢s. ¡°Es la que hab¨ªa que armar. Nos est¨¢ diciendo que debemos salir al mundo desde Jes¨²s. Se nota que ha trabajado mucho el libro de los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Est¨¢ haciendo posible que gente que estaba mirando hacia otra parte, vuelva la vista hacia la Iglesia con un cari?o especial y con curiosidad. Nos dice que tenemos que ser audaces y que el Evangelio es alegr¨ªa y encuentro, no la condena o la derrota del otro. Y todo sin miedo¡±.
Vive en un hogar de ancianos, visita c¨¢rceles y recorre poblados chabolistas
La Conferencia Episcopal ha repetido estos a?os que la Iglesia romana est¨¢ perseguida en Espa?a y que aqu¨ª se vive con miedo, en un ambiente casi preb¨¦lico, como el que precedi¨® al golpe de Estado militar de 1936. Osoro niega con energ¨ªa. ¡°Desde luego, no estoy de acuerdo. He dicho muchas veces que la Iglesia no est¨¢ perseguida en Espa?a, ni est¨¢ arrinconada, ni tiene miedo a salir al encuentro de la gente. Pero, desgraciadamente, s¨ª que hay persecuciones en otros lugares¡±.
Osoro vive en un hogar de ancianos en Aravaca, a 20 kil¨®metros de Madrid, visita c¨¢rceles, ha recorrido ¡ª?sin prensa!¡ª poblados chabolistas y se present¨® un d¨ªa en la parroquia de san Carlos Borromeo, que Rouco quiso cerrar por d¨ªscola. Tambi¨¦n acudi¨® a rezar con los curas del Foro de Curas, siempre perseguidos. Es el modelo Francisco. ¡°No hago nada extraordinario. Cumplo con mi misi¨®n, que es la de Jes¨²s. Como ¨¦l, estoy abierto a todo el mundo, sin descartar a nadie¡±.
Se va sabiendo c¨®mo decidi¨® Francisco elegir a Osoro como su hombre en Espa?a. Lo sugiri¨® en p¨²blico, cuando se reuni¨® con los obispos espa?oles llegados a Roma para rendir cuentas, el 3 de marzo pasado. Francisco dijo ese d¨ªa a Osoro: ¡°Le voy a cambiar el nombre; voy a llamarle el Peregrino¡±. Osoro, efectivamente, antes de llegar a Madrid, ha peregrinado por tres di¨®cesis (Orense, Oviedo y Valencia), adem¨¢s de haber mandado mucho en Cantabria como vicario y rector del Seminario.
No hago nada extraordinario. Estoy abierto a todo el mundo
Al pont¨ªfice argentino debi¨® llamarle la atenci¨®n esa movilidad, siempre ascendente. Lo habitual es que los obispos se retiren en su primera di¨®cesis aunque lleven d¨¦cadas en el mismo destino. Pero Osoro sigue pensando que el sucesor natural de Rouco habr¨ªa sido otro cardenal, en concreto Antonio Ca?izares. ¡°Si he de decir verdad, y debo decirla, no s¨¦ por qu¨¦ me eligi¨®. Nunca esper¨¦ estar aqu¨ª. Es la primera vez en mi vida que he hecho un acto de obediencia absoluta¡±.
Parece evidente que, al colocarlo en la archidi¨®cesis de Madrid, tan enorme en cifras y en influencia, Francisco se?ala a Osoro como el pr¨®ximo l¨ªder del catolicismo espa?ol y, ahora mismo, como el encargado de remover las resistencias de la Iglesia espa?ola a los cambios que exige el Vaticano. El arzobispo no est¨¢ tan seguro. ¡°Lo que se me pide es que sea el obispo de esta iglesia y que lo sea con la manera y el estilo que Francisco nos ha regalado en su exhortaci¨®n apost¨®lica Evangelii Gaudium, es decir, que me entregue a los fieles con la alegr¨ªa del Evangelio, sin miedo, sin recelos, abierto a todos¡±.
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