Capotazos clandestinos bajo la luna
Tres detenidos por torear de noche y sin permiso en una finca de la toledana Oropesa
El capote se desperez¨® bajo la luna llena. Clandestino. Furtivo. A la caza de un animal que embistiese y acompa?ase despu¨¦s a la muleta, a derecha e izquierda; que recorriese el albero tras sus pasos. En una finca de Oropesa (Toledo), la noche se convirti¨® en el refugio. Y en el testigo. Tres hombres saltaron al ruedo all¨ª ubicado sin el permiso del propietario. Y, ahora, se enfrentan a un delito de da?os por valor de 53.000 euros, seg¨²n la primera denuncia presentada. "Cuando nos cogieron a dos en el lugar, la Guardia Civil nos pregunt¨® qu¨¦ hac¨ªamos. Y yo se lo dije: pues intentar torear, que queremos ser toreros", relata Jos¨¦ Luis Madrigal, uno de los tres arrestados.
A sus 32 a?os, este novillero a¨²n busca una oportunidad que lo empuje a lo m¨¢s alto. En Talavera de la Reina (Toledo), donde vive con su novia, a unos 35 kil¨®metros de Oropesa, Madrigal rememora aquella madrugada del 1 de febrero en la que se lanz¨® a la dehesa perseguido por el mayoral y los agentes del instituto armado. "Est¨¢bamos en la plaza cuando nos sorprendieron", apunta el maletilla ¡ªcon ese nombre se conoce a quienes se cuelan en las fincas para torear¡ª. Los tres hombres hab¨ªan quedado a las nueve de la noche, seg¨²n cuenta, para adentrarse en los terrenos del ganadero Adolfo Rodr¨ªguez Montesinos. Dejaron el coche a unos tres kil¨®metros y, a pie, llegaron hasta el ruedo. Entonces separaron varias reses y metieron la primera en la plaza. Seg¨²n el relato del treinta?ero, que cuenta que les cogieron a los pocos minutos, "todas eran vacas".
Aunque, el abogado del propietario y la Guardia Civil mantienen una versi¨®n distinta. Seg¨²n ellos, los utilizados eran machos ¡ªm¨¢s caros¡ª. "Estaban toreando un novillo y ten¨ªan apartados otros ocho dentro de los corrales. Pero, en total, una veintena de animales tendr¨¢ que ser sacrificados por no ser aptos para la lidia", relata el Instituto Armado. "Esos son, como m¨ªnimo, los que calculamos que est¨¢n afectados. Porque sospechamos que han entrado m¨¢s veces para cometer sus fechor¨ªas", apostilla Antonio Jos¨¦ Mart¨ªnez, el letrado del ganadero. Las reses, si ya se han toreado, no pueden volver a utilizarse en una plaza porque son m¨¢s peligrosas, han aprendido los movimientos que les va a hacer el matador.
"Uno de nosotros tres estaba vigilando. Vio un fogonazo de luz. En ese momento nos mosqueamos. Subimos a mirar y, cuando nos quisimos dar cuenta, est¨¢bamos rodeados", contin¨²a Madrigal. Son¨® entonces: "?Alto a la Guardia Civil". Y comenz¨® la persecuci¨®n. A uno de ellos, Sa¨²l Benayas ¡ªconocido como el banderillero b¨¦tico porque ¡°siempre¡± torea con una camiseta del equipo hispalense¡ª, le cogen a pocos metros del ruedo. "Yo vigilaba y me pillaron r¨¢pidamente", relata Benayas, un cordob¨¦s de 31 a?os, que se gana la vida ¡°de chapuzas¡±. A Madrigal lo detienen a un kil¨®metro y medio de la plaza. Y al tercero, J., que logra huir, lo localizan posteriormente los agentes. "Lo identifican los otros dos", cuenta el abogado Mart¨ªnez.
El ganadero denuncia que tendr¨¢ que sacrificar hasta 20 novillos,? valorados en unos 53.000 euros
Seg¨²n cuentan varios ganaderos y expertos taurinos consultados por EL PA?S, los maletillas eran m¨¢s habituales hace d¨¦cadas, antes de la proliferaci¨®n de las escuelas de lidia. Juan Belmonte y Manuel Ben¨ªtez El Cordob¨¦s empezaron as¨ª su carrera. "Nosotros sabemos que lo que hicimos no est¨¢ bien. Pero estas cosas se hacen por desesperaci¨®n", remacha Madrigal, que afirma que 20 d¨ªas antes estuvieron en un tentadero en esa finca para que les dejaran dar unos pases: "Nos echaron de malas maneras, nos dijeron que all¨ª no estuvi¨¦ramos. As¨ª que decidimos volver cuando hubiera luna llena, para aprovechar la claridad".
Pero, ?c¨®mo supieron los agentes que la noche del 1 de febrero acudir¨ªan a esa plaza? "El mayoral nos comunic¨® sus temores de que se presentaran varias personas para torear las reses bravas que cr¨ªan en la finca. Y sospechaba que ya pudiera haber ocurrido durante la luna llena anterior", informan fuentes de la Guardia Civil. Una versi¨®n que los arrestados, que niegan haber acudido antes a ese ruedo como maletillas, no se creen. Alguno de los detenidos sospecha que alguien, a quien se lo hab¨ªan comentado, se chiv¨®.
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