El teatro espa?ol, bajo la mirada de Melp¨®mene
Estos a?os la crisis se ha cebado de forma especial con la cultura y el teatro no es una excepci¨®n
Este viernes 27 de Marzo se celebraba el ¡°D¨ªa Mundial del Teatro¡±, pero el teatro espa?ol tiene poco que celebrar. Como representaci¨®n de la vida misma, ¨¦ste no se sustrae a un tiempo m¨¢s de tragedia que de comedia. De las dos musas del teatro, representadas por Tal¨ªa -la m¨¢scara alegre de la comedia- y por Melp¨®mene -la m¨¢scara triste de la tragedia-, es ¨¦sta ¨²ltima la que de forma desequilibrada ha preponderado durante este tiempo.
Estos a?os la crisis se ha cebado de forma especial con la cultura y el teatro no es una excepci¨®n. A lo que puede ser una din¨¢mica compartida con el resto de la sociedad, se han sumado decisiones gubernamentales que han multiplicado el da?o m¨¢s all¨¢ de lo previsible. Decisiones como establecer el IVA cultural m¨¢s alto de Europa, han provocado un descenso importante de espectadores y representaciones. Es una constante al charlar con gentes del sector escuchar c¨®mo en esta situaci¨®n, solo las representaciones m¨¢s exitosas apenas sirven para ¡°salvar los muebles¡± desde el punto de vista econ¨®mico. Si comparamos las cifras de 2013 con las de 2012, se puede observar c¨®mo el n¨²mero de representaciones ha descendido un 4,4%, la asistencia un 3,2% y la recaudaci¨®n un 2%; veremos las cifras definitivas de 2014.
Emulando a Marco Antonio en el Julio Cesar de Shakespeare, podr¨ªa decir que el PP ha pretendido acabar con las artes esc¨¦nicas en Espa?a¡y lo dir¨¦, porque el PP no es un partido honrado
El ¡°D¨ªa internacional del Teatro¡± es un buen hito para poner el acento en los trabajadores del teatro que, obviamente, sufren el descenso de actividad en las artes esc¨¦nicas, con m¨¢s paro y menos ingresos. Recientemente, la entidad AISGE se?alaba en los resultados de un estudio sobre sus socios, que es minoritario el porcentaje de actores/actrices que pueden vivir exclusivamente de su profesi¨®n, que una abrumadora mayor¨ªa necesita compatibilizar esta actividad con alguna otra, alejada en la mayor¨ªa de los casos de la actividad art¨ªstica. Productores/as, directores/as y otros/as profesionales se ven tambi¨¦n afectados, reflejando esta precariedad creciente en el sector; productores y promotores que no han visto en medio de la crisis un esfuerzo por parte del Gobierno, un impulso a la colaboraci¨®n p¨²blico-privada que permita superar la crisis y aprovechar mejor los recursos existentes. Y frente a una creencia extendida, no son un sector que dependa en demas¨ªa de subvenci¨®n alguna (sorprender¨ªa la comparaci¨®n con otros muchos sectores de nuestra econom¨ªa).
La interpretaci¨®n, como todas las artes, es una dedicaci¨®n con un marcado car¨¢cter vocacional. Esto hace que actores y actrices acepten condiciones cada vez m¨¢s precarias para poder trabajar ¨C ¡°un actor lo que quiere es actuar, como sea¡±-, como consecuencia de un sector cada vez m¨¢s empobrecido. Hasta redes pr¨¢cticamente autogestionarias, como las de teatro alternativo, est¨¢n sufriendo dificultades en muchas ciudades de Espa?a para mantener sus espacios, habida cuenta de la pr¨¢ctica desaparici¨®n de cualquier m¨ªnimo soporte de colaboraci¨®n p¨²blica.
Nos hemos empobrecido como sociedad, destruyendo un tejido cultural que va a costar mucho recuperar en el futuro. Hemos ahogado as¨ª muchas posibilidades de desarrollo para el futuro. Porque las artes esc¨¦nicas, como casi toda la cultura, no son ecosistemas que se puedan recuperar por arte de magia y aunque es cierto que el talento brota en cualquier inclemencia, tambi¨¦n es cierto que las redes culturales, teatros, compa?¨ªas, productos, son dif¨ªciles de reproducir con inmediatez. De ah¨ª que los poderes p¨²blicos han cometido una enorme irresponsabilidad al dejar deteriorarse un sector como el de las artes esc¨¦nicas con la crisis y haber adem¨¢s ayudado a que ese deterioro fuera a¨²n mayor.
La estad¨ªstica m¨¢s prudente se?ala que la actual contribuci¨®n de la cultura al Producto Interior Bruto espa?ol es, al menos, del 3,4%; y su peso en t¨¦rminos de empleo es del 2,8 % del total. Los socialistas creemos que con una apuesta decidida por parte de las administraciones p¨²blicas, el peso de nuestra cultura puede aumentar sustancialmente y converger con la media de participaci¨®n del 6,5% del PIB que tiene la UE, y con el 6,5% del empleo del total de la poblaci¨®n activa europea.
Hay razones para respaldar este enorme potencial como el hecho de que seamos uno de los pa¨ªses con mayor y mejor patrimonio hist¨®rico cultural, o por el hecho de que tengamos empresas y creadores/as de primer nivel mundial en todos los sectores de la creaci¨®n. Tenemos un sector cultural competitivo como demuestra que en 2013, por primera vez desde 2004, se observa un saldo comercial positivo en el sector de bienes y servicio culturales de 36,5 millones de euros.
Para lograrlo lo primero es que exista una pol¨ªtica cultural en el Estado, porque actualmente no la hay. Es un lugar com¨²n entre agentes culturales de todos los ¨¢mbitos, referirse a la actitud de la Secretar¨ªa de Estado de Cultura y al Ministerio, como ¡°deserci¨®n¡±. El pr¨®ximo Gobierno debe tener una estrategia de desarrollo del sector con objetivos, con la participaci¨®n e implicaci¨®n del sector. Por eso plantearemos la creaci¨®n de un ¡°Consejo de las Artes y la Cultura¡± estatal, con participaci¨®n efectiva de representantes del sector de la cultura, que informe de manera permanente los planteamientos de un futuro Ministerio de Cultura. Es urgente desarrollar un ¡°Estatuto del Creador, del Artista y del Emprendedor Cultural¡±, no podemos tener un objetivo de desarrollo del sector si no establecemos tambi¨¦n un modelo justo de condiciones sociolaborales para los trabajadores de la cultura ¨C y ya de paso rompemos t¨®picos sobre su supuesta dependencia de la subvenciones y/o privilegios-.
Espa?a debe plantearse la cultura como una cuesti¨®n principal de Estado. En la cultura tenemos una gran oportunidad de desarrollo econ¨®mico, de creaci¨®n de empleo y de impulso a un sector que puede ser determinante para el desarrollo de importantes industrias espa?olas, como el turismo. Pero no debemos olvidar que en esta funci¨®n debemos crear condiciones justas y coherentes de trabajo o de jubilaci¨®n. Y se debe recuperar la educaci¨®n art¨ªstica en todas las etapas de la educaci¨®n, como clave para una ciudadan¨ªa m¨¢s plena y cualificada.
Se dice constantemente que despu¨¦s de la transici¨®n desde la econom¨ªa del trabajo a la econom¨ªa del capital, el siguiente estadio es y ser¨¢ la econom¨ªa del conocimiento y la creaci¨®n. Una sociedad que desprecia la creatividad y el talento, no puede ser fuerte a la hora de incorporarse a la econom¨ªa del conocimiento, ni construir un modelo de desarrollo econ¨®mico sostenible en el futuro.
Melp¨®mene ha reinado durante demasiado tiempo, ha llegado el momento de dar paso a Tal¨ªa. Sin olvidar todo lo que ha pasado, aprendiendo de ello. No en vano Melp¨®mene es hija de la tit¨¢nide Mnemosine, la memoria.
Continuando con lo grecolatino, hace unos d¨ªas observaba el colosal mosaico romano expuesto en el Museo Arqueol¨®gico Nacional. En ¨¦l se muestra a Baco, dios del teatro, entrando triunfante en un carro tirado por dos tigresas, mientras la diosa Victoria le ci?e una corona y la palma de la victoria. Sea ¨¦sta la imagen del futuro del teatro espa?ol.
Ib¨¢n Garc¨ªa del Blanco, el secretario de Cultura de la Ejecutiva Federal del PSOE
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