El farmac¨¦utico objetor: ¡°Tengo que decidir si vendo preservativos¡±
Luis Melgarejo nunca ha vendido en su local de Sevilla ni condones ni la p¨ªldora poscoital
Tierra, aire, agua, fuego... son algunas de las palabras escritas en grandes azulejos de cer¨¢mica en la farmacia Tetu¨¢n 4 de Sevilla. Su caracter¨ªstica decoraci¨®n hace reconocible el hist¨®rico establecimiento, abierto en 1927 y situado a apenas 300 metros del Ayuntamiento de la ciudad. Pero esta no es su ¨²nica peculiaridad; los vecinos del centro saben desde hace a?os que all¨ª no encontrar¨¢n preservativos ni la p¨ªldora poscoital. El titular de la farmacia, Luis Melgarejo (Sevilla, 1977), no vende productos que, seg¨²n considera, est¨¢n vinculados con el aborto y no tienen prescripci¨®n m¨¦dica. Por su negativa a venderlos, la Junta de Andaluc¨ªa le impuso una multa de 3.000 euros, pero estos d¨ªas, una sentencia del Tribunal Constitucional avala el derecho de Melgarejo a la objeci¨®n de conciencia para no dispensar la p¨ªldora. No ha sido as¨ª para la venta de preservativos, por lo que todav¨ªa tiene que decidir si dispondr¨¢ de los profil¨¢cticos a partir de la sentencia.
Pregunta. ?Qu¨¦ le ha parecido la sentencia del Constitucional?
Respuesta. Muy bien. Estoy muy contento. En general estoy satisfecho porque me ampara la objeci¨®n de conciencia para no vender la p¨ªldora, que es lo que m¨¢s me violenta porque pueden provocar el aborto. Es diferente la resoluci¨®n sobre la venta de preservativos, aunque entiendo que son cuestiones totalmente distintas porque los profil¨¢cticos no implican el aborto.
P. ?Por qu¨¦ no tiene la p¨ªldora poscoital en su farmacia?
R. No solo no la vendo por cuestiones de principios y ¨¦ticas relacionadas con el aborto.Tambi¨¦n es por una cuesti¨®n de criterio profesional. No es muy apropiado que por imperativo legal tenga que vender un preparado farmac¨¦utico que puede provocar el aborto, que tiene efectos secundarios muy importantes y que adem¨¢s se dispensa sin prescripci¨®n m¨¦dica. Es una irresponsabilidad. Es muy grave.
P. ?Qu¨¦ piensa de las mujeres que asumen que tomar la p¨ªldora es un derecho?
R. Respeto totalmente el derecho de las mujeres, lo que pido es que se respete mi derecho a la objeci¨®n de conciencia. Las mujeres pueden comprar la p¨ªldora en otro lugar. De aqu¨ª a 300 metros hay varias farmacias en las que las pueden adquirir. Si estuviese mi farmacia sola en un pueblo sin puntos de venta alternativos, igual ni si quiera me establecer¨ªa ah¨ª para trabajar en libertad y no perjudicar a ninguna mujer, aunque creo que no perjudico a ninguna mujer, pero entiendo que pueden ser derechos contrapuestos. Lo que procuro es la salud de la mujer, no vulnero la vida de nadie, la protejo.
P. ?Qu¨¦ decisi¨®n va a tomar respecto a los preservativos?
R. Tendr¨¦ que estudiar las repercusiones legales de la sentencia y pensarlo con calma. De todas formas, en este caso es diferente, nada tiene que ver la anticoncepci¨®n con el aborto.
P. ?Qu¨¦ le supondr¨ªa vender preservativos?
R. Me baso m¨¢s en criterios ¨¦ticos que cient¨ªficos. Aunque creo que el uso de preservativos no garantiza que est¨¦s a salvo de enfermedades de transmisi¨®n sexual y est¨¢ comprobado que falla con frecuencia como anticonceptivo por lo que puede aumentar en muchos casos los embarazos no deseados y el aborto. Es un error poner gran parte de la pol¨ªtica sexual en los preservativos, se promueve su uso para tener relaciones sexuales seguras y se piensa as¨ª que es el modo para tener cualquier tipo de relaci¨®n, en cualquier circunstancia, con m¨²ltiples parejas...
P. ?Vende tratamientos anticonceptivos hormonales?
R. Eso s¨ª, por supuesto, porque adem¨¢s tienen otros fines. Lo vendemos siempre bajo prescripci¨®n m¨¦dica porque detr¨¢s del medicamento ha habido un profesional de que ha estudiado el caso, ha realizado una posolog¨ªa...
P. La Junta de Andaluc¨ªa considera que la sentencia del Constitucional vulnera los derechos de la mujer y se plantea recurrirla sentencia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
R. Me parece muy bien. Est¨¢ en su derecho. Cada uno puede optar por el camino que vea m¨¢s conveniente para sus intereses.
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