Rajoy ser¨¢ candidato

Quer¨ªamos noticias nuevas, seg¨²n rezaba la pancarta sostenida por los manifestantes de la vi?eta de El Roto un primero de enero de hace a?os. Y el viernes tuvimos dos: que Rajoy ser¨¢ candidato a las generales y que se agotar¨¢ el plazo para convocarlas. Los anuncios se hicieron en la conferencia de prensa del presidente, celebrada el 26 en La Moncloa. Ya sobre el papel parec¨ªa un acontecimiento, habida cuenta de que el presidente solo comparece de esta forma dos veces al a?o. La escenograf¨ªa segu¨ªa la pauta de la Casa Blanca. Por eso, en vez de la sala de prensa donde oficia cada semana para todo la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, se opt¨® por la gran sala del edificio del Consejo de Ministros.

Alfombra de la Real F¨¢brica y esas sillas inconfundibles, manufactura de la Fundaci¨®n General¨ªsimo diseminadas por Fuertes de Villavicencio en los reales sitios, nada de butacas con pupitre para quienes toman nota. Un atril, dispuesto en el eje central de la cabecera, de tal manera que el tiro de c¨¢mara de los operadores de televisi¨®n captara al presidente avanzando y desapareciendo por el pasillo con su caracter¨ªstico braceo y ofreciera un fondo de jardines. Alg¨²n detalle castizo, como el de la primera fila reservada a los colaboradores, porque en Washington nunca se ha visto al vicepresidente Joe Biden en esas ocasiones. Aqu¨ª, en el lado del evangelio, la vicepresidenta, el director de gabinete y sus adl¨¢teres. En el de la ep¨ªstola, la secretaria de Estado de Comunicaci¨®n y los suyos.

Apenas 40 periodistas, de esos inasequibles al desaliento, que soportaron 23 minutos de autoelogios en catarata sobre un fondo de macedonia de cifras, seleccionadas del huerto ecol¨®gico propio. Se trataba de presentar las Navidades de la recuperaci¨®n y de prepararnos para la buena nueva del despegue en el 2015. Mostrando el perfil m¨¢s favorable y ennegreciendo el pasado para contrastar. Pero nos quedamos sin saber qu¨¦ contribuci¨®n ha prestado nuestro Gobierno a unos datos favorables como la bajada del precio del petr¨®leo y de la inflaci¨®n o a las medidas del Banco Central Europeo que facilitan el incremento del cr¨¦dito. Rajoy se apunt¨® los m¨¦ritos con el mismo motivo por el que el de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa podr¨ªa poner a su cuenta el anticicl¨®n de las Azores. Raro que apenas mencionara la bajada de la prima de riesgo, tanto m¨¢s vertiginosa cuanto que se dispar¨® hacia arriba con su llegada al poder. Y solo elogi¨® por su nombre a Miguel Arias Ca?ete.

Hubo 32 minutos para las preguntas, adjudicadas conforme al principio de la armon¨ªa preestablecida. Se levantaban 20 manos y el presidente se?alaba sin precisar hacia el mont¨®n, pero la azafata sin duda alguna entregaba el micr¨®fono al que deb¨ªa. Las respuestas evasivas permitieron adornos toreros y sali¨® con el mismo garbo por el mismo pasillo y en la misma soledad. Los aficionados sintieron haber presenciado el retablo de las maravillas, el entrem¨¦s de Cervantes que con tanto acierto se representa en el teatro de La Abad¨ªa dirigido por Jos¨¦ Luis G¨®mez. Al igual que all¨ª ser ciego a esas fantas¨ªas supon¨ªa carecer de limpieza de sangre, aqu¨ª quien adujera la realidad se excluir¨ªa de pertenecer a los buenos espa?oles, quedar¨ªa tachado de triunfalista de la cat¨¢strofe y de cooperador de la leyenda negra. Rajoy es la estabilidad. Fuera de ella no hay salvaci¨®n. En estudio queda prorrogar la legislatura hasta enero de 2016.