Sin peso en el mundo
Era de esperar que Espa?a liderara la nueva relaci¨®n de la UE con los cubanos. El Gobierno sigue instalado en sus prejuicios
Desde 1982, Espa?a ha tenido dos presidentes de consumo internacional, Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y dos presidentes de consumo interno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, acaba de visitar Cuba, anticip¨¢ndose a las autoridades espa?olas. Es un s¨ªmbolo de una d¨¦cada de p¨¦rdida de peso de Espa?a en el mundo.
Hubo un momento en que parec¨ªa que Madrid iba a convertirse en capital global con influencia determinante de Miami para abajo. Fue un espejismo
En todas partes se han dado cuenta de las expectativas que se abren con el reencuentro entre EE UU y la isla, donde el enemigo imperialista se ha convertido en el vecino del Norte. Era de esperar que Espa?a liderara la nueva relaci¨®n de la UE con los cubanos y trabajara a favor de un cambio ordenado que evite los errores cometidos en otras transiciones. El Gobierno espa?ol sigue instalado en sus prejuicios y Francia le gana la partida. Lo que vale para Cuba, vale tambi¨¦n para el resto de Latinoam¨¦rica. Hubo un momento en que parec¨ªa que Madrid iba a convertirse en capital global con influencia determinante de Miami para abajo. Fue un espejismo, ?tiene este Gobierno un discurso para Latinoam¨¦rica?
La ruptura de los paradigmas que rigieron la segunda mitad del siglo XX ha vuelto a poner la geopol¨ªtica en primer plano. Los excesos de Aznar, dispuesto a fracturar a Europa al servicio de EE UU, llevaron la pol¨ªtica internacional espa?ola a un punto catastr¨®fico. Cuando Zapatero lleg¨® al poder quiso cumplir con su promesa electoral y su primera decisi¨®n fue retirar las tropas de Irak. Abrumado por la osad¨ªa de haber desafiado a la gran potencia, pr¨¢cticamente desapareci¨® de la escena internacional. Su aportaci¨®n: la Alianza de Civilizaciones fue un ejercicio de juegos florales perfectamente irrelevante.
Rajoy nunca ha sido una persona de mundo. Lo suyo es la intendencia. Cuando lleg¨®, las aguas de la crisis sub¨ªan descontroladas por la pir¨¢mide social
Rajoy nunca ha sido una persona de mundo. Lo suyo es la intendencia. Cuando lleg¨®, las aguas de la crisis sub¨ªan descontroladas por la pir¨¢mide social. Y se puso a rebufo de Angela Merkel, que le daba protecci¨®n (en parte le salv¨® del caso B¨¢rcenas) y coartada: No hay alternativa, dec¨ªa el presidente. De ah¨ª no ha salido. S¨®lo desde la aceptaci¨®n de un papel subalterno se entiende que presuma del reconocimiento de sus pol¨ªticas de austeridad por parte de los poderes europeos. Nuestro vecindario ¨¢rabe y musulm¨¢n vive una profunda mutaci¨®n sin que Espa?a haya jugado el m¨¢s m¨ªnimo papel; en la crisis del frente del Este europeo ha sido comparsa de los intereses alemanes; y ha rehuido cualquier alianza con los vecinos para contrapesar el poder de Berl¨ªn en Europa. Discreci¨®n, perfil plano, estilo Rajoy. Quien no se consuela es porque no quiere: siempre se podr¨¢ decir que Espa?a es campeona mundial en turismo. Pero la pol¨ªtica internacional exige mucho m¨¢s que una marca.
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