Margallo promete pedir a Netanyahu que se levante el bloqueo a Gaza
El ministro pasea por la desolaci¨®n de la franja despu¨¦s de la batalla
A un ni?o nunca se le debe mentir, as¨ª que Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo tuvo que medir su respuesta. ¡°?Cu¨¢ndo se va a reconstruir nuestra casa para que podamos volver?¡±, le pregunt¨® Haram, de 14 a?os. ¡°Haremos todo lo que podamos para que sea lo antes posible¡±, le contest¨® el ministro. La poblaci¨®n de Gaza empieza a perder la esperanza. Y la paciencia. Han pasado cinco meses desde que acab¨® la Operaci¨®n Margen Protector, que destruy¨® 56.000 viviendas y da?¨® muchas m¨¢s, y la reconstrucci¨®n avanza lenta, ¡°demasiado lenta¡±, en palabras del comisionado general de la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos), Pierre Krahenbull.
El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores pudo comprobarlo con sus propios ojos, en la primera visita de un miembro del Gobierno espa?ol a la Franja desde hace diez a?os. Tras atravesar el puesto fronterizo de Erez, que mantiene encerradas a 1,7 millones de personas en una prisi¨®n al aire libre de 360 kil¨®metros cuadrados, el jefe de la diplomacia espa?ola recorri¨® el barrio de Shuyaiyya, uno de los m¨¢s castigados por los 50 d¨ªas de guerra que dejaron m¨¢s de 2.000 muertos en el lado palestino y unos 70 en el israel¨ª. En una de las escuelas de la UNRAW, donde 2.800 alumnos comparten instalaciones con 700 desplazados, escuch¨® las dram¨¢ticas peticiones de ayuda.
La ONU mantiene abiertos 18 centros, con unos 15.000 desplazados, frente a los 90 centros y 90.000 personas que acogi¨® en los momentos ¨¢lgidos de los bombardeos. Pero se estiman en 100.000 las personas que no han podido regresar a sus casas. Muchos se han alojado con vecinos o familiares, otros reciben un subsidio para alquilar un piso y los m¨¢s han vuelto a sus viviendas en ruinas, donde sobreviven ¡°en condiciones inseguras e indignas¡±, seg¨²n Antonio Zubillaga, responsable de operaciones y encargado de la protecci¨®n de derechos humanos de la UNRWA. La actual ola de fr¨ªo, que se ha cobrado la vida de tres ni?os y un adulto en Gaza, ha obligado a muchos a volver a los centros colectivos de acogida.
La ayuda internacional llega con cuentagotas. Margallo, que ayer firm¨® un plan de ayuda a Palestina de 36 millones de euros en los pr¨®ximos tres a?os, presumi¨® de que Espa?a est¨¢ al d¨ªa de sus compromisos. Pero no es as¨ª en todos los casos y la cantidad comprometida (135 millones de d¨®lares) est¨¢ lejos de los 720 en que el comisionado de la UNRWA cifra las necesidades.
Con todo, seg¨²n Zubillaga, el principal problema es el bloqueo israel¨ª. Las negociaciones para suavizarlo, tal como preve¨ªa el acuerdo de alto el fuego, est¨¢n bloqueadas y la entrada de material de construcci¨®n requiere superar un laberinto burocr¨¢tico. A ello se suma la falta de agua, el 95% de la que se obtiene en la franja no es potable, la destrucci¨®n del sistema sanitario o la falta de electricidad, que solo llega seis horas al d¨ªa a las zonas de Gaza donde llega, que no son todas.
El ministro se ha comprometido a plantear al primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu, con quien se re¨²ne hoy en Jerusal¨¦n, el acceso de la ayuda humanitaria, la entrada de material de construcci¨®n y el levantamiento del bloqueo. ¡°la comunidad internacional debe actuar con rapidez, por solidaridad humana, pero tambi¨¦n en su propio inter¨¦s¡±, ha proclamado Margallo. La mitad de la poblaci¨®n de Gaza tiene menos de 25 a?os y el 65% carece de empleo, ¡°sin futuro y sin esperanza¡±. Un caldo de cultivo para la desesperaci¨®n y el fanatismo.
Ham¨¢s tambi¨¦n tiene su responsabilidad, admite Zubillaga. El movimiento integrista sigue controlando la Franja, a pesar de la constituci¨®n de un Gobierno de unidad nacional. Margallo ten¨ªa previsto reunirse ayer con el viceprimer ministro, Ziad Abu Zamer, y con los titulares de los cuatro ministerios del Ejecutivo de Mahmud Abbas con sede en Gaza. Pero Israel no permiti¨® la entrada en la Franja del primero, mientras que una manifestaci¨®n organizada por Hamas impidi¨® que los otros cuatro llegaran a la reuni¨®n con el ministro espa?ol. La doble tenaza sigue ahogando a la poblaci¨®n civil, v¨ªctima de la intransigencia de ambos bandos.
Mientras Margallo visitaba la franja y un kibbutz que sufri¨® la lluvia de cohetes de Hamas durante la guerra, Jerusal¨¦n lloraba a las cuatro v¨ªctimas del ataque contra un supermercado jud¨ªo en Par¨ªs.
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