Lecciones aprendidas en miles de huesos

Por sus manos han pasado huesos c¨¦lebres, como los de Cervantes, Neruda, Allende o el Che; pero tambi¨¦n miles de esqueletos sin nombre: los hijos, maridos, hermanas, madres de alguien hecho desaparecer por motivos pol¨ªticos, ¨¦tnicos o religiosos. El congreso Cuerpo, ciencia, memoria y pol¨ªtica en las exhumaciones contempor¨¢neas, organizado por el CSIC, acaba de reunir en Madrid a algunos de los mejores forenses del mundo con antrop¨®logos, historiadores y psic¨®logos que han dedicado cientos de horas a escuchar el relato de los familiares de desaparecidos en el Holocausto, la matanza de Srebrenica, la dictadura chilena, la argentina, la espa?ola...

¡°Las exhumaciones se han convertido en una herramienta fundamental de los derechos humanos¡±, explica el antrop¨®logo Francisco Ferr¨¢ndiz, director del congreso. ¡°Llevamos diez a?os estudiando el caso espa?ol y quer¨ªamos compararlo con otros pa¨ªses. Los investigadores extranjeros se quedan en shock al descubrir que en Espa?a estos procesos se hacen sin cobertura judicial. Quer¨ªamos organizar este debate en un momento en el que adem¨¢s hay una fascinaci¨®n por lo forense derivada de series como CSI o Bones¡±.

Durante 20 horas, los especialistas compartieron la experiencia acumulada en los rec¨®nditos rincones donde los asesinos escondieron a sus v¨ªctimas. La antrop¨®loga estadounidense Sara Wagner record¨® c¨®mo aprendi¨® a hablar con los familiares, a respetar los inc¨®modos silencios en casa de una de las madres que hab¨ªan perdido todo en Srebrenica. ¡°Enterrar a un hijo es terrible, pero seguir esper¨¢ndolo es a¨²n peor¡±, le dijo. El psic¨®logo espa?ol Carlos Berist¨¢in cit¨® a otra madre de El Salvador: ¡°Nosotras sabemos, los asesinos saben. Queremos que la sociedad sepa¡±.

V¨ªctima de Srebrenica: ¡°Enterrar a un hijo es terrible. Seguir esper¨¢ndolo es peor"

El forense Francisco Etxeberria, que recientemente ha participado en la exhumaci¨®n de Cervantes y ha recuperado, con la sociedad de ciencias Aranzadi, m¨¢s de 6.000 esqueletos de fusilados del franquismo desde el a?o 2000, explic¨® que alguna fosa la hab¨ªan encontrado tras levantar cinco metros de basura y que en otras muchas no pudieron hacer nada porque hab¨ªan sido ¡°machacadas por postes telef¨®nicos¡±. ¡°La fosa ir¨¢ perdiendo protagonismo, pero con independencia de que se exhumen o no, deben ser lugares de memoria y protegidas a perpetuidad por decisi¨®n del pleno del Ayuntamiento correspondiente¡±.

Luis Fondebrider, presidente del Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense, que ha trabajado en 50 pa¨ªses, al servicio de 10 comisiones de la verdad, el tribunal para la antigua Yugoslavia o la ONU, habl¨® de los nuevos retos. Acostumbrados a buscar a desaparecidos tras una dictadura o conflicto, ahora trabajan en M¨¦xico en el caso de los 43 estudiantes quemados de Ayotzinapa, las narcofosas, los feminicidios y los que mueren intentando llegar a EE?UU. ¡°Estos inmigrantes son secuestrados por bandas, torturados y asesinados. Las mujeres son vendidas para prostituci¨®n. La situaci¨®n est¨¢ fuera de control. La respuesta de las autoridades es insuficiente, muchas morgues no tienen medios y siguen desapareciendo m¨¢s. Se ponen parches, pero tan importante es investigar lo que pas¨®, como prevenirlo¡±.

La b¨²squeda del Che

El equipo de Fondebrider particip¨® tambi¨¦n en 1997 en la identificaci¨®n de los restos del Che recuperados en Vallegrande (Bolivia) por un grupo de cient¨ªficos cubanos liderado por Jorge Gonz¨¢lez, que pronunci¨® la conferencia inaugural del congreso. Gonz¨¢lez ten¨ªa 44 a?os y 13 teor¨ªas sobre su destino cuando lleg¨® a Bolivia, en 1995. Con su equipo, asign¨® a cada entrevistado "una puntuaci¨®n de 0 a 10 seg¨²n nivel de participaci¨®n y credibilidad". Hab¨ªan hablado con soldados bolivianos, sus mujeres e incluso con alguna de sus amantes. El 28 de junio de 1997, tras casi dos a?os de b¨²squeda y ocho d¨ªas de excavaci¨®n, hallaron en la vieja pista del aeropuerto una fosa con siete cuerpos.

Gonz¨¢lez llam¨® a los expertos argentinos para que realizaran la identificaci¨®n. Un informe firmado por ambos equipos estableci¨® que el segundo esqueleto hallado en la fosa, el que llevaba un abrigo y un paquete de tabaco en el bolsillo, era el del Che. Un forense espa?ol cuestion¨® en 2007 que? los restos ¨®seos fueran los del Che. Fondebrider explica que no hicieron prueba de ADN ¡°porque no hac¨ªa falta¡±."Ten¨ªamos el molde de sus dientes, el informe de la autopsia, las heridas en el Congo... y le faltaban las manos -amputadas 28 a?os antes como prueba de identificaci¨®n-. De haber tenido la m¨ªnima duda nunca habr¨ªamos firmado el informe¡±, insiste.