Rajoy y el `precedente Sanz?
Ignoro si Pedro Arriola ha facturado aparte o entra dentro de sus emolumentos el informe sociol¨®gico, por as¨ª decir, que ha resumido Mariano Rajoy en la primera parte de su discurso ante el Comit¨¦ Ejecutivo del Partido Popular. Pero, en todo caso, es m¨¢s de lo mismo. Las ideas forman parte de lo que ya le viene explicando a Rajoy desde las elecciones europeas de 2014. En tiempos de crisis econ¨®mica y social se produce un aumento de los votos de la izquierda en sus diferentes versiones.
No pasa nada. Es lo normal.
Problema: los espa?oles abandonaron al PSOE y le castigaron el 20 de noviembre de 2011 de una manera despiadada prestando su voto al Partido Popular con la ilusi¨®n de acabar con la crisis. Confiaron en el producto que siempre vende el PP: la profesionalidad.
Y en las europeas de 2014 y en las municipales y auton¨®micas de 2015 unos 5 millones de electores que hab¨ªan votado al PP, quiz¨¢ a pesar de Rajoy, decidieron darle la espalda. Y eso cuando el PP, seg¨²n ha dicho y redicho el presidente del Gobierno y del partido, habr¨ªa acertado en su gesti¨®n econ¨®mica y social.
La interpretaci¨®n de Arriola verbalizada por Rajoy es que se les ha pedido muchos sacrificios a los ciudadanos y los efectos positivos no terminan de llegar a ellos.
?No es posible otra interpretaci¨®n? ?Una diferente del pensamiento ¨²nico al que se aferra Rajoy?
Siempre es posible interpretar las cosas de otra manera.
La respuesta est¨¢ al alcance de cualquiera, a condici¨®n de quitarse las orejeras. Como la crisis que estamos sufriendo no es una crisis al uso, la salida de la misma, o lo que vulgarmente llamamos salida, tampoco es al uso.
Rajoy ha estallado, por ejemplo, en la sesi¨®n de control del mi¨¦rcoles al hablar de lo que esperan los espa?oles. Y ha vuelto a decir que toda la culpa es del PSOE. Los socialistas provocaron la crisis. El presidente que en su investidura prometi¨® no mentar la herencia porque, como dijo, ya sabemos que en pol¨ªtica no existe la herencia a beneficio de inventario, es el que en la recta final de su legislatura no deja de invocar esa herencia.
Pero, a diferencia de Rajoy, su ministro de Econom¨ªa saliente - hacia Bruselas o a su casa al t¨¦rmino de la legislatura- acaba de escribir al Eurogrupo una carta en la que presenta una versi¨®n diferente al c¨®mic semanal que recita Rajoy sobre la crisis.
Dice Luis de Guindos que "durante estos a?os la zona euro ha sufrido la peor crisis econ¨®mica y financiera desde su creaci¨®n". A?ade que ha habido "que abordar las deficiencias de la constituci¨®n original de la Uni¨®n Monetaria". Por supuesto, describe tambi¨¦n la crisis en 2011 y 2012.
En otros t¨¦rminos, venimos de una crisis hist¨®rica donde por primera vez Espa?a formaba parte de una Uni¨®n Monetaria defectuosa en origen. Los defectos y el mal dise?o agravaron la crisis, originada al otro lado del Atl¨¢ntico, en Estados Unidos. y transmitida despu¨¦s a todo el planeta.
Pero la salida ya no puede ser la misma que en las recesiones del pasado. Porque estamos en el euro.
Lo que Rajoy suele repetir sobre las reformas estructurales sirve para entender el perfil de la supuesta salida de la crisis. Pero no parece que ¨¦l haya captado la paradoja. Los cambios estructurales quieren decir que ya nada volver¨¢ a ser igual. Porque la desigualdad ha sido la respuesta a la crisis. Dentro y fuera. Un incremento de la desigualdad en Espa?a; un aumento de la desigualdad entre pa¨ªses del Norte y del Sur. Eso es la refundaci¨®n germana del euro.
Y es porque ocurre esto precisamente por lo que los ciudadanos se apartan por millones del PP.
?C¨®mo no lo iban a hacer si estamos en una sociedad que se depaupera? La pauperizaci¨®n de los que menos tienen es la base de esta recuperaci¨®n. En la econom¨ªa capitalista las crisis no son una excepci¨®n, sino, cada vez m¨¢s, la norma. La tendencia natural hacia la recuperaci¨®n ha sido acompa?ada por las reformas estructurales. Te cambian la estructura, es decir, te desestructuran, y quieres que te sigan votando. Y cuando lo hacen cada vez menos, haces tronar el escarmiento contra tus adversarios, como volvi¨® a hacer Rajoy. Se puede entender que en las Cortes dramatices, pero, ?despotricar contra los PSOEs, Podemos, Ciudadanos en tu propia casa, en la calle de G¨¦nova?
Si el PSOE es el demonio que provoc¨® la quiebra de Espa?a, Rajoy dixit, ?no es un ox¨ªmoron denunciarle al mismo tiempo por abandonar al PP como columna vertebral del bipartidismo de este pa¨ªs?
Y junto con la crisis hay una aleaci¨®n que no se puede pasar por alto: la que surge de la crisis, el paro (23,78% seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa del primer trimestre de 2015 o 5.444.600 personas), la remodelaci¨®n del estado de bienestar, el agotamiento de las prestaciones por desempleo... y la corrupci¨®n. Los ciudadanos no han olvidado G¨¹rtel, P¨²nica, Luis B¨¢rcenas & ?lvaro Lapuerta y la Contabilidad B, los sms de Rajoy a B¨¢rcenas y del ex tesorero a Rajoy.
El presidente del Gobierno y del partido dijo ayer que la bajada de intenci¨®n de voto del PP hab¨ªa sido fort¨ªsima en octubre de 2014 y recomend¨® que nos mir¨¢semos las hemerotecas. Otra vez, pues, con la historieta de Sitges de finales de mayo pasado, cuando culp¨® de los males del PP al martilleo de las teles con los casos de corrupci¨®n.
Que Rajoy ha perdido los papeles se advierte por algunos s¨ªntomas que todo presidente de Gobierno debe cuidar. El mi¨¦rcoles pasado al atacar al PSOE en la sesi¨®n de control del Congreso dijo que los socialistas y todos estos grupos extremistas radicales est¨¢n dirigidos desde Venezuela. Ignora lo que son las relaciones internacionales. Lo que es Am¨¦rica Latina. Pero es m¨¢s: ?ignora que Espa?a y Venezuela son miembros desde fechas muy recientes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas!
Pero a lo que vamos. El fantasma de Don Pedro Sanz. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, anunci¨® el pasado martes, d¨ªa 16 de junio, que a pesar de haber ganado las elecciones no ser¨¢ el candidato a la presidencia del Gobierno auton¨®mico. Su renuncia ha sido exigida por Ciudadanos, que ten¨ªa la llave en la regi¨®n. Y, ?por qu¨¦? Porque a los partidarios de Albert Rivera, a quien Rajoy invit¨® a almorzar en La Moncloa despu¨¦s de la cat¨¢strofe del 24-M, les parec¨ªa que era un escollo en las negociaciones. Quer¨ªan el relevo como parte de lo que llaman regeneraci¨®n.
Bien.
Y si en noviembre pr¨®ximo fracasa su estrategia consagrada ayer - el PP o el caos -, Rajoy puede encaminarse hacia su Waterloo. Bajo la siguiente forma: si en el caso de Pedro Sanz Ciudadanos ha considerado que deb¨ªa dar un paso al costado para la regeneraci¨®n democr¨¢tica, podr¨ªa ocurrir otro tanto con el candidato del PP.
Rajoy se aproxima m¨¢s a Sanz que a...Cifuentes la nueva.
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