Ciudadanos busca v¨ªas para no desgastar a Rivera
El l¨ªder se arriesga a la exposici¨®n excesiva ante el poco peso medi¨¢tico de sus candidatos y la necesidad de controlar el mensaje de la formaci¨®n
Ning¨²n l¨ªder pol¨ªtico espa?ol se presta tan constantemente al escrutinio de los medios como Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos. El precio de que el partido tenga una ¨²nica voz y un mensaje claro es la exposici¨®n excesiva del l¨ªder, las cr¨ªticas de otros partidos a sus ¡°ocurrencias¡± y que sus palabras sean miradas con lupa.
Desde marzo, Ciudadanos ha tenido que enfrentarse a las pol¨¦micas desatadas por las declaraciones de Rivera sobre la edad de los pol¨ªticos (¡°La regeneraci¨®n pol¨ªtica de este pa¨ªs pasa por gente que haya nacido en democracia¡±, dijo, para matizar inmediatamente, ¡°no se trata de la edad, esto no va de tener 40 a?os, esto va de ser libre¡±); las ayudas en Andaluc¨ªa (¡°Vamos a ense?ar a pescar en Andaluc¨ªa, no a repartir pescado¡±); o la regularizaci¨®n de la prostituci¨®n y las drogas blandas. Esos tres asuntos han sido amplificados por la propuesta program¨¢tica de limitar por ley el n¨²mero de personas que pueden ocupar cada habitaci¨®n de una casa o las cr¨ªticas del partido a los sindicatos en pleno 1 de mayo (¡°No siempre act¨²an con lealtad con el conjunto de los trabajadores¡±, dijo Mat¨ªas Alonso, secretario general).
¡°Creo que Rivera es v¨ªctima de su propia exposici¨®n¡±, valora Gustavo Entrala, fundador de la agencia 101. ¡°Si yo les asesorara les pedir¨ªa una disciplina prusiana en los mensajes. Estos errores conducen a un desconcierto entre los candidatos de Ciudadanos¡±, a?ade. ¡°La partitura musical de Ciudadanos es tan Riverista que resulta dif¨ªcil de interpretar por la banda. Si adem¨¢s a?ades notas discordantes, el desconcierto es total¡±, sigue. ¡°Si quieres ir al votante del PP, la idea de limitar legalmente cu¨¢ntas personas pueden convivir en una misma habitaci¨®n ser¨¢ interpretada como una injerencia en la vida privada de una familia. Si est¨¢s yendo a por votantes de Podemos, para una regeneraci¨®n dirigida por gente menor de 40 ya tenemos a Iglesias, Errejon y compa?¨ªa¡±, subray¨®. ¡°El riesgo es muy elevado. Ahora Rivera debe ser consistente en unas cuantas pocas ideas¡±, recomend¨®. ¡°Disciplina interna en los mensajes. Nada de experimentos¡±, sigui¨®. ¡°Estamos en un momento en el que la volatilidad del voto va a ser bestial. Se ha demostrado en el Reino Unido: en la medida en que el bipartidismo se termina, la intenci¨®n de voto puede cambiar varias veces de signo de aqu¨ª a diciembre¡±.
Tenemos la suerte de tener un l¨ªder fuerte del que no renegamos, mientras que otros ocultan al suyo Fernando de P¨¢ramo, secretario de comunicaci¨®n
Rivera se enfrenta hoy al mismo jerogl¨ªfico que Pablo Iglesias resolvi¨® reduciendo su exposici¨®n p¨²blica. Esta semana, el presidente de Ciudadanos participar¨¢ en trece actos. Su participaci¨®n no tiene comparaci¨®n con la actividad de ning¨²n otro pol¨ªtico. Ni Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno; ni Pedro S¨¢nchez, secretario general del PSOE, se implicar¨¢n tanto en la campa?a para las elecciones municipales y auton¨®micas del 24 de mayo como el l¨ªder de Ciudadanos. Iglesias, el secretario general de Podemos, tampoco. Hubo un tiempo en el que no hab¨ªa tertulia sin el profesor de ciencias pol¨ªticas. El desgaste consecuente, que desvel¨® las partes del programa de Podemos que todav¨ªa estaban sin concretar, le llevaron a dar un paso atr¨¢s. Cedi¨® protagonismo. Rivera convive hoy con esa misma dicotom¨ªa. El partido necesita su imagen para apuntalar la de unos candidatos generalmente desconocidos. Al mismo tiempo, eso somete a Rivera a un escrutinio continuo, y le enfrenta al peligro de que se deteriore el aura que le ha llevado a ser el pol¨ªtico espa?ol mejor valorado por los votantes, seg¨²n las encuestas.
¡°Tenemos la suerte de tener un l¨ªder fuerte del que no renegamos, mientras que otros ocultan al suyo¡±, valor¨® Fernando de P¨¢ramo, secretario de Comunicaci¨®n. ¡°Si hubiera m¨¢s horas en el d¨ªa y pudi¨¦ramos hacer m¨¢s actos con Albert, lo har¨ªamos, porque sin un liderazgo con equipo no estar¨ªamos consiguiendo lo que estamos consiguiendo¡±, a?adi¨®. ¡°No trabajamos en jerarquizar mensajes, creemos en el sentido com¨²n y en explicar nuestros valores¡±, a?adi¨®. ¡°Abrimos debates con los que otros no se atreven, y menos en periodo electoral¡±.
Es uno de los grandes retos de Ciudadanos. El partido intenta mantener una sola voz sin que esta sea siempre la de Rivera. Por las tertulias televisivas ya aparecen otros pesos pesados del partido, como la diputada In¨¦s Arrimadas, el subsecretario Jos¨¦ Manuel Villegas o el secretario de organizaci¨®n municipal, Carlos Carrizosa. Juan Mar¨ªn, l¨ªder del partido en Andaluc¨ªa, ya se ha prodigado en alg¨²n mitin nacional (Madrid o Tarragona). Su presencia busca ense?ar el equipo del partido y contribuye a evitar la erosi¨®n de la imagen del l¨ªder.
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