El candidato Rajoy presume de normal

¡°Sensatos, eficaces, formados, preparados, cualificados, experimentados, profesionales, realistas, trabajadores, no derrotistas y con las ideas claras¡±. As¨ª defini¨® ayer Mariano Rajoy a los candidatos honrados y honestos de la marca PP, excepto alguna ¡°manzana podrida¡±, frente a todos los dem¨¢s, a los que descalific¨® tambi¨¦n en gen¨¦rico como ¡°demagogos, populistas, sectarios y fr¨ªvolos¡±. Con esa divisi¨®n por bandera, el aspirante del PP se dirige a ¡°los millones de personas que no son as¨ª, que quieren las cosas de los seres humanos normales¡±, para asegurarles que solo el PP se ocupar¨¢ de conseguir lo ¨²nico que de verdad les importa: en torno a 800.000 puestos de trabajo este a?o y tres millones hasta finales de 2019.

Si Mariano Rajoy presumiera de algo ser¨ªa de ser un hombre normal, con una familia y una vida normal, con pasiones, ambiciones y lecturas normales pero con un trabajo ¨²nico. El presidente del Gobierno quiere presentarse y lograr la reelecci¨®n a finales de a?o y que su partido no pierda demasiado poder ahora, en las elecciones auton¨®micas y municipales del 24 de mayo, a sabiendas de que est¨¢n ante un momento muy complicado, con un ¡°reto duro y trascendental¡±.

El PP espera un castigo y no sabe de qu¨¦ tama?o ser¨¢. En el PP saben que durante tres a?os no cumplieron ni con su programa ni con sus principales promesas y conf¨ªan en que su electorado, al menos un suelo importante de los que les votan siempre, incluso en los peores momentos, reflexionen ante el momento de la verdad y se den cuenta, casi por comparaci¨®n, de que ellos son el mal menor, la malo conocido, los m¨¢s fiables dentro de un incierto y arriesgado escenario de ruptura. Una estrategia conservadora.

Ante esa dicotom¨ªa, lo normal y previsible frente a lo nuevo y desconocido, Rajoy y el PP van a apostar todo a crear empleo. El mayor n¨²mero de puestos de trabajo posibles. ?l repite a diario en p¨²blico que ser¨¢n m¨¢s de 500.000 trabajos este a?o pero espera en realidad superar el r¨¦cord de 800.000 y presentarse con menos parados que los que le dej¨® el expresidente socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Los estrategas populares han convencido al presidente de que los espa?oles, al final, premiar¨¢n al l¨ªder que evit¨® la ruina de Espa?a, el rescate, la bajada de un 20% de las pensiones y apreciar¨¢n al mandatario que vuelve a situar al pa¨ªs a la cabeza de Europa en crecimiento econ¨®mico. No apelar¨¢n ni al coraz¨®n ni a la pasi¨®n ni a las im¨¢genes medi¨¢ticas ni al atractivo y telegenia de sus aspirantes. Lo f¨ªan todo al bolsillo, la cartera y el trabajo.

A Rajoy le gusta que le presenten como un hombre ¡°honrado, sensato, con seriedad, temple, firmeza y confianza¡±, como le ensalzaron ayer en Madrid varios candidatos auton¨®micos, y con una gran cantidad de sentido com¨²n. Es la caracter¨ªstica que m¨¢s aprecia entre sus colaboradores. Trabajo y sensatez.

Por eso, y por la experiencia de lo vivido y la falta de recursos de estos a?os, no promete grandes obras, bajadas de impuestos ni corta a diario cintas de inauguraciones. Por eso no cree en ¡°los experimentos o fen¨®menos que surgen y desaparecen ante nuestros ojos¡±, en alusi¨®n ahora a Ciudadanos y antes a UPyD, ni en las opciones de ¡°los doctrinarios de nuevo cu?o¡±, como Podemos, que propagan ¡°ocurrencias medi¨¢ticas y dise?os imaginarios¡±.

El PP, en ese dibujo, se pinta como el partido ¡°de Espa?a, de la igualdad, la libertad, la econom¨ªa, la estabilidad y la seguridad¡±. Una formaci¨®n que se ofrecer¨¢ ahora en mayo a los espa?oles, y luego en las generales de noviembre, como el que ha mejorado el cuadro de pa¨ªs que se encontr¨® en 2012 sin ¡°ocurrencias ni tertulias ni marchas atr¨¢s¡±.

Rajoy ataca as¨ª a su futurible socio de Ciudadanos y deja que sean los propios candidatos los que abran la puerta a inminentes pactos poselectorales. Ayer le toc¨® el turno, curisoamente, al bar¨®n de Castilla y Le¨®n, Juan Vicente Herrera, uno de los pocos sobre los que s¨ª se augura una mayor¨ªa absoluta clara: ¡°No tenemos miedo al pacto pol¨ªtico con quienes podemos coincidir¡±.

Rajoy reiter¨® una decena de veces que gobernar y decidir lo que ha sufrido Espa?a estos a?os ha sido mucho m¨¢s duro y dif¨ªcil que hablar pero pretende repetir.