¡°Las devoluciones en caliente son el inicio del fin del derecho de asilo¡±
El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa critica a Espa?a por querer legalizar la expulsi¨®n colectiva de inmigrantes
El aluvi¨®n de noticias que emanan de Espa?a y que dan cuenta de atropellos contra inmigrantes y demandantes de asilo en la frontera sur de Europa anim¨® a Nils Muiznieks, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, a viajar hasta Melilla para verlo con sus propios ojos. A su vuelta, ya en Madrid, desgrana en una entrevista sus conclusiones y advertencias a los legisladores y a las fuerzas de seguridad espa?olas. Le preocupa especialmente el intento por parte del Ejecutivo de dar cobertura legal a las devoluciones de inmigrantes en las vallas de Ceuta y Melilla con la previsi¨®n incluida en la Ley de Seguridad Ciudadana que se tramita en el Senado. "Melilla no es un caso ¨²nico. En otros pa¨ªses tambi¨¦n hay devoluciones en caliente. La diferencia es que aqu¨ª se quieren legalizar y la Corte Europea de Derechos Humanos ha dejado claro que esas expulsiones contravienen la Convenci¨®n Europea. De legalizarse, supondr¨ªa el inicio del fin de la pol¨ªtica de asilo".
El Ministerio del Interior espa?ol prefiere hablar de "rechazo en frontera" y no cree que estas pr¨¢cticas supongan una vulneraci¨®n de la legalidad internacional como sostiene el Consejo de Europa y tambi¨¦n la Comisi¨®n Europea. Las obligaciones internacionales asumidas por Espa?a establecen que cualquiera que ponga pie en el territorio espa?ol tiene derecho a ser identificado y a solicitar asilo. Las devoluciones colectivas, en el acto y sin mediar identificaci¨®n vulneran esos derechos. "Suponen un duro golpe contra el principio de no devoluci¨®n", interpreta Muiznieks. "No se ajustan a la legalidad de la UE, del Consejo de Europa y la ONU".
El Mediterr¨¢neo se haya convertido en el cementerio m¨¢s grande del mundo.
El comisario del Consejo de Europa defiende adem¨¢s la creaci¨®n en Espa?a de un organismo independiente que investigue las acusaciones que se acumulan contra la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad en el entorno de la valla que separa Melilla de Marruecos por parte de varias ONG. "El sistema actual no est¨¢ funcionando y da lugar a la impunidad", opina. Y pide al Gobierno espa?ol m¨¢s inversi¨®n para el centro de internamiento de inmigrantes de Melilla, en el que el hacinamiento es la norma. Durante su visita, 2.000 personas pernoctaban en un centro con capacidad para 480.
Muiznieks dice ser consciente de la especificidad del territorio melillense. A¨²n as¨ª, piensa que es posible encontrar la f¨®rmula para que el derecho de asilo sea respetado. "Est¨¢ claro que esta es una cuesti¨®n m¨¢s amplia que afecta no solo a Melilla o a Espa?a sino a las relaciones con Marruecos y con otros pa¨ªses africanos. Hay que tener un sistema de asilo que funcione. Esto significa identificar a la gente, darles atenci¨®n m¨¦dica, legal y retornarlos si no cumplen los criterios para el asilo". Un total de 5.500 personas llegaron a Melilla en 2014 de forma irregular, 3.000 de ellas procedentes de Siria, seg¨²n el comisario. "Son cifras manejables", estima.
Es importante respetar la libertad de expresi¨®n, pero tambi¨¦n otros derechos.
El comisario ha podido comprobar c¨®mo las nuevas oficinas que atienden a los demandantes de asilo en Melilla funcionan desde hace semanas para los sirios ¡ªel d¨ªa que las visit¨® lo solicitaron hasta 80 personas¡ª. "El asilo est¨¢ empezando a funcionar para los sirios. Pero para el resto [subsaharianos] todav¨ªa no".
La falta de protecci¨®n de los que huyen de las guerras se ha vuelto especialmente evidente con los naufragios y el uso de barcos fantasma por parte de las mafias en el Mediterr¨¢neo. "Tiene que haber un esfuerzo en los puntos de partida para asegurarnos de que no se env¨ªa a gente en barcos fantasma. Me preocupa que el Mediterr¨¢neo se haya convertido en el cementerio m¨¢s grande del mundo". Las cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) le dan la raz¨®n. Al menos 3.419 inmigrantes perdieron la vida al intentar cruzar el Mediterr¨¢neo hasta diciembre del a?o pasado, lo que convierte esa traves¨ªa en la m¨¢s mortal del mundo.
Melilla no es un caso ¨²nico. En otros pa¨ªses tambi¨¦n hay devoluciones en caliente.
A Muiznieks le preocupa la actual deriva pol¨ªtica europea. Al tiempo que las fuerzas de extrema derecha y antiinmigraci¨®n ganan fuerza, la lucha antiterrorista amenaza con dinamitar derechos y libertades que hasta hace poco parec¨ªan consolidados. Advierte del peligro de legislar en caliente; al calor de ataques terroristas como el que la semana pasada conmocion¨® a Europa, con el asesinato de 17 personas en Par¨ªs.
El atentado en la sede de la revista sat¨ªrica francesa Charlie Hebdo ha resucitado un intenso debate sobre el equilibrio que debe regir entre la seguridad y las libertades en los Estados de derecho.
"Es importante respetar la libertad de expresi¨®n, pero tambi¨¦n otros derechos. En los ¨²ltimos a?os hemos visto que los derechos humanos se han sacrificado en el altar de la lucha antiterrorista y no ha funcionado. No ha ayudado a capturar a m¨¢s terroristas, sino que les ha dado munici¨®n ideol¨®gica contra Occidente. En los pr¨®ximos meses veremos c¨®mo salen adelante leyes problem¨¢ticas desde el punto de vista de los derechos humanos".
Cita Muiznieks como ejemplos preocupantes propuestas para "castigar no solo a los que preparan actos terroristas, sino tambi¨¦n a los que visitan una web yihadista o transmiten informaci¨®n", como planea hacer Espa?a reformando el C¨®digo Penal.
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