PSOE y PP defienden su territorio ante el auge de Podemos y Ciudadanos

La batalla de las elecciones andaluzas del 22 de marzo se libra en varios frentes. Y a medida que avanza la campa?a se comprueba con mayor nitidez que al cl¨¢sico eje entre izquierda y derecha, es decir, entre el PSOE y el PP, se le ha sumado un nuevo eje: la pugna es tambi¨¦n entre lo tradicional y lo nuevo. Se trata de una lucha intestina, en la que el PSOE intenta defender su territorio entre el electorado de izquierdas por el avance de Podemos y el PP, el suyo ante el sorprendente y reciente auge de Ciudadanos entre los votantes del centro-derecha.

PSOE y PP, los dos partidos que han sustentado el sistema pol¨ªtico espa?ol en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, las dos formaciones que han representado el archiconocido bipartidismo, est¨¢n luchando voto a voto con sus nuevos competidores. Atr¨¢s quedaron los ninguneos y sus dudas al abordar un fen¨®meno que amenaza con quebrar el equilibrio vigente. Ahora, cuando las urnas est¨¢n a la vuelta de la esquina, tanto PSOE como PP han entrado en el enfrentamiento directo con los partidos pujantes.

Eso pese a que Andaluc¨ªa sigue siendo una isla en el mapa pol¨ªtico de Espa?a, donde se vislumbra ya un equilibrio de fuerzas, casi un empate, entre PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. En esta comunidad, gobernada por los socialistas desde 1982, no est¨¢ en cuesti¨®n que PSOE y PP seguir¨¢n siendo los dos principales partidos. Pero todos saben que es el primer escenario donde se medir¨¢n las fuerzas de unos y otros. Despu¨¦s, a lo largo del a?o, vendr¨¢n elecciones municipales, auton¨®micas, catalanas y generales.

Y conscientes de que el primer impacto puede marcar lo que venga despu¨¦s, los dos grandes partidos intentan evitar la dispersi¨®n del voto y los dos emergentes aspiran a abrir una brecha que haga cre¨ªble que el cambio es incontenible.

La presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa y candidata socialista, Susana D¨ªaz, est¨¢ desacreditando las recetas de Podemos, acusa al partido de Pablo Iglesias de ocultar su programa y este jueves, sin ir m¨¢s lejos, sostuvo que est¨¢ ¡°comprando el discurso a la derecha¡±. D¨ªaz se refer¨ªa de esta manera a unas declaraciones de la candidata auton¨®mica de Podemos, Teresa Rodr¨ªguez, acerca de las ¡°redes clientelares¡± que se han creado en Andaluc¨ªa en torno al Plan de Empleo Rural (PER). El PER, un sistema que garantiza el empleo a miles de jornaleros andaluces por la temporalidad de las campa?as agr¨ªcolas, no es cuestionado desde hace a?os por ning¨²n partido pol¨ªtico. Y ning¨²n Gobierno ha cambiado la esencia de su funcionamiento desde que lo puso en marcha Felipe Gonz¨¢lez en su primer mandato, a principios de los ochenta del siglo pasado.

Pese a que desde hace tiempo no es objeto de pol¨¦mica, el PER sigue siendo un asunto muy sensible en los peque?os pueblos agr¨ªcolas de Andaluc¨ªa, donde reside buena parte de la fortaleza del PSOE en esta comunidad.

Susana D¨ªaz critica que la candidata morada ponga en duda el PER

El PP, por su parte, no ha parado desde el inicio de la campa?a electoral de reclamar el voto ¨²til, el voto del mill¨®n y medio de andaluces que se inclin¨® por Javier Arenas en las elecciones auton¨®micas de 2012. Sorprendidos por el auge de Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, los populares han puesto en marcha un discurso en el que se identifica a este partido con el PSOE. Recuerdan que el candidato andaluz de Ciudadanos, Juan Mar¨ªn, gobierna en coalici¨®n con los socialistas en el Ayuntamiento de Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz).

En ese frente contra Ciudadanos ha habido excesos, como el del delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa, Antonio Sanz, quien el mi¨¦rcoles afirm¨® en un acto del PP: ¡°Lo voy a decir muy claro. Yo no quiero y no me gusta que a Andaluc¨ªa se le mande desde Catalu?a ni que su futuro pol¨ªtico lo decida un pol¨ªtico que se llama Albert¡±.

Ante el revuelo suscitado, Antonio Sanz quiso este jueves matizar a trav¨¦s de la red social Twitter: ¡°Lamento la confusi¨®n con mis palabras. M¨¢ximo respeto y admiraci¨®n por Catalu?a. Una cosa es hablar de un partido pol¨ªtico y otra de una comunidad aut¨®noma¡±.