El experimento Floriano

?Qu¨¦ tal si innov¨¢ramos sacando al presidente Mariano Rajoy a la calle?, se dijo Carlos Floriano, el vicesecretario del PP, designado jefe de la campa?a para las municipales y auton¨®micas del 24 de mayo, en un momento de inspiraci¨®n. Y as¨ª se hizo el experimento en la tarde del pasado s¨¢bado, de manera que el l¨ªder and¨®, o mejor anduvo, por las calles del inigualable Benidorm, en el que ha quedado consignado como primer paseo a pie por una ciudad desde que ganara las elecciones generales el 20 de noviembre de 2011. La falta de anuncio previo del cronograma y el itinerario sorprendi¨® desprevenidos a los vecinos y turistas de pernocta, usuarios a esas horas de la v¨ªa p¨²blica, los cuales, sometidos a la prueba del carbono 14, quedaron at¨®nitos ante un viandante arropado por inn¨²meros cargos auton¨®micos, concejales, asesores del gabinete y agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Todo ello con un despliegue de desconcertante naturalidad, como si fuera cosa de todos los d¨ªas el abandono del plasma para pasar al otro lado del espejo.

Pero, ya cerca del punto de saturaci¨®n, ha llegado a quejarse de su suerte por tener que bailar con la m¨¢s fea?

El presidente llegaba a Benidorm con la moral recompuesta despu¨¦s de la reuni¨®n privada, discreta y selecta con un grupo de empresarios e interlocutores sociales celebrada en Elche, seg¨²n refer¨ªa este lunes en estas mismas p¨¢ginas Javier Casqueiro. Queda pendiente la curiosidad de saber si se encontraba entre ellos el compa?ero del cuerpo de Registradores de la Propiedad Francisco Riquelme, titular de uno de los que tiene sede en esa poblaci¨®n, a quien nuestro presidente Rajoy tiene encomendada la llevanza del registro de la vecina Santa Pola, cuya plaza figura a su nombre en el correspondiente escalaf¨®n. El amigo Riquelme recibe as¨ª por esos desvelos adicionales una parte al¨ªcuota de los beneficios mientras el otro 50% pasa en concepto de cuota colegial al Colegio Nacional de Registradores, extra?a figura sin parang¨®n en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol, europeo y mundial.

Nada es ¨®bice para que se le escuche defender esa Espa?a grande que los pr¨®ceres del PP se empe?an en empeque?ecer

Rajoy tiene la sangre fr¨ªa de los peces del Atl¨¢ntico pontevedr¨¦s, ventaja relevante frente a tanto compatriota propenso a la exaltaci¨®n calenturienta. Pero, ya cerca del punto de saturaci¨®n, ha llegado a quejarse de su suerte por tener que bailar con la m¨¢s fea y en momentos en que todo parece que no va a salir bien. Mantiene impasible el adem¨¢n empe?ado en difundir la buena nueva de la recuperaci¨®n, que todos le reconocen con envidia en Bruselas, e insiste en presentarse como la ¨²nica garant¨ªa de la Espa?a Una cuando otros muchos la respaldan. Mientras, asistimos al proceso acelerado de desmoronamiento, donde cada ma?ana tiene su propio af¨¢n y cada tarde aflora una nueva corrupci¨®n adyacente.

Nada es ¨®bice para que se le escuche defender esa Espa?a grande que los pr¨®ceres del PP se empe?an en empeque?ecer. En el horizonte se atisba el futuro, que deparar¨¢ en las elecciones generales de oto?o-invierno una derrota s¨®lo equiparable al hundimiento de UCD en 1982, para la cual las urnas municipales y auton¨®micas del 24 de mayo servir¨¢n de ensayo general en versi¨®n indolora porque la suma aritm¨¦tica de los votos sin contrario (como en los partes de accidente de las compa?¨ªas de seguros) crear¨¢n la ilusi¨®n de una de esas victorias que supone perder la guerra. Al mismo tiempo, avanza la demolici¨®n del pasado, invocado como una gloria que a partir del caso Rodrigo Rato, queda encanallada.