El Congreso languidece en el final de la legislatura

El t¨®pico pol¨ªtico habla siempre de convertir el Parlamento en el centro de la pol¨ªtica nacional, pero la realidad de este final de legislatura es que el Congreso languidece. Las Cortes son v¨ªctimas de la mayor¨ªa absoluta y de la inercia del final del mandato. A estos factores se suma un fen¨®meno extraordinario: la pol¨ªtica tiene como actores principales a partidos que no est¨¢n a¨²n representados en el Congreso.

Este martes la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces llegar¨¢n al r¨¦cord de 30 peticiones de comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para hablar sobre corrupci¨®n. Como todas las semanas, todas ellas ser¨¢n rechazadas.

En junio, el ¨²ltimo mes de periodo ordinario de sesiones de la legislatura, el PP frenar¨¢ con su mayor¨ªa absoluta las peticiones de todos los dem¨¢s grupos. Estas iniciativas se registraron cuando el anterior instructor del caso G¨¹rtel, Pablo Ruz, apuntaba en sus autos a la financiaci¨®n irregular del PP.

Los conservadores han congelado asuntos pol¨¦micos como las denuncias a varios de sus diputados sobre actividades al margen de su condici¨®n de parlamentarios. Primero frenaron las peticiones de la oposici¨®n, luego tramitaron sin prisa las convocatorias de la Comisi¨®n del Estatuto del Diputado para dejar pasar las elecciones y, finalmente, imponen su criterio de que la C¨¢mara no puede investigar. Igual ha hecho el PP con la tramitaci¨®n de asuntos que le pueden incomodar, como la reforma limitada de la ley del aborto. Esta ser¨¢ vista en Comisi¨®n y no en pleno y, adem¨¢s, ha sido congelada a la espera de que pasaran las elecciones municipales y auton¨®micas del pasado 24 de mayo.

El Gobierno ya no quiere pol¨¦micas p¨²blicas en el Congreso y pretende que solo sirva ya para tramitar iniciativas legislaturas pendientes, sin que haya m¨¢s tiempo para enviar textos nuevos. Quedan por aprobar media docena de iniciativas para las que el Ejecutivo tiene intenci¨®n de habilitar los meses de julio y agosto y para que haya un pleno cada uno de esos meses y poder sacar adelante las leyes que, en caso contrario, decaer¨ªan.

Leyes atascadas

En esta d¨¦cima legislatura, el Gobierno ha hecho uso frecuente del decreto como forma de legislar. Esta t¨®nica se acent¨²a en este final de mandato en asuntos como, por ejemplo, la reciente reforma de la ley del cine o la ley de segunda oportunidad. Las principales normas que quedan por tramitar son dos de Justicia: la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la del Poder Judicial y la que permitir¨¢ que se hagan p¨²blicos los nombres de los defraudadores fiscales, que sali¨® este mismo viernes del Consejo de Ministros. Su aprobaci¨®n es el ¨²nico objetivo del Gobierno ya en el Congreso por falta de tiempo.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal, aunque es una reforma parcial, es la de m¨¢s calado de cuantas restan. Est¨¢ ya en fase de enmiendas para que en verano vaya al Senado, y supone limitar el tiempo de instrucci¨®n judicial, algo que, por el momento, rechazan todos los grupos parlamentarios. La voluntad es que las Cortes solo celebren alg¨²n pleno en septiembre para que las elecciones generales sean ya en noviembre, coincidiendo con el cuarto aniversario de las elecciones generales. No habr¨¢ debate de Presupuestos en oto?o.

El otro factor que lleva a las Cortes a languidecer es la irrupci¨®n de partidos como Podemos y Ciudadanos con buenos resultados electorales en europeas y municipales y auton¨®micas pero fuera del Parlamento. En funci¨®n de la premura con que se constituyan los Parlamentos regionales, en julio podr¨ªa producirse la llegada de los primeros senadores de Podemos y Ciudadanos si es que en alguna comunidad se designa a alguno de estos partidos en las asambleas auton¨®micas.