¡°La escuela ha dejado de lado el desarrollo humano de los alumnos¡±
No hay "f¨®rmulas m¨¢gicas" para prevenir casos como el crimen de Barcelona, dice Argu¨ªs Estos sucesos "nos cuestionan como sociedad", considera este especialista

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Lleva 30 a?os en el aula, pero no solo dando clases. Ricardo Argu¨ªs es un maestro especialista en Pedagog¨ªa Terap¨¦utica, licenciado en Psicolog¨ªa y Doctor en Pedagog¨ªa y formador de docentes desde hace 16 a?os. Es profesor en el instituto Santiago Hern¨¢ndez (Zaragoza) y coordina un grupo de trabajo dedicado al estudio y promoci¨®n de la psicolog¨ªa positiva en la educaci¨®n. El programa que impulsan desde 2010, Aulas Felices, est¨¢ ya implantado en 200 escuelas espa?olas. Acaba de pasar por Madrid para participar en unas jornadas de la Fundaci¨®n Bot¨ªn sobre educaci¨®n emocional y eocial. En la entrevista analiza qu¨¦ pudo fallar para que se produjera el crimen de Barcelona en el que un alumno mat¨® supuestamente a un profeso, y qu¨¦ se puede aprender de experiencias ins¨®litas como esta. Tiene claro que en las escuelas no todo es aprenderse la lecci¨®n.
Pregunta. ?Hasta d¨®nde puede llegar la escuela para evitar casos como el de Barcelona?
Respuesta. A la escuela se le est¨¢n atribuyendo muchas funciones que deber¨ªan ser propias de la familia o de otros ¨¢mbitos sociales. La escuela est¨¢ a veces sobrepasada. En casos como el de Barcelona se pueden hacer muchas cosas a nivel preventivo, pero no hay f¨®rmulas m¨¢gicas. Lamentablemente habr¨¢ casos de adolescentes con patolog¨ªas previas y problemas psiqui¨¢tricos que van a estar ah¨ª. Hace dos semanas en Zaragoza hubo un suceso bastante lamentable. Dos chicas de 17 a?os se suicidaron. Ten¨ªan una patolog¨ªa previa, anorexia. Son experiencias que nos hacen cuestionarnos qu¨¦ estamos haciendo como sociedad, como padres, como educadores. Desde la escuela podemos intervenir a nivel de prevenci¨®n.
¡°No hay f¨®rmulas m¨¢gicas para evitar lo que pas¨® en Barcelona¡±
P. ?En qu¨¦ consiste esa prevenci¨®n?
R. Con desarrollo personal y social que permita a los alumnos conocer sus emociones. Es algo fundamental en nuestras vidas, pero a veces no es materia de estudio en nuestras aulas. C¨®mo son esas emociones, c¨®mo las trabajamos, c¨®mo las expresamos, c¨®mo podemos conocer las emociones de los dem¨¢s. Y, m¨¢s all¨¢ todav¨ªa, c¨®mo podemos relacionarnos satisfactoriamente y llevar una vida de bienestar.
P. Sindicatos de docentes y asociaciones de padres creen que los recortes en educaci¨®n han podido afectar en este caso. ?Qu¨¦ opina?
R. Es una pregunta compleja. Posiblemente, pueden haber afectado. Quiz¨¢ en la realidad de muchos centros cada vez tenemos menos tiempo. Hay mucha dedicaci¨®n a lo lectivo. Nos han quitado horas en las que deber¨ªamos coordinarnos, preparar materiales, prepara mejor las clases. Eso afecta a la calidad de lo que estamos haciendo. Mi opini¨®n personal es que hubiera sucedido igualmente, pero lo importante es que saquemos conclusiones de cara al futuro. Estas experiencias despiertan nuestra conciencia y nos permiten pensar que tenemos que atender a otras dimensiones del ser humano. Quiz¨¢ no es posible evitar al 100% casos tan luctuosos, pero s¨ª que entendamos que podemos hacer m¨¢s de lo que hacemos.
¡°Estos casos dram¨¢ticos nos hacen cuestionarnos qu¨¦ hacemos como sociedad¡±
P. ?Cree que las familias deber¨ªan facilitar los informes m¨¦dicos de sus hijos a los centros?
R. Tenemos que compaginar el derecho de los profesores a estar bien informados con el respeto a la intimidad y al anonimato. Hay padres que se niegan a dar informaci¨®n, me ha pasado muchas veces. Sabes que pasa algo pero no sabes lo que es y no est¨¢s preparado. Se necesita un acuerdo para combinar el anonimato con suficiente informaci¨®n.
P. ?Considera que faltan especialistas en las aulas espa?olas?
R. Tambi¨¦n aqu¨ª vamos sufriendo recorte y se nota. Hay centros con dos especialistas en Pedagog¨ªa Terap¨¦utica que ahora tienen uno. Hay equipos de orientaci¨®n que cada vez trabajan con m¨¢s centros. La labor de orientaci¨®n es fundamental, se necesita una buena dotaci¨®n. Si no la hay, el sistema se resiente.
P. Lleva 30 a?os dando clase. ?Son m¨¢s complicadas las aulas ahora que antes?
R. Es un t¨®pico decirlo, pero es as¨ª. Los valores en los que nos hemos educado han cambiado y se nota. Hemos pasado de un modelo autoritario a un sistema donde ha habido una relajaci¨®n excesiva y la figura del profesor ha quedado mucho m¨¢s diluida. Nuestros alumnos est¨¢n bombardeados por lo que viven en casa, por lo que viven a trav¨¦s de los medios, de los videojuegos. Existe mucha informaci¨®n de la violencia que son incapaces de digerir. Hay juegos de ficci¨®n realmente violentos que incitan a verdaderas monstruosidades. Es sorprendente la facilidad para pasar del mundo virtual al mundo real. Cuando llevas muchas horas cortando cabezas en tu pantalla, saltar a la realidad puede ser un paso muy f¨¢cil. Tras tantas horas de entrenamiento producen realidades como la de Barcelona.
¡°A la escuela se le atribuyen funciones que son de la familia¡±
P. ?C¨®mo formar en educaci¨®n emocional a los chavales?
R. Hay que cambiar el chip. No podemos pensar que el desarrollo emocional y social es una asignatura aparte. Debe impregnar todo el quehacer educativo. Desde tu forma de recibir a los alumnos por la ma?ana, a c¨®mo interact¨²as con ellos para resolver los conflictos. Estamos actuando como espejo y como ejemplo. Tambi¨¦n hay momentos espec¨ªficos en los que se puede abordar mejor. En Secundaria, por ejemplo, la hora de tutor¨ªa puede ser un momento privilegiado para trabajar de forma sistem¨¢tica programas de desarrollo emocional y social. A trav¨¦s de un poema en la clase de Lengua podemos trabajar la gratitud, por ejemplo.
P. ?Los docente est¨¢n preparados?
R. La preparaci¨®n actual de los docentes es muy compleja. Hay muchos aspectos que tenemos que trabajar en las aulas. Tambi¨¦n mucha sensibilidad y formaci¨®n. Los cursos de formaci¨®n permanente para el profesorado insisten en estos aspectos desde hace a?os. S¨ª hay profesores preparados, pero falta trabajar y sentar m¨¢s las bases. El problema a veces es la presi¨®n que tenemos por la evaluaci¨®n, por dar todo el programa y en cuanto menos tiempo mejor.
P. Precisamente la ¨²ltima reforma educativa, la Lomce, pone un gran peso en la evaluaci¨®n.
P. Es una contradicci¨®n porque estamos hablando de generar un status continuo de evaluaci¨®n. La Lomce insiste tambi¨¦n en competencias clave que son un factor com¨²n en todos los sistemas educativos europeos: El esp¨ªritu emprendedor que tiene que ver con el desarrollo personal, las competencias sociales y c¨ªvicas, aprender a aprender. Es una contradicci¨®n. ?C¨®mo podemos cargar tanto las tintas en la evaluaci¨®n, en lo acad¨¦mico y dar cabida a otras cosas? Muchos educadores partimos de los principios de la educaci¨®n lenta. Es un nuevo paradigma que viene a decirnos que menos es m¨¢s. A fuerza de insistir en los contenidos, hemos dejado de lado el desarrollo humano. Dejemos un buen poso para trabajar aspectos m¨¢s all¨¢ de lo puramente acad¨¦mico.
P. ?Esa propuesta tiene apoyo de las Administraciones?
R. Todav¨ªa estamos en el camino, pero cada vez hay m¨¢s sensibilizaci¨®n en la comunidad educativa. El problema es trabajarlo de una forma m¨¢s rigurosa y sistem¨¢tica. Las Administraciones educativas deber¨ªan apostar por estos modelos que ya est¨¢n validados. Tenemos muchas evidencias cient¨ªficas que dicen que trabajar lo emocional y lo social repercute positivamente en lo acad¨¦mico.
P. ?Qu¨¦ deben hacer las familias?
R. Ir de la mano de la Administraci¨®n y de los profesores. Si en la escuela estamos dando importancia a cosas que van m¨¢s all¨¢ de lo puramente acad¨¦mico, en casa tambi¨¦n hay que reforzarlo. Trabajar con nuestros hijos los valores consensuados y democr¨¢ticos, la curiosidad, la creatividad, el amor, la inteligencia social¡
P. Eso casa mal con la falta de tiempo generalizada de nuestra sociedad.
R. Falta tiempo a veces. Muchos de nuestros alumnos llegan a casa y pasan solos muchas horas o dedican demasiado tiempo a actividades extraescolares y no est¨¢n apenas con su familia. Hay que reivindicar m¨¢s tiempo para nuestros hijos.
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