La cordial separaci¨®n de los L¨®pez

¡°Quiero que reconozcas que adem¨¢s del trabajo, la casa siempre ha sido cosa m¨ªa¡±, dice Ana, de 55 a?os. ¡°Y yo llevo toda la vida levant¨¢ndome a las cinco de la ma?ana para mantener el negocio familiar¡±, contesta Luis, de 57. Los L¨®pez (nombres ficticios) se est¨¢n separando. Dos d¨¦cadas compartidas han podido con su matrimonio. Pero en lugar de ser sus abogados los que defienden sus intereses, lo hacen ellos mismos: han acudido a mediaci¨®n familiar para resolver sus diferencias. Una psic¨®loga y una abogada tratan de guiar su conversaci¨®n para que logren entenderse a pesar de la tensi¨®n del momento y el dif¨ªcil trance que est¨¢n pasando.

En Espa?a se realizan en torno a 10.000 procesos de mediaci¨®n al a?o

El escenario es una sala luminosa de una segunda planta de la calle Goya, en Madrid. La pareja se sienta en c¨ªrculo con la psic¨®loga y la abogada. En una pizarra de papel se van concretando los miedos de cada uno, las esperanzas, los conflictos, los acuerdos a los que se va llegando, qui¨¦n va a pagar qu¨¦... cada avance queda recogido como punto de partida para las siguientes sesiones.

El de los L¨®pez es un caso relativamente sencillo y las mediadoras conf¨ªan en que el acuerdo se logre en el siguiente encuentro. Sus hijas son mayores de edad y no hay muchos bienes que dividir. Es triste, como cualquier ruptura, pero ambos han llegado al proceso con una actitud de respeto y sin reproches. No siempre es tan f¨¢cil. Otras veces hace falta una catarsis emocional y que la pareja se diga todo lo que siente para poder continuar. ¡°Es un proceso que puede ser duro¡±, dice Mar¨ªa Quero, psic¨®loga y mediadora que atiende a los L¨®pez en la primera sesi¨®n para pactar el divorcio. ¡°En las sesiones suele haber l¨¢grimas, reproches, incluso gritos. Pero tambi¨¦n se van acercando posturas¡±. El objetivo siempre es el mismo: lograr separaciones civilizadas, respetuosas, que culminen con acuerdos con los que ambos se sientan razonablemente satisfechos. Y que los protagonistas de los acuerdos no sean los abogados sino los que mejor conocen sus necesidades: la propia pareja.

La mediaci¨®n familiar est¨¢ en auge. Actualmente se aplica en 297 juzgados espa?oles. De los 100.437 divorcios, separaciones o nulidades que hubo en 2013 ¡ª¨²ltimo a?o del que hay datos disponibles¡ª, 5.116 pasaron por mediaci¨®n, seg¨²n el Consejo General del Poder Judicial; un crecimiento del 67% con respecto al a?o anterior. Estos datos solo se refieren a la mediaci¨®n intrajudicial, la que se lleva a cabo por recomendaci¨®n de un juez. En la extrajudicial, que se inicia por decisi¨®n de las partes ¡ªque prefieren acudir a un mediador que contratar a uno o dos abogados¡ª, es m¨¢s dif¨ªcil recopilar datos porque no est¨¢n centralizados. Pero las asociaciones y despachos privados aseguran que la mediaci¨®n familiar es un boom. ¡°En los dos primeros meses de 2015, en Mediaci¨®n Siglo 21 hemos aumentado las consultas un 350% con respecto al a?o pasado¡±, asegura Mar¨ªa Quero. Desde la Asociaci¨®n Espa?ola para la Mediaci¨®n (Asemed) calculan que en Espa?a se realizan, en total, 10.000 mediaciones anuales.

El coste del divorcio oscila entre 400 y 3.000 euros. Con mediaci¨®n, 600

Los L¨®pez siguen avanzando en su sesi¨®n. ¡°Nuestra relaci¨®n se ha deteriorado, pero hemos compartido mucho¡±, dice Luis en tono conciliador. Las dos hijas de Ana y Luis todav¨ªa no conocen las intenciones de sus padres. ¡°?Cu¨¢ndo se lo vais a contar?¡±, pregunta la mediadora Quero. ¡°La peque?a [23 a?os] se lo imagina; se lo diremos m¨¢s adelante¡±, anuncia la madre. En mediaci¨®n se tratan todos los temas que afectan a la pareja: fotos, muebles, hijos, mascotas o emociones. ¡°Queremos que lleguen a un acuerdo por s¨ª mismos y que se enfrenten a sus problemas¡±, apunta Quero. Los L¨®pez no terminan de llegar a acuerdos con el p¨¢jaro que comparten. ¡°Lo cuido yo¡±, dice Ana. ¡°S¨ª, pero despu¨¦s de haberte cargado a los tres anteriores¡±, replica ¨¦l con sorna.

Horas antes que los L¨®pez, pas¨® por esa misma sala otra pareja en proceso de divorcio y con dos hijos menores. Llevaban tres meses sin hablarse; sus comunicaciones las hab¨ªan realizado sus abogados. ¡°Ha sido una sesi¨®n dura¡±, cuenta Yolanda Ram¨ªrez, abogada y mediadora. ¡°Cuando la ¨²nica relaci¨®n que se establece es v¨ªa judicial, todo es m¨¢s ¨¢spero y agresivo¡±, opina. ¡°Al crear un entorno m¨¢s c¨¢lido y menos jur¨ªdico, las personas expresan mejor sus inquietudes¡±, a?ade Quero.

Tras casi una hora tasando sus propiedades; calculando sus ahorros, mencionando los miedos a los que se enfrentan y dando pinceladas sobre la vida que han compartido, los L¨®pez han hecho avances. ¡°?Quieres alg¨²n CD?¡±, pregunta ¨¦l, mel¨®mano empedernido. ¡°Los de Nino Bravo, que sabes que me encantan¡±, contesta ella. ¡°La mediaci¨®n se ha aplicado de toda la vida, pero la abandonamos. La figura de los sabios de la tribu es mediaci¨®n¡±, apunta Ana Criado, presidenta de la Asociaci¨®n de Mediadores de Madrid.

Ha pasado una semana, y Ana y Luis acuden a su segunda cita. Llegan juntos. ¡°Vamos a registrar los acuerdos. Y ver si ha surgido alguna complicaci¨®n¡±, les dice Yolanda Ram¨ªrez. ¡°Lo tenemos todo bastante claro¡±, reconoce Ana. Para muchos profesionales, que las partes tomen el control de la ruptura tiene mucho que ver con el ¨¦xito de la mediaci¨®n. La econom¨ªa es otra de las causas. Un divorcio puede costar entre 400 y 3.000 euros. La mediaci¨®n p¨²blica es gratuita mientras que una sesi¨®n privada oscila entre 40 y 150 euros la hora.

¡°Normalmente, para llegar a un acuerdo en un divorcio se necesitan entre 6 y 10 sesiones¡±, dice Quero. Los L¨®pez parece que van a sellar sus diferencias en tres encuentros; tienen casi todo cerrado. Cuando llega el d¨ªa de la firma, los sentimientos vuelven a aflorar. Parece que se da un paso atr¨¢s. Pero el acuerdo llega a buen puerto. La separaci¨®n es triste, pero, dentro de la tristeza, creen que lo han hecho de la mejor manera posible.