La regla de gasto y los ayuntamientos
Si restamos un 10% en los ingresos por la bajada de impuestos y subimos un 10% en el gasto por las promesas, las cifras no pueden salir
Los electores nunca han o¨ªdo hablar de ella y, probablemente, la mayor¨ªa de los candidatos tampoco, pero los alcaldes de los m¨¢s de 8.000 municipios espa?oles saben muy bien lo que es la regla de gasto: un cors¨¦ que les impuso la Ley de Estabilidad Presupuestaria y que les impide aumentar el gasto p¨²blico m¨¢s all¨¢ de una tasa de referencia basada en el crecimiento de la econom¨ªa espa?ola. Esta regla ha llevado a que la gran mayor¨ªa de los ayuntamientos espa?oles tengan super¨¢vit en sus presupuestos desde 2012 y est¨¦n empezando a recortar su deuda.
Los alcaldes que se vuelven a presentar prometen solucionar todos los problemas de su ciudad, aunque algunos se hayan creado durante su mandato
La tasa de referencia, que establece el Ministerio de Econom¨ªa sobre la media m¨®vil del crecimiento del PIB, est¨¢ fijada en el 1,3% para 2015, el 1,5% para 2016 y el 1,7% para 2017. Lo que quiere decir que ning¨²n municipio espa?ol puede presentar unos presupuestos anuales con aumento del gasto superior a esas cifras. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que controla el cumplimiento de estas obligaciones, tanto de las corporaciones locales como de las auton¨®micas, considera que desde que entr¨® en vigor la regla de gasto los ayuntamientos est¨¢n mucho m¨¢s saneados.
El problema surge estos d¨ªas, cuando los candidatos a las principales alcald¨ªas espa?olas empiezan a enunciar su larga lista de promesas electorales. En la mayor¨ªa de los casos, los programas (que nunca van acompa?ados de una memoria econ¨®mica) incluyen toda una serie de mejoras en los servicios p¨²blicos y ayudas a los m¨¢s necesitados. Hasta los alcaldes en ejercicio que se vuelven a presentar prometen solucionar todos los problemas de su ciudad, aunque algunos de esos problemas se hayan creado durante su mandato.
Los alcaldes saben muy bien lo que es la regla de gasto: un cors¨¦ que les impuso la Ley de Estabilidad Presupuestaria
Algunos candidatos intentan el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, prometiendo m¨¢s servicios y menos impuestos. Los mayores (esos a los que Albert Rivera quiere jubilar anticipadamente) sol¨ªan decir que nadie da duros a peseta. Un dicho que hab¨ªa que tener muy en cuenta para entender que si en el presupuesto municipal restamos un 10% en los ingresos por la bajada de impuestos (o la cifra que venda el candidato de turno), pero le subimos un 10% en el gasto por las promesas electorales, las cifras no pueden salir de ninguna manera; y menos, con la regla de gasto en vigor. Podr¨ªa pasar lo que contaba el humorista Gila: ¡°Dicen que en un balance est¨¢ el debe y el haber; o sea que debe haber algo, pero aqu¨ª no hay nada¡±.
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