Ana Mato, abucheada tras recoger el auto del ¡®caso G¨¹rtel¡¯ en la Audiencia
La exministra ha sido increpada por un grupo de preferentistas de Bankia
La exministra de Sanidad Ana Mato ha acudido este viernes a la Audiencia Nacional a recoger el auto de apertura de juicio oral por el caso G¨¹rtel en el que ser¨¢ procesada como part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo y por el que tendr¨¢ que responder con una fianza de 28.467 euros por responsabilidad civil.
Mato, ahora diputada rasa, ha accedido al edificio a las 9.35 parapetada tras su abogado y ha salido 15 minutos despu¨¦s. Los preferentistas de Bankia, que han acudido a seguir los interrogatorios de las 'tarjetas black' de Caja Madrid, la han increpado desde la esquina de la calle Prim con Conde de Xiquena. Los gritos que se han escuchado han sido "ladrones", "chorizos" y "vas a caer".
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz cerr¨® el 26 de noviembre de 2014 la investigaci¨®n de la primera parte del caso G¨¹rtel con una resoluci¨®n que sacudi¨® de nuevo los cimientos del PP. El magistrado propuso que la entonces ministra de Sanidad, Ana Mato, fuera juzgada por la trama de corrupci¨®n en calidad de ¡°part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo¡±. Mato dimiti¨® horas despu¨¦s.
Ruz entiende que Mato y sus hijos disfrutaron de viajes y regalos por valor de al menos 36.688 euros que la red pag¨® a su exmarido y exalcalde de Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid), Jes¨²s Sep¨²lveda, a cambio de contratos p¨²blicos entre los a?os 2000 y 2005. Sep¨²lveda recibi¨® de la organizaci¨®n liderada por Francisco Correa como m¨ªnimo 732.640 euros ¡ªtanto en met¨¢lico, como en viajes, regalos y veh¨ªculos¡ª por sus adjudicaciones irregulares.
Su exmarido, Jes¨²s Sep¨²lveda, tambi¨¦n sufri¨® ayer el acoso de este mismo grupo de preferentistas cuando, al igual que hoy Mato, acudi¨® personalmente a recoger el auto de apertura de juicio oral por hechos por los que el fiscal pide para ¨¦l 15 a?os y 4 meses de c¨¢rcel. A gritos de chorizo, ladr¨®n y cerdo, los preferentistas le persiguieron andando a lo largo de la calle Almirante hasta que Sep¨²lveda y sus acompa?antes se subieron a su coche, donde le siguieron increpando.
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