La otra forma de recortar

Hace ahora tres a?os, cuando en la recta final de la campa?a electoral andaluza de 2012 las encuestas auguraban una mayor¨ªa absoluta del PP, los profesionales del sector sanitario esperaban con nervios y, seg¨²n afirmaban entonces, con cierto temor. Las comunidades gobernadas por los populares hab¨ªan ido anunciando en el ¨²ltimo a?o planes de privatizaciones, propuestas de copago y recortes de servicios y todos daban por hecho que estos llegar¨ªan tambi¨¦n a Andaluc¨ªa. PSOE e IU utilizaban esos ejemplos para advertir de lo que ocurrir¨ªa si ganaba el PP y los sindicatos se movilizaron para frenar la anunciada hecatombe de los servicios sociales.

El PP gan¨®, pero sin mayor¨ªa para gobernar, y PSOE e IU acordaron un Gobierno de coalici¨®n con el compromiso de poner los servicios p¨²blicos a salvo de los recortes. Andaluc¨ªa estaba llamada a convertirse en un contrapunto a las pol¨ªticas del PP. ?Lo ha conseguido? Seg¨²n el Gobierno regional, sin duda s¨ª. Seg¨²n los expertos consultados, tambi¨¦n, pero con muchos matices. ¡°Los recortes han afectado a todas las comunidades, pero a unas m¨¢s que a otras. Y Andaluc¨ªa est¨¢ en el grupo de las que menos. Pero eso no significa que su gesti¨®n haya sido maravillosa¡±, afirma Marciano S¨¢nchez Bayle, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica.

El Ejecutivo andaluz no ha privatizado hospitales, ni ha aplicado copagos, ni ha retirado la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares como impon¨ªa el decreto aprobado por el Gobierno de Rajoy en abril de 2012, que la Junta tiene recurrido ante el Tribunal Constitucional. Pero los servicios sociales no se han salvado de los recortes. Los sindicatos, que hace tres a?os se conjuraron con PSOE e IU para evitar la victoria del PP, son ahora los m¨¢s cr¨ªticos. ¡°Andaluc¨ªa ha hecho seguidismo de los recortes del Gobierno¡±, asegura Antonio Mac¨ªas, el secretario general de Servicios Sociales y Sanitarios de UGT en Andaluc¨ªa.

Los profesionales sanitarios no han dado respiro a la Junta. Sus reivindicaciones se han centrado en la pol¨ªtica de personal, por la que m¨¢s de 10.000 eventuales de la sanidad andaluza vieron reducido su horario y su sueldo en un 25%, a la vez que la falsa estabilidad laboral de la que hab¨ªan disfrutado se ven¨ªa abajo con contratos que, en muchos casos, se renovaban mes a mes. La situaci¨®n ha mejorado en los ¨²ltimos meses con el fin de esas contrataciones al 75% y una oferta de empleo p¨²blico con m¨¢s de 3.000 plazas. Pero los empleados aseguran que esas medidas no solo les ha perjudicado a ellos, sino que ha da?ado el coraz¨®n del sistema. ¡°Ante cualquier crisis sanitaria se desbordan las urgencias¡±, afirma Antonio Mac¨ªas.

La Junta esgrime sus cifras para rebatir este argumento. La lista de espera quir¨²rgica es de 47 d¨ªas para los procesos m¨¢s frecuentes, casi la mitad de la media espa?ola (90 d¨ªas); solo el 3% de la actividad sanitaria que se realiza en el sistema sanitario p¨²blico de salud es concertada; y no se han eliminado prestaciones ni se han cerrado centros. El Gobierno andaluz no habla de recortes, sino de ¡°medidas de eficiencia que contienen el gasto sin mermar la calidad¡±. Entre ellas cita la subasta de f¨¢rmacos, recurrida por el Gobierno y que supone un ahorro de 200 millones al a?o; la reducci¨®n del 20% del n¨²mero de directivos de sus centros (71 directivos menos), con los que se ahorran 6,9 millones; o el impulso a la cirug¨ªa mayor ambulatoria, las operaciones que no necesitan ingreso, que ahorran 300 millones al a?o.

Ah¨ª se explica, seg¨²n la Junta, que su presupuesto sanitario per c¨¢pita sea el m¨¢s bajo de Espa?a. 980 euros por habitante en 2014, frente a los 1.541 del Pa¨ªs Vasco, la comunidad que m¨¢s gasta. El presidente de la asociaci¨®n para la defensa de la sanidad p¨²blica comparte que algunas pol¨ªticas del Gobierno andaluz, sobre todo las de ahorro farmac¨¦utico, ¡°muy rigurosas y efectivas¡±, repercuten en un menor gasto por habitante, pero cree que el presupuesto es demasiado ajustado para garantizar la calidad que se espera del sistema. ¡°Si se compara con Madrid, Catalu?a o Valencia casi tiene un sobresaliente. Pero esa no es la cuesti¨®n¡±, advierte.

El Ejecutivo regional opt¨® por ser contrapunto de la pol¨ªtica social del PP

En Dependencia, la otra gran pata sociosanitaria maltratada por los recortes, la Junta se ha esforzado por mantener las prestaciones y, seg¨²n Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez, de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, lo ha hecho bien. Ha renegociado los contratos con los geri¨¢tricos para aumentar plazas y abaratar costes, ha evaluado a m¨¢s de 35.000 personas en un a?o y generado 2.000 empleos. En el ¨²ltimo informe del Observatorio de la Dependencia obtiene un 7,1 sobre 10. ¡°El barco iba a toda m¨¢quina. Ha estado dos a?os parado y se ha vuelto a poner en marcha con coherencia, a pesar de los recortes de Rajoy¡±, dice Ram¨ªrez.