Una joven madre ir¨¢ a prisi¨®n por no pagar una multa de 1.400 euros
La mujer us¨® ilegalmente tarjetas bancarias cuando sufr¨ªa anorexia y bulimia
Cuando Sara Gonz¨¢lez (29 a?os) encontr¨® en la calle en Valencia una cartera extraviada con tarjetas bancarias, su prioridad no fue buscar al propietario, sino usarlas para saciar la ansiedad que le produc¨ªan la anorexia y la bulimia. Con esos documentos obtuvo m¨®viles de compa?¨ªas telef¨®nicas que vendi¨® para conseguir dinero y comer compulsivamente a escondidas de su familia. Ahora, cinco a?os despu¨¦s, tras haber pagado las indemnizaciones, curada ya de su enfermedad y con dos hijas menores a su cargo (una de ellas una beb¨¦ de dos meses), Sara tendr¨¢ que cumplir una pena de seis meses de prisi¨®n por no pagar a tiempo la multa de 1.440 euros por la que se le conmut¨® la pena. Si no le conceden el indulto para el que recoge firmas a trav¨¦s de Internet, la joven ir¨¢ a la c¨¢rcel.
¡°Con 11 a?os ca¨ª en la anorexia nerviosa. Despu¨¦s de mejorar y recaer varias veces, a los 20 a?os, tras la muerte de mi padre, estaba tan mal que empec¨¦ tambi¨¦n con la bulimia. Para entonces no era persona, viv¨ªa pero no me daba cuenta de las cosas¡±, explica Sara entre los llantos de su hija de tres a?os que se acaba de despertar. ¡°Estaba trabajando en la hosteler¨ªa, pero me dieron la baja obligatoria porque no estaba bien. Hab¨ªa llegado a robar a mi madre por culpa de mi enfermedad y al final, en 2009, a los 24 a?os, comet¨ª mi error: me encontr¨¦ bajo un coche una cartera en un centro comercial y utilic¨¦ las tarjetas¡±, relata. Con ellas contrat¨® l¨ªneas en cuatro grandes compa?¨ªas telef¨®nicas y vendi¨® los tel¨¦fonos m¨®viles para comer furtivamente.
Con las tarjetas contrat¨® l¨ªneas en cuatro grandes compa?¨ªas telef¨®nicas y vendi¨® los m¨®viles para comer furtivamente
El Juzgado de lo Penal n¨²mero 12 de Valencia le conden¨® en septiembre de 2012 a un a?o y nueve meses de prisi¨®n por un delito de falsificaci¨®n y a otros seis meses por un delito de estafa, seg¨²n explica su abogado, Juan Gargallo. La primera de las penas, la mayor, qued¨® suspendida en febrero de 2013 por ser la primera vez que comet¨ªa un delito, ser una pena inferior a dos a?os de prisi¨®n y haber pagado todas las indemnizaciones impuestas. Aunque la pena restante, la de seis meses, le fue conmutada por una multa de 1.440 euros, su abogado explica que una serie de errores de sus anteriores letrados han dejado a Sara con un pie en prisi¨®n.
¡°Sus abogados le dijeron que no ten¨ªa que pagar la multa porque era insolvente. Como ella les hizo caso y no la pag¨®, el juzgado revoc¨® esa permuta en julio de 2013 y le oblig¨® de nuevo a cumplir los seis meses de c¨¢rcel. Sus abogados no recurrieron esta decisi¨®n ni le informaron bien de lo que iba ocurriendo y ella no se enter¨® hasta octubre del mismo a?o, cuando recibi¨® una carta en la que se le informaba de que deb¨ªa entrar en prisi¨®n en cinco d¨ªas¡±, explica Gargallo, que asegura estar preparando una demanda contra los anteriores letrados. ?l explica que, cuando su defendida tuvo conocimiento de este problema, pag¨® la multa, pero el juzgado le ha devuelto el dinero alegando que este pago est¨¢ ya fuera de plazo.
Desde el d¨ªa en que se encontr¨® la cartera, la vida de Sara ha dado un giro de 180 grados. ¡°Cuando decid¨ª que me iba a curar de mi enfermedad, la vida me dio una oportunidad. Ahora tengo dos hijas, una de cuatro a?os y otra de dos meses que, si finalmente me mandan a prisi¨®n, tendr¨¢ que venir conmigo porque es lactante. Trabajo limpiando pisos, hago todo lo que voy encontrando pese a la crisis y estoy luchando por el indulto¡±, explica Gonz¨¢lez.
De lo que la gente est¨¢ cansada es de que se indulte a personas afines al Gobierno o inmersas en casos de corrupci¨®n Juan Gargallo, abogado
Pese a no haber vuelto a cometer ning¨²n delito desde entonces, los intentos de su abogado por evitar que entre en prisi¨®n no han dado frutos. El Juzgado de lo Penal n¨²mero 14 de Valencia ha denegado la suspensi¨®n cautelar de la pena, de solo seis meses, alegando que ¡°previsiblemente¡± el indulto se denegar¨¢ ¡°en este periodo inmediatamente anterior a diversas convocatorias electorales¡± por ¡°el descr¨¦dito existente en la sociedad ante el otorgamiento de los indultos a penados¡±. Adem¨¢s, el juez se?ala, acerca de Gonz¨¢lez, que ¡°no consta que su actual situaci¨®n familiar no fuera provocada para eludir la aplicaci¨®n de la justicia¡±.
¡°Sara no es ya la misma persona que cometi¨® aquel delito menor que, adem¨¢s, no fue violento. Hemos acreditado que se ha curado de su enfermedad y si no se suspende la pena mientras se resuelve el indulto, en caso de que se lo concediesen, ya no valdr¨ªa de nada porque ya habr¨ªa estado seis meses en la c¨¢rcel y resultar¨ªa completamente ineficaz¡±, explica su abogado. ¡°De lo que la gente est¨¢ cansada es de que se indulte a personas afines al Gobierno o inmersas en casos de corrupci¨®n, no a cualquier penado. El juzgado tiene que hacer un juicio de probabilidad, pero no estamos de acuerdo con las razones que utiliza para decir que no¡±, precisa Gargallo.
A la espera de que se resuelva de forma inminente el recurso de amparo que determine si Sara deber¨¢ entrar en prisi¨®n, ella contin¨²a con su vida: ¡°No quiero que le queden secuelas a mi hija de tres a?os porque se entera de las cosas. A ella tendr¨ªa que dejarla fuera. De todos modos no quiero pensar en qu¨¦ har¨¦ si tengo que entrar en la c¨¢rcel porque es un sinvivir¡±.
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