Cumplea?os sin corona
El rey Juan Carlos celebra hoy su 77 cumplea?os por primera vez sin corona desde 1976
El rey Juan Carlos celebra hoy su 77 cumplea?os por primera vez sin corona desde 1976. El pasado 2 junio anunci¨® por sorpresa a los espa?oles que abdicaba en su hijo Felipe, despu¨¦s de m¨¢s de un a?o de cavilaciones y cinco meses de preparaci¨®n puntillosa. Dejaba de ser Rey tras 38 a?os complicados e intensos en los que trajo la democracia a Espa?a, la defendi¨® frente a los golpistas y la situ¨® en el panorama internacional, liderando la etapa de mayor estabilidad, progreso y libertad en la historia reciente de nuestro pa¨ªs. Aunque su trayectoria como monarca tuvo tambi¨¦n unos ¨²ltimos a?os con sombras, cuando se sinti¨® menos necesario para el devenir de Espa?a y cometi¨® errores por los que fue castigado por la opini¨®n p¨²blica y tuvo que decir las ya hist¨®ricas once palabras que los mon¨¢rquicos m¨¢s empedernidos nunca le perdonar¨¢n, pero que sirvi¨® para que la gran mayor¨ªa de los espa?oles le perdonaran.
Manuel Vicent, en su columna de ayer en este peri¨®dico, hablaba de que las agujas magn¨¦ticas de todas las br¨²julas se han vuelto locas y se?alan en todas las direcciones al gusto de cualquier explorador que se ha extraviado en la niebla. Al rey Juan Carlos tambi¨¦n le fall¨® su aguja magn¨¦tica algunas veces desde 2005, y aunque la recuperaba en seguida la volv¨ªa a perder con cierta frecuencia y parec¨ªa extraviado en la niebla. Algo raro en un estadista que tuvo muy claro cu¨¢l era el norte desde los tiempos en los que tuvo que lidiar con un dictador con la esperanza de recuperar la democracia y la Monarqu¨ªa en Espa?a, o cuando eligi¨® a un falangista para liderar la transici¨®n, o cuando se empe?¨® en legalizar al Partido Comunista, o cuando se enfrent¨® con solvencia a la involuci¨®n de algunos militares que quer¨ªan acabar con el r¨¦gimen de libertades que tanto nos cost¨® conseguir.
Don Juan Carlos se pens¨® mucho si deb¨ªa o no abdicar en su hijo. Yo fui testigo directo de sus cavilaciones. Pero al final tuvo muy claro que era la ¨²nica salida para fortalecer la Monarqu¨ªa y la democracia en Espa?a. Fue un final generoso para un gran legado como Rey.
La abdicaci¨®n fue un final generoso para un gran legado como Rey
Hoy, siete meses y tres d¨ªas despu¨¦s de su mensaje de abdicaci¨®n, el rey Juan Carlos vive su retiro desde un segundo plano, sin querer quitar ni un minuto el protagonismo a su hijo, que ha recuperado en este periodo el prestigio tambaleante de la instituci¨®n. Le he visitado tres veces en estos meses y le he encontrado feliz, sosegado y muy orgulloso de lo que ha hecho. Sabe que su renuncia ha vuelto a poner en valor su legado, aunque en su mirada se descubre un punto de melancol¨ªa. Pero sabe que todav¨ªa le quedan cosas por hacer y espera el momento para volver a representar a su pa¨ªs. Y, sobre todo, es consciente de que es uno de los tres personajes hist¨®ricos europeos vivos, junto a Helmut Kohl y Mija¨ªl Gorbachov, que han liderado una transformaci¨®n radical en su pa¨ªs.
Felicidades en su cumplea?os.
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