El PP evitar¨¢ la confrontaci¨®n con Ciudadanos para recuperar votantes

El PP evitar¨¢ la confrontaci¨®n con Ciudadanos durante la campa?a electoral de las municipales y auton¨®micas del 24 de mayo, seg¨²n los an¨¢lisis de la direcci¨®n del partido a los que ha tenido acceso EL PA?S y que se proyectar¨¢n en la Junta Directiva Nacional, que se reunir¨¢ este martes en un momento en el que la pugna interna agrieta el partido. La estrategia de no agresi¨®n a Ciudadanos no impedir¨¢ que los populares denuncien lo que consideran contradicciones o carencias del partido que lidera Albert Rivera. No en vano, esta formaci¨®n le est¨¢ disputando al PP un espacio electoral que considera propio, lo que le resta votos vitales para lograr concejales o restos que sirven para obtener esca?os (algunos se disputan por centenares de votos) y, en definitiva, debilita notablemente su poder territorial.

Seg¨²n el an¨¢lisis del PP, en las elecciones andaluzas los votos de Ciudadanos procedieron de las zonas en las que hasta ahora era especialmente fuerte el partido de Mariano Rajoy. Es en el voto urbano ¡ªen las ciudades y, sobre todo, en las capitales¡ª en donde Ciudadanos obtiene sus mejores resultados. Hasta ahora la fortaleza del PP estaba en las capitales andaluzas ¡ªincluso lleg¨® a gobernar en todas¡ª y ese voto era el que facilitaba un n¨²mero importante de esca?os a los populares en esa comunidad. Ahora, la direcci¨®n de G¨¦nova teme que ese fen¨®meno se pueda trasladar a otras capitales y grandes ciudades el 24-M.

Ese an¨¢lisis de los populares estima que Ciudadanos y, especialmente su l¨ªder, tienen buena imagen entre los votantes del PP. ¡°Rivera cae bien entre nuestros votantes y tienen posiciones pol¨ªticas que no solo no molestan sino que son percibidas de forma positiva por los nuestros¡±, asegura uno de los m¨¢ximos dirigentes del PP. Por eso, concluyen que no se entender¨ªa una confrontaci¨®n y que son muy contraproducentes ¡°salidas de tono¡± para descalificar a Ciudadanos, como la de ¡°Naranjito¡± o la de ridiculizar su origen catal¨¢n. ¡°Si creemos que son nuestros votantes y queremos recuperarlos no podemos insultarlos¡±, explican.

Esa tesis no empece para que el PP se vuelque en intentar buscar las debilidades del partido naranja, para recuperar a sus votantes ahora molestos con los populares. Por ejemplo, seg¨²n los estudios del PP, Ciudadanos es percibido como un partido sin programa concreto y sin equipo. Y la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos no conoce a los candidatos de esta formaci¨®n en cada una de las poblaciones y cada una de las provincias de las comunidades con elecciones auton¨®micas. ¡°Tenemos que hacer que quede claro que Albert Rivera no se presenta en ninguna de esas elecciones¡±, explica ese dirigente del PP a la luz de su an¨¢lisis pormenorizado.

La irrupci¨®n de Ciudadanos le ha creado al PP una situaci¨®n ins¨®lita, porque nunca antes hab¨ªan competido con otra formaci¨®n en su espectro ideol¨®gico y, adem¨¢s, con el agravante de producirse en el momento de mayor desgaste de la marca del partido. Lo m¨¢s parecido es la aparici¨®n en 2011 de UPyD, pero con la notable diferencia de que entonces los populares estaban en pleno avance, lo que les llev¨® a la mayor¨ªa absoluta en las generales y unos meses antes a acumular el mayor poder territorial que nunca antes haya tenido un partido en Espa?a. Menos llamativo, pero tambi¨¦n preocupante para el PP, es la cantidad de candidaturas locales que en peque?os municipios puedan surgir de aqu¨ª al 24-M.

En el caso de Ciudadanos, las fuentes consultadas admiten que tambi¨¦n hace contraindicada la confrontaci¨®n el hecho de que el partido de Rivera pueda ser el ¨²nico con el que poder pactar en alg¨²n ayuntamiento o comunidad aut¨®noma. Esos posibles acuerdos locales s¨ª tendr¨ªan el efecto positivo para el PP de poder mostrarse como el titular del voto ¨²til que garantice la estabilidad en las generales previstas para noviembre. Otra de las preocupaciones de la direcci¨®n del PP es el voto joven. Primero, porque Ciudadanos ha logrado notables resultados en ese sector en las andaluzas; y segundo, porque los populares admiten que tienen grandes dificultades para llegar a los m¨¢s j¨®venes.

En un momento de nuevos l¨ªderes y renovaci¨®n de todos los partidos, el PP tiene imposible dar esa imagen. Esa situaci¨®n se agudiza para las generales porque es muy probable que el PP sea el ¨²nico gran partido que no cambia de candidato. Adem¨¢s, los estudios de los populares detectan distancia notable entre Mariano Rajoy y ese sector social. Por eso, el Gobierno se plantea para el final de la legislatura el buscar medidas que puedan ser percibidas como positivas por los j¨®venes, intentando acompa?arlo de gestos pol¨ªticos para buscar ese voto.

El PP evitar¨¢ la confrontaci¨®n con Ciudadanos para recuperar votantes

Esa estrategia se completa con el intento por traducir las cifras y los datos econ¨®micos en decisiones concretas que los votantes consideran m¨¢s pr¨®ximas. Gobierno y PP buscan c¨®mo poner el acento en medidas sociales y en todo lo que pueda hacer que los espa?oles perciban la recuperaci¨®n. En t¨¦rminos de comunicaci¨®n pol¨ªtica, los populares aseguran que pretenden humanizar el partido y el Gobierno, cambiando el eje del debate p¨²blico para que se perciba en cada casa la recuperaci¨®n econ¨®mica. As¨ª, admiten que la reforma fiscal no ha funcionado como esperaban.

En esta l¨ªnea, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, pidi¨® este domingo en una entrevista a Efe a su partido que abandone el ¡°grand¨ªsimo error¡± que supone la ¡°tendencia¡± a rehuir el debate ideol¨®gico porque esa actitud genera desafecto en el electorado y no hay que fiarlo todo a la econom¨ªa porque ¡°no lo es todo¡±. Aguirre cuestiona que el PP lo base todo en el criterio de haber logrado la recuperaci¨®n y la salida de la crisis. La candidata al Ayuntamiento de Madrid quiere que, adem¨¢s, los votantes del PP se reconozcan en su partido. La estrategia del PP, siempre seg¨²n las fuentes, se completa con la presentaci¨®n del partido como la garant¨ªa de estabilidad frente a gobiernos regionales formados por dos o tres o hasta cuatro partidos.