Teor¨ªa del diferido
Cospedal o no, esa es la cuesti¨®n.
Hay un juego que todos los presidentes de Gobierno practican como norma: el del gato y el rat¨®n. Lo hacen con los medios de comunicaci¨®n y con los ciudadanos.
Mariano Rajoy estaba en ello incluso antes de conocerse?los resultados de las elecciones del 24-M. El gato, Rajoy, esperaba coger con el pie cambiado a los ratones, los medios de comunicaci¨®n y los ciudadanos,?con una remodelaci¨®n del Gobierno. Un cambio que supon¨ªa al tiempo introducir modificaciones en la c¨²pula del Partido Popular.
La idea de Rajoy era esta: evitar que estos cambios fueran el colof¨®n o la admisi¨®n de crisis tras los resultados del domingo 24-M.
Pero su disposici¨®n a hacer este juego hizo aguas porque las p¨¦rdidas de votos en general y el desalojo del poder en ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas ha sido imponente. Y mientras?Rajoy mantuvo su cara de p¨®quer ante los dirigentes, ¨¦stos reaccionaron con el est¨®mago. Y expresaron directamente y en voz alta su desesperaci¨®n ante el estilo de su doble presidente, el del PP y el del Gobierno.
Las bases del cambio que dise?aba Rajoy estaban formadas por?la salida segura, en junio, de un ministro, Jos¨¦ Ignacio Wert, y la salida posible de otro, Luis de Guindos. Wert se marcha a la OCDE porque Par¨ªs, como se dice, bien vale una misa, tanto para su vida profesional como personal, ya que su compa?era sentimental, Montse Gomendio,?ya est¨¢ en su nuevo puesto de la OCDE all¨ª.
El caso de Luis de Guindos tambi¨¦n deber¨ªa despejarse hacia el 21 de junio, fecha en que vence el mandato de dos a?os y medio de Jeroen Dijsselbloem, el ministro de Finanzas holand¨¦s que ejerce de presidente del Eurogrupo, el c¨®nclave informal de ministros de la Eurozona.?Rajoy ha propuesto como candidato para ese puesto a Guindos.
En todo caso, si ya la salida de Wert era una raz¨®n para pensar en una remodelaci¨®n, el nombramiento de Guindos, de producirse, permitir¨ªa un cambio de mayor amplitud.
?Por tanto, junio era el mes para dar la sorpresa, unas semanas despu¨¦s del 24-M. Pero la crisis de los resultados electorales ha chafado el calendario y Rajoy ya no pod¨ªa, tras intentarlo, seguir jugando al gato y al rat¨®n.
?El cambio de Gobierno permite matar varios p¨¢jaros al mismo tiempo. Por ejemplo: como ya hiciera con la renuncia de Ana Mato tras el auto del juez Ruz en noviembre pasado y la incorporaci¨®n de Alfonso Alonso, Rajoy prev¨¦ integrar en sustituci¨®n de Wert a Mar¨ªa Dolores de Cospedal.
Este paso plantea?la necesidad de nombrar una nueva secretaria general o secretario general del PP. Rajoy piensa aqu¨ª en la renovaci¨®n generacional. ?Un perfil a lo Pablo Casado? ?Y por qu¨¦ no Pablo Casado? Rajoy busca un golpe de efecto.
Porque Cospedal tiene ahora mismo dos problemas. El primero es que el juez Ruz se inhibi¨® y envi¨® a los juzgados de Toledo el tema de la presunta mordida de 200.000 euros por contratas de basura denunciada por el extesorero Luis B¨¢rcenas.
Y el segundo es que en la secci¨®n cuarta de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional hay un recurso contra el auto de conclusi¨®n del juez Ruz sobre los Papeles de B¨¢rcenas?o contabilidad B del PP,?en el que una acusaci¨®n popular, la del PSOE valenciano, solicita imputar a Mar¨ªa Dolores de Cospedal y a ?ngel Acebes por delitos contra la Hacienda P¨²blica en calidad de administradores con los poderes del partido. Ahora est¨¢n acusados Luis B¨¢rcenas, ?lvaro Lapuerta y Crist¨®bal P¨¢ez, al que el propio juez ha calificado como "empleados". Aun cuando fuesen representantes ante la Hacienda o tuvieran poderes delegados, los estatutos describen a los presidentes y secretarios generales del PP como aquellos que poseen los poderes m¨¢s amplios.
Ahora vayamos al tema de la jubilaci¨®n pol¨ªtica que algunos dirigentes del propio PP insin¨²an.
?Recordemos: de los l¨ªderes pol¨ªticos solo quedan de la vieja guardia Rajoy y Rosa D¨ªez. Juan Carlos I abdic¨® en Felipe; Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n deleg¨® en Susana D¨ªaz; Alfredo P¨¦rez Rubalcaba cedi¨® la batuta a Pedro S¨¢nchez; Cayo Lara en Alberto Garz¨®n; todo ello con el ascenso de Pablo Iglesias y Albert Rivera. Y si se quiere, esta jubilaci¨®n se extiende al sector privado. Al fallecido Emilio Bot¨ªn le ha sucedido Ana Bot¨ªn, en el Banco Santander; y a Isidoro ?lvarez, en El Corte Ingl¨¦s, Dimas Gimeno.
He aqu¨ª pues la cr¨®nica de una crisis en diferido, la que va a acometer Rajoy, ante la vista del respetable p¨²blico.
No pod¨ªa saber Cospedal, ni nadie, qu¨¦ recorrido tendr¨ªa su comparecencia del 2 de febrero de 2013?cuando explic¨® el acuerdo simulado y en diferido?presuntamente pactado entre el PP y su extesorero Luis B¨¢rcenas.
El diferido va camino de convertirse en toda una teor¨ªa pol¨ªtica.
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