De los molinos de viento al ¡®fracking¡¯
La industria del gas se ha fijado en Burgos, donde existe rechazo a la fractura hidr¨¢ulica
El boom de la energ¨ªa e¨®lica se qued¨® a las puertas de Masa. Literalmente. Los aerogeneradores se extienden por el p¨¢ramo, pero llegan justo hasta el inicio de esta pedan¨ªa burgalesa. Las el¨¦ctricas tambi¨¦n quer¨ªan sembrar molinos en una finca p¨²blica propiedad de la junta vecinal de Masa. "Ten¨ªamos un precontrato firmado. Pero pasaron los cuatro a?os de plazo y se fueron". Florencio Herrero, alcalde ped¨¢neo, abre la verja de la finca resignado ya a no recibir los 6.000 euros al a?o que le iban a pagar al pueblo.
Las promesas ahora est¨¢n bajo sus embarradas botas marrones. La empresa canadiense BNK quiere quedarse con unas dos hect¨¢reas de esta misma finca p¨²blica para pinchar la tierra en busca del gas pizarra que dice que hay a miles de metros de profundidad. La compa?¨ªa aspira a ser la primera en usar la t¨¦cnica de la fractura hidr¨¢ulica en Espa?a. Depende de las autorizaciones que ha solicitado ante el Gobierno y la Junta de Castilla y Le¨®n para acometer hasta 12 sondeos en cinco municipios del norte de Burgos. Entre ellos, Masa, donde BNK ha pedido a la Administraci¨®n regional la declaraci¨®n de utilidad p¨²blica del proyecto y la ocupaci¨®n temporal de esos alrededor de dos campos de f¨²tbol para hacer dos pozos.
Este pu?ado de tierra ¡ªdonde pastan algunas vacas y donde los ocho vecinos de Masa se pertrechan de madera¡ª es el resumen energ¨¦tico de la legislatura: Un viaje desde la anterior apuesta (v¨ªa subvenciones) por las renovables hasta el impulso de los combustibles f¨®siles del Ejecutivo del PP, que ha legislado para apoyar proyectos de gas y petr¨®leo.
Los planes de BNK son perforar verticalmente en cada pozo hasta una profundidad de entre 3.000 y 4.500 metros. Luego, analizar¨ªan las muestras y, si se confirman las reservas, seguir¨ªan perforando horizontalmente durante dos kil¨®metros m¨¢s. Al terminar, inyectar¨ªan en el pozo agua a presi¨®n mezclada con arena y productos qu¨ªmicos para romper la roca en la que se aloja el gas. Las autorizaciones que ha pedido BNK son para sondeos exploratorios. Si luego quisiera explotar comercialmente el gas, tendr¨ªa que pedir m¨¢s permisos.
Florencio no hab¨ªa o¨ªdo hablar del fracking hasta hace tres a?os. Ahora, despu¨¦s de haber visitado ¡ªinvitado por BNK¡ª los pozos que la compa?¨ªa tiene en Polonia, sabe que "el subsuelo es del Estado". Se atiene a lo que decidan la Junta y el Gobierno sobre el proyecto. No ofrece ni un s¨ª ni un no cuando se le pregunta si quiere que se utilice el fracking. "Yo no lo pondr¨ªa, pero si beneficia al pueblo..." S¨ª tiene claro que va para largo. "Esto tardar¨¢... yo igual ni lo veo", dice este agricultor de 72 a?os y mono de trabajo azul.
"Vamos a hacer todo lo que podamos para que no se haga". Germ¨¢n de Diego, el alcalde de Valle de Sedano, no es ambiguo. Dice que el Ayuntamiento alegar¨¢, que no van a vender los terrenos a la empresa para hacer pozos y que en el municipio no es posible encontrar a dos personas que apoyen la fractura hidr¨¢ulica. Los cinco Ayuntamientos donde BNK quiere perforar, todos del PP, tienen mociones contra el fracking.
El regidor habla sentado en el pretil del puente sobre el Sedanillo. La nieve de enero alimenta este r¨ªo y sus afluentes, que fluyen en cada rinc¨®n.
El agua es de lo que m¨¢s preocupa a ?lvaro Fern¨¢ndez, Luisa Huidobro, Mar¨ªa Ruiz y Vanesa Ramos. Cuando se les pregunta, montan una peque?a asamblea antifracking frente al ambulatorio de Sedano, en cuyo t¨¦rmino municipal viven 500 personas. "La naturaleza es lo ¨²nico que tenemos; es de lo que vivimos, del turismo, de los manantiales y fuentes", argumenta Luisa.
En Sedano, como en el resto del norte de Burgos, los vecinos est¨¢n bajo el fuego de dos bandos enemigos. A un lado, las plataformas contrarias a esta t¨¦cnica. En cualquier bar se pueden encontrar folletos en los que se advierte de que el fracking "provoca se¨ªsmos, contamina el agua y el campo. Es incompatible con otros usos del suelo como la agricultura, la ganader¨ªa y el turismo". Al otro lado, la empresa, que dice que las t¨¦cnicas que utilizan "son segura y probadas por una experiencia de d¨¦cadas". "La informaci¨®n est¨¢ muy sesgada, no sabes a quien creer", resume sin bajarse de la bicicleta Mario Fern¨¢ndez, otro de los vecinos de Sedano.
En este pueblo de piedra, el escritor Miguel Delibes pas¨® los veranos durante casi medio siglo. Su extensa familia a¨²n conserva varias casas en Sedano. Miguel Delibes hijo, bi¨®logo y actual presidente del Consejo de Participaci¨®n de Do?ana, se muestra, como casi siempre, mesurado. "Mi deseo es que la fractura hidr¨¢ulica no se haga en Sedano". Pero, a continuaci¨®n, recuerda que el Consejo Consultivo de las Academias de Ciencias de Europa emiti¨® en octubre un pronunciamiento en el que no se cerraba la puerta a los sondeos exploratorios. "Las pegas son serias, pero no descartaban definitivamente que se hagan pruebas piloto en Europa", a?ade. Este informe se analiz¨® hace un mes en la Real Academia de Ciencias de Espa?a, de la que Delibes es miembro.
La nieve se resiste m¨¢s a desaparecer a media hora en coche de Sedano. All¨ª, los motores de cinco caballitos negros ronronean. Son las bombas con las que se extrae petr¨®leo en Sargentes de Lora desde los sesenta. Estos pozos son una de las razones por las que BNK est¨¢ dispuesta a gastar hasta 20 millones por sondeo exploratorio en Sedano, en Masa y en otros tres pueblos de la zona. Se sabe que en el subsuelo del norte de Burgos hay gas, entre otras cosas, por los pozos que se han ido abriendo desde hace 50 a?os en toda la comarca. Se sospecha que es gas pizarra, que solo se puede extraer con fracking.
De los pozos de Sargentes ya no brota crudo de alta calidad. Y en el bar Oro Negro, frente al campo petrol¨ªfero, no hay ni un alma.
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