Novatos en di¨¢logo

Si otorgamos un poco de cr¨¦dito a las encuestas, el domingo habremos eliminado del mapa pol¨ªtico la figura de los partidos mayoritarios. A partir de ahora, al partido m¨¢s votado le tendremos que dar un nuevo nombre; la minor¨ªa mayoritaria. Es decir, una m¨¢s entre las minor¨ªas que deber¨¢n aprender a dialogar para formar Gobiernos. Surgen reglas nuevas como reacci¨®n al cansancio, el abuso y los vicios del pasado.

Pero nuestros pol¨ªticos, incluso los nuevos, piensan todav¨ªa con reglas antiguas. En democracias parlamentarias con m¨¢s trayectoria que la nuestra, ning¨²n partido se atrever¨ªa a presentarse a una investidura sin haber logrado consensuar una mayor¨ªa, ni mucho menos exigiendo que esa mayor¨ªa se construya sobre la abstenci¨®n de otras fuerzas pol¨ªticas. ?Qu¨¦ estabilidad podr¨ªa tener ese Gobierno?

Pero tampoco se entender¨ªa que el resto de partidos rechazaran la formaci¨®n de un Gobierno sin tener capacidad para construir una mayor¨ªa alternativa, bloqueando la investidura y forzando nuevas elecciones. Y, desde luego, resultar¨ªa hasta c¨®mico que las condiciones para formar Gobiernos local o auton¨®mico fueran exigencias de los l¨ªderes nacionales, en atenci¨®n a sus intereses electorales y sin conexi¨®n con los problemas que se supone que el Gobierno local debe resolver.

El acuerdo pluripartidista, tambi¨¦n para los partidos nuevos, es una lecci¨®n pendiente de aprender. Y no solo porque tengamos un problema de normas ¡ªm¨¢s pensadas para primar a los mayoritarios y desincentivar las coaliciones de Gobierno¡ª. Lo que tenemos, sobre todo, es un problema pol¨ªtico.

Nuestros pol¨ªticos, incluso los nuevos, piensan todav¨ªa con reglas antiguas

Un vicio de los partidos mayoritarios ha sido buscar la confrontaci¨®n, la descalificaci¨®n y, si es posible, la destrucci¨®n de la credibilidad del adversario. Tratar al otro como enemigo, hacer de la pol¨ªtica un espect¨¢culo, es un vicio que han continuado practicando, tambi¨¦n, algunos partidos nuevos. ?C¨®mo te sientas con tu adversario para buscar acuerdos a los problemas si le has se?alado a ¨¦l como el problema?

Con pol¨ªticos novatos en la pr¨¢ctica del di¨¢logo, y con sus lideres nacionales intentado que ning¨²n acuerdo local, por bueno que sea, le hunda la campa?a nacional, las negociaciones para formar Gobiernos ser¨¢n largas y frustrantes. Lo nuevo siempre tarda en llegar y lo viejo se resiste a morir.