Por un pu?ado de votos

El Partido Popular encontr¨® el pasado viernes un aliado inesperado en su solitaria campa?a electoral: los resultados de las elecciones en el Reino Unido. La mayor¨ªa absoluta lograda por los conservadores contra todo pron¨®stico parece dar la raz¨®n al PP en dos cuestiones: las encuestas se equivocan y la recuperaci¨®n econ¨®mica da ventaja al partido en el Gobierno.

Ni la crisis ni los recortes han tenido all¨ª la profundidad que en Espa?a, por no hablar de una sociedad con menos del 6% de paro

Comparar la econom¨ªa espa?ola y la inglesa no parece muy adecuado. Ni la crisis ni los recortes han tenido all¨ª la profundidad que en Espa?a, por no hablar de una sociedad, la brit¨¢nica, con menos del 6% de paro.

Y s¨ª, las encuestas se equivocaron, pero en un sistema como el ingl¨¦s, cuando una encuesta se equivoca en unos puntos, el resultado no cambia de forma proporcional, sino que pasa de cero a cien. Ganando la mayor¨ªa de los votos en cada distrito, el ganador se lo lleva todo, algo que, en Espa?a no es posible.

Vamos a hablar mucho del sistema electoral en los pr¨®ximos meses. Ciudadanos, Podemos, IU e incluso el PSOE ya han anunciado que quieren cambios. Uno de los desacuerdos que bloquean la proclamaci¨®n de Susana D¨ªaz es, precisamente, la oposici¨®n de los socialistas a asumir la propuesta de reforma electoral que propone Ciudadanos.

Con cuatro ¡°grandes¡± partidos, el sistema electoral est¨¢ condenado a su reforma, y ninguna reforma electoral se ha hecho con tranquilidad

El sistema electoral espa?ol se mantiene intacto desde la proclamaci¨®n de la Constituci¨®n, gracias a que los partidos mayoritarios han obtenido una buena prima de esca?os, muy por encima de los votos realmente recibidos. Una prima que les ha permitido no solo formar Gobiernos, sino cerrar fuertemente la vida org¨¢nica de los partidos para proteger el sistema de elecci¨®n de candidatos a los puestos p¨²blicos. Pudo tener sentido en la Transici¨®n, pero hoy est¨¢ en el origen de muchas visitas a las c¨¢rceles espa?olas.

Los partidos minoritarios, a mucha distancia de los mayoritarios, poco pod¨ªan hacer. Pero con cuatro ¡°grandes¡± partidos, el sistema electoral est¨¢ condenado a su reforma, y ninguna reforma electoral se ha hecho con tranquilidad, sino bajo la presi¨®n de una realidad pol¨ªtica que se daba de bruces con el dise?o electoral.

En el Reino Unido, un pu?ado de votos ha podido dar a Cameron la mayor¨ªa absoluta. En Espa?a, m¨¢s bien nos va a traer una reforma constitucional, sin la cual nuestro sistema electoral va a hacer agua por todas partes.