Los obispos espa?oles piden un pacto social contra la pobreza
¡°No hemos sabido responder a los lamentos de los mas necesitados¡±, afirman
¡°Perd¨®n por los momentos en que no hemos sabido responder con prontitud a los lamentos de los m¨¢s necesitados¡±. Los obispos espa?oles han entonado este mea culpa por primera vez, apremiados por sus organizaciones sociales, que les cuestionaba su silencio ante la crisis econ¨®mica, la pobreza creciente, el despilfarro y la corrupci¨®n. Lo hacen en una llamada Instrucci¨®n Pastoral, de 11.932 palabras, aprobada el viernes pasado por la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) y presentado hoy en conferencia de prensa. ¡°Debemos afrontar las ra¨ªces de la pobreza; es necesario que los responsables p¨²blicos pongan en marcha acciones de todo tipo: fiscales, de redistribuci¨®n de bienes, de humanizaci¨®n del trabajo. La pobreza es evitable en la actualidad¡±, dijo el responsable de la pastoral social episcopal, Juan Jos¨¦ Omella Omella, obispo de Calahorra y La Calzada-Logro?o. Para ello, pidi¨® un pacto social y ¡°recuperar la dimensi¨®n ¨¦tica de la econom¨ªa¡±.
La instrucci¨®n se titula Iglesia, servidora de los pobres¡¯¡¯.? ¡°Con este texto, los obispos pretenden ofrecer, desde la doctrina social de la Iglesia, una iluminaci¨®n realista, pero a la vez esperanzada, sobre la situaci¨®n social y pol¨ªtica de Espa?a¡±, afirma el episcopado en el comunicado que acompa?a a la pastoral. La ¨²ltima vez que los obispos alzaron la voz sobre este tema fue hace 20 a?os con el t¨ªtulo La Iglesia y los pobres¡¯
Ahora, con la experiencia de los a?os y de varias crisis, m¨¢s las cr¨ªticas y las aportaciones de organizaciones como la Hermandad Obrera de Acci¨®n Cat¨®lica (HOAC), la Juventud Obrera Cat¨®lica (JOC), C¨¢ritas, Redes Cristianas o la Asociaci¨®n de Te¨®logos y Te¨®logas Juan XXIII, los obispos avanzan un paso largamente reclamado: distanciarse de las pol¨ªticas conservadoras y atenerse solo a la cl¨¢sica doctrina social de su organizaci¨®n.
¡°Muchas personas viven sometidas a una econom¨ªa sin rostro humano, con ansias desmedidas de dinero, sin consideraci¨®n a las verdaderas necesidades de las personas. No podemos dejar todo en manos de los poderes econ¨®micos o de la banca. No se puede pensar que la actividad econ¨®mica puede resolver todos los problemas sociales. Pedimos que toda la sociedad vaya trabajando en una sola direcci¨®n¡±, afirma el obispo Omella.
¡°No es un documento pol¨ªtico, ni mucho menos partidista. Es la voz de la Iglesia que no puede quedar reducida a las sacrist¨ªas. No es un documento contra nadie, no es la palabra de un contrincante pol¨ªtico en tiempo electoral¡±, dijo, por su parte, el secretario general y portavoz de la CEE, Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Tamayo.
El mea culpa de los prelados se expresa ya en la introducci¨®n del documento, donde afirman que en los ¨²ltimos a?os, especialmente desde que estall¨® la crisis, han sido testigos del sufrimiento motivado no solo por factores econ¨®micos, ¡°sino tambi¨¦n por factores morales y sociales¡±. A?aden que ese sufrimiento no solo ha afectado a personas y familias, sino tambi¨¦n ¡°a la misma Iglesia¡±.
Sobre la corrupci¨®n, que tachan de ¡°mal moral y grave deformaci¨®n del sistema pol¨ªtico¡±, afirman: ¡°Los procesos de corrupci¨®n que se han hecho p¨²blicos, derivados de la codicia y la avaricia, provocan alarma social y despiertan gran preocupaci¨®n. Esas pr¨¢cticas alteran el normal desarrollo de la actividad econ¨®mica, impidiendo la competencia leal y encareciendo los servicios. El enriquecimiento il¨ªcito constituye una seria afrenta para los que est¨¢n sufriendo las estrecheces de la crisis; esos abusos quiebran gravemente la solidaridad y siembran la desconfianza social¡±.
Tambi¨¦n abordan el ¡°empobrecimiento espiritual¡± de la sociedad. Afirman: ¡°Por encima de la pobreza material, hay otra menos visible, pero m¨¢s honda, que afecta a muchos en nuestro tiempo y que trae consigo serias consecuencias personales y sociales. La indiferencia religiosa, el olvido de Dios, la ligereza con que se cuestiona su existencia, la despreocupaci¨®n por las cuestiones fundamentales sobre el origen y destino trascendente del ser humano no dejan de tener influencia en el talante personal y en el comportamiento moral y social del individuo¡±.
Pese a contar con cientos de millones de euros cada a?o para adoctrinar espiritualmente a ni?os y j¨®venes en las escuelas a cuenta del Estado, los obispos se exculpan. ¡°Somos conscientes de que el empobrecimiento espiritual se da tambi¨¦n en muchos bautizados que carecen de una suficiente formaci¨®n cristiana y vivencia de la fe. Esta falta de base les convierte en v¨ªctimas f¨¢ciles de ideolog¨ªas alicortas, tan propagadas como inconsistentes, que les conducen a veces a una visi¨®n de las cosas y del mundo de espaldas a Dios, a un agnosticismo endeble. Nos est¨¢n reclamando a gritos el beneficio de una nueva evangelizaci¨®n¡±, sostienen.
Dos horas m¨¢s tarde, C¨¢ritas, la confederaci¨®n oficial de las entidades de acci¨®n caritativa y social de la Iglesia cat¨®lica en Espa?a, emiti¨® un comunicado para agradecer a los obispos ¡°su profunda reflexi¨®n sobre la realidad social¡±. ¡°Es un motivo de este an¨¢lisis exhaustivo de los efectos que la vulnerabilidad social ha tenido para tantos conciudadanos, v¨ªctimas de lo que el papa Francisco ha definido con acierto como la cultura del descarte¡±, afirma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.