Tania S¨¢nchez, una pol¨ªtica en urgencias

¡ªPol¨ªticamente soy dura. Incluso temeraria.

Hace una semana, Tania S¨¢nchez dio una patada al tablero pol¨ªtico de la Comunidad de Madrid y ech¨® por los aires las piezas de la izquierda, que bajan ahora como las del Tetris, pendientes de encaje. La candidata a la presidencia se fue de Izquierda Unida tras ganar las primarias, un hecho que dice del funcionamiento de IU tanto como del de ella misma: ambos son duros, incluso temerarios.

¡ªYo no me voy un d¨ªa, me empiezo a ir hace tiempo, cuando la burocracia bloquea un movimiento de cambio y no hay reacci¨®n.

Antes de eso llor¨® durante d¨ªas. Cuando lleg¨® el momento ya no quiso hacerlo m¨¢s.

S¨¢nchez (Madrid, 1979) se maquilla en el coche ayud¨¢ndose de un espejo peque?ito durante el atasco de la M-30. ¡°No s¨¦ ni lo que me hice en la cara¡±, dice dej¨¢ndose caer en una silla de la cafeter¨ªa del Cl¨ªnico. Pide caf¨¦ con leche y cruas¨¢n. Son las diez de la ma?ana y se dispone a hablar de pol¨ªtica. Lo har¨¢ hasta la noche. A su manera.

¡ªHay un cap¨ªtulo de los Fraguel Rock en que los curris se ponen en huelga. Los curris hacen construcciones en la cueva, los fraguels se las comen y los curris, hartos, se plantan. Se llega a un acuerdo y los fraguel prometen no volver a comerse nada. Los curris pueden trabajar en paz y ocurre algo: las construcciones ocupan la cueva, y no caben todos. Es la manera que tienen los americanos de contarte lo que pasa si rompes el orden establecido.

Tania S¨¢nchez recuerda La Bola de Cristal, el marxismo para ni?os que invent¨® Santiago Alba Rico, y habla de la mejor televisi¨®n que hubo en Espa?a para su generaci¨®n, nada que ver con la que vino despu¨¦s, en la adolescencia.

¡ªAl salir de clase, Melrose Place, Beverly Hills¡­ Mi padre no quer¨ªa que viese Beverly Hills, ?no me dejaba! Yo lo ve¨ªa igual, ?pero qu¨¦ era aquello? Una familia de clase media venida a m¨¢s, que le pone a sus hijos unos nombres rid¨ªculos, Brandon y Brenda, y que lo primero que hacen es mudarse a una zona de millonarios, a una clase superior. ?Por qu¨¦? ?Es lo que hay que hacer siempre que te va bien? ?Dejar atr¨¢s tu barrio, empezar en otro nuevo que est¨¦ a tu nivel?

Es ambiciosa: su mensaje ha calado gracias a la tele y cree en la victoria

El padre de Tania S¨¢nchez, Ra¨²l, es comunista y concejal en Rivas Vaciamadrid, el municipio en el que ella ha hecho su carrera. Tambi¨¦n el foco del mayor problema que tiene Tania S¨¢nchez: su padre firm¨® como edil los expedientes de contrataci¨®n de una cooperativa en la que estaba su hijo entre 2002 y 2008, que sumaron 1,2 millones de euros, y ella estuvo en una de las mesas en las que se aprob¨® un contrato de 136.851 euros por unanimidad.

El abuelo de Tania S¨¢nchez se llamaba Antonio S¨¢nchez Canalejo y era cerrajero de la CNT. Cuando se produjo el golpe de Estado ¨¦l estaba en Lugo, y all¨ª fue a las armas, apresado y encarcelado; huy¨® en la famosa evasi¨®n del penal de Navarra y fue detenido otra vez. El padre de su madre trabajaba en el Banco Guipuzcoano. Esa familia fue clase media del franquismo, ¡°algo que ya es bastante¡±, dice ella, en una ¨¦poca en la que si alguien de una familia entraba en una gran empresa dejaba la puerta abierta para los dem¨¢s. De hecho fue el banco en el que trabaj¨® su madre.

Tania S¨¢nchez est¨¢ en el hospital para visitar a un familiar y acudir despu¨¦s a una concentraci¨®n. Se recoge el pelo con las gafas, lleva unos cascos para escuchar m¨²sica y una bufanda que deja sobre la mesa. Ense?a fotos de su perra, Lola. ¡°Yo le llamo perra patada¡±. Hace a?os, en un avi¨®n que la llevaba a Rumania, Tania S¨¢nchez decidi¨® hacerse vegetariana. En los vuelos se sirven las peores comidas del mundo, pero si el vuelo sale mal y cae, y eres una de las supervivientes, hay mejores cosas que hacer media hora antes que convertirse en vegetariana. ¡°Como pescado, por ejemplo. No puedo llevarlo a rajatabla porque con el ritmo que llevo terminar¨ªa an¨¦mica¡±.

Dicen en su entorno que en IU, incluso entre cargos afines, la dejaron sola con los ataques sobre las adjudicaciones de su familia en Rivas. Que le afecta lo que se dice de ella, tanto en prensa como en redes sociales, y que la dureza que exhibe en la televisi¨®n es consecuencia de un car¨¢cter pol¨ªtico, no personal. Fuera llora y se debilita. Se habla con Marhuenda, no con Eduardo Inda, sus dos rivales televisivos en ese parlamento medi¨¢tico con el que han ascendido su figura pol¨ªtica y las de Podemos. Es ambiciosa: ha visto c¨®mo su popularidad y su mensaje han calado y est¨¢ convencida de que puede ganar la Comunidad de Madrid. Sus detractores m¨¢s duros est¨¢n donde ella, en su vieja casa, IU: la acusan de traidora. ¡°Se ha instalado en una realidad paralela, sin partido, sin lista, sin programa, y piensa en gobernar¡±, dice un excompa?ero suyo.

La fama la lleva bien porque le gusta compartir en los bares, estar con unos y otros recogiendo opiniones

La fama la lleva bien porque le gusta compartir en los bares, estar con unos y otros recogiendo opiniones, como en la pol¨ªtica local. ¡°Pero a Pablo no le gusta tanto. Es verdad que con ¨¦l es exagerado¡±, dice sobre Pablo Iglesias, su pareja, secretario general de Podemos. Un d¨ªa, pensando en Iglesias, en I?igo Errej¨®n, en el fen¨®meno que han supuesto en la vida pol¨ªtica espa?ola, dijo en alto: ¡°Nos hemos jodido la vida¡±. Hay una vida antes de Podemos, o m¨¢s bien, matiza, antes de las elecciones europeas; despu¨¦s se acabaron muchas cosas, entre ellas la privacidad.

Espera que con el tiempo se hable de todos ellos, de sus partidos, como del cambio real y el descorche generacional, y niega que ¨¦ste se haya producido a¨²n. ¡°Siguen ah¨ª, esperando el fracaso, maniobrando. A la gente le cuesta mucho irse. Ojal¨¢ nosotros consigamos lo que pretendemos y dentro de diez a?os podamos estar retirados y una generaci¨®n nueva tome el relevo¡±.

Uno de sus recursos favoritos es: "Rep¨ªtemelo otra vez que soy rubia natural"

Antes que pol¨ªtica, antes que militante y activista, Tania S¨¢nchez es antrop¨®loga. Le fascina el funcionamiento de la sociedad, los modelos de conducta. Los estudia concienzudamente, sean espa?oles o fraguels. Se asombra, por ejemplo, con la instituci¨®n del matrimonio, la necesidad del rito para asegurar el amor. Tambi¨¦n le preocupa la idea de familia. ¡°Gabilondo ten¨ªa 36 a?os en la Transici¨®n y dos hijos. Yo 35 y ni planes¡±, piensa en alto, lament¨¢ndose. Pero no le preocupa la edad. ¡°Cada a?o he sido m¨¢s lista, m¨¢s guapa y m¨¢s formada. Cada vez mejor¡±, r¨ªe.

Uno de sus recursos favoritos es: ¡°Rep¨ªtemelo otra vez que soy rubia natural¡±. De ni?a le compraban Barriguitas y Nancy, que ten¨ªa un cuerpo proporcionado, pero nada de Barbie. ¡°Tiene cuerpo de top-model, no es real. No entraba en casa¡±.

Habla ya por los pasillos del hospital, salvando pacientes, buscando el cuarto de un familiar para darle una sorpresa.