Para ser concejal de Cultura en una ciudad como Madrid

Ahora que se debate tambi¨¦n sobre el sexo de los ¨¢ngeles, parece que se olvidan otros debates m¨¢s terrenales. Por ejemplo, ?qu¨¦ se necesita para ser concejal de un ayuntamiento como el de Madrid? Esa no es una pregunta sencilla porque tampoco aconseja precipitadas respuestas. Madrid es la capital de un Reino que tiene el Prado, que se las compuso para atraer hacia s¨ª un s¨ªmbolo mayor de la historia espa?ola, el Guernica de Picasso; es la ciudad que tiene a Goya y a Vel¨¢zquez como pintores y es el lugar en el que filmaron Berlanga y Saura y Bardem e Iciar Bolla¨ªn; fue el sitio en el que escribieron Cervantes, Gald¨®s y Valle Incl¨¢n; es la ciudad de la movida y de las Academias.

Madrid es tambi¨¦n la ciudad que atrajo la colecci¨®n Thyssen y que honr¨® a la modernidad levantando un edificio singular con obras singulares, el Reina Sof¨ªa. Madrid es la ciudad de la Gran V¨ªa y de Atocha, y es sobre todo una ciudad en la que se vive aquella memoria que tanto hiri¨® al poeta D¨¢maso Alonso y a sus contempor¨¢neos, la ciudad que resisti¨® y dej¨® atr¨¢s una hilera dram¨¢tica de cad¨¢veres. Madrid de Lorca y de Dal¨ª, y de Alberti; Madrid de Almod¨®var y de Amen¨¢bar y de Azcona y de Rosa Chacel y de la ¨²ltima Mar¨ªa Zambrano. Madrid es mucho, con perd¨®n, porque Madrid es parte de la historia del mundo y es, en s¨ª misma, una ciudad que se parece al mundo.

Ese notable bagaje tan solo bastar¨ªa para que el nuevo ayuntamiento aprovechara el vac¨ªo institucional que ha dejado el concejal Zapata en ese puesto, independientemente de las ardientes pol¨¦micas que ha causado su fugaz paso por la notoriedad municipal despu¨¦s de la proclamaci¨®n de Manuela Carmena. La alcaldesa, en la que muchos madrile?os han puesto fe e ilusi¨®n, porque as¨ª se lo merecen su trayectoria y su vigilancia de las conductas democr¨¢ticas y culturales de esta ciudad, podr¨ªa aprovechar muy bien esta coyuntura para hacer de ese lugar de sus concejal¨ªas un sitio ocupado verdaderamente por quien haya de ser tan representativo de la historia y del presente de la ciudad como ella misma.

No ser¨ªa bueno que Manuela Carmena dejara al albur de los juegos partidistas, de recompensa de servicios prestados en campa?as o en estrategias de partidos, la dotaci¨®n de esa cartera important¨ªsima, tan clave como la de salud o educaci¨®n, pues sin cultura, sin la conducci¨®n adecuada de la cultura, sin el cuidado de museos, de bibliotecas, del aprendizaje ciudadano de la cultura de leer o de pensar o de mirar, no se pueden lograr ciudadanos conscientes de la importancia de una ciudad, de un ayuntamiento y de la democracia propiamente dicha.

Si para algo debe valer este incidente Zapata que ya es famoso es para que Manuela Carmena y los suyos se piensen con detenimiento qui¨¦n ha de llevar las riendas de ese rengl¨®n clave para afirmar la identidad cultural, diversa y riqu¨ªsima, de la ciudad de Madrid.