Jorge Fern¨¢ndez: ¡°Si hay que actuar contra una mezquita, se actuar¨¢¡±
El ministro del Interior afirma que no est¨¢ en sus previsiones operativas hacerlo por ahora Dice que la llamada ley Mordaza "molesta a partidos de extrema izquierda y antisistema¡±
Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz (Valladolid, 1950), ministro del Interior, defiende sin fisuras la ley de Seguridad Ciudadana, cuyo apodo de ley Mordaza ha enraizado en la sociedad espa?ola. Niega que recorte libertades y que persiga cortar la protesta social. El rechazo al texto, afirma, obedece ¡°al momento electoral¡± y a la agitaci¨®n por ¡°partidos radicales, de extrema izquierda y antisistema¡±. Y critica que el PSOE las secunde ¡°por el proceso de radicalizaci¨®n en el que ha entrado tras sus pactos del 24-M¡±. Fern¨¢ndez afirma que se va a mantener el nivel de alerta antiterrorista y que ahora no tiene previsto pedir el cierre de ¡°mezquitas salafistas¡±. ¡°Pero si se tiene que actuar contra ellas, se har¨¢¡±.
Pregunta. ?Era necesaria la llamada ley mordaza?
Respuesta. S¨ª, porque la reforma del C¨®digo Penal destipificando las faltas obligaba a esta reforma. Ah¨ª hab¨ªa conductas antisociales que merec¨ªan ser susceptibles de sanci¨®n administrativa. Y para que esas conductas no quedaran en un limbo jur¨ªdico ten¨ªan que estar residenciadas en la ley de Seguridad Ciudadana.
P. Pero la cr¨ªtica generalizada es por el recorte de libertades.
R. No recorta libertades; las garantiza m¨¢s y mejor. As¨ª de claro. Es mucho m¨¢s garantista que la de 1992, que era la ley que derog¨® la ley de Orden P¨²blico de Franco¡ 23 a?os despu¨¦s ten¨ªamos que reformarla s¨ª o s¨ª e incorporar figuras como la retenci¨®n, una situaci¨®n intermedia entre la libertad y la detenci¨®n, sobre la que hab¨ªa jurisprudencia muy consolidada, o los cacheos, bajo el principio de injerencia m¨ªnima.
P. Se cr¨ªtica tambi¨¦n porque impone sanciones ¡°brutales¡±.
R. ?Si son exactamente las mismas que las de la ley vigente hasta ahora! Adem¨¢s, hemos establecido que con car¨¢cter general se imponga la sanci¨®n en el grado m¨ªnimo. Pensar que en 2015 una ley que trae causa del art¨ªculo 104 de la Constituci¨®n, que ha pasado todos los filtros, no va a ser m¨¢s garantista que otra de 1992 no se sostiene. Tampoco es cierto que limite el derecho de manifestaci¨®n. Mire, la llamada ley Corcuera o de la patada en la puerta ¡ªno quiero llamarla as¨ª porque tampoco me gusta que se llame ley mordaza¡ª califica de infracci¨®n grave manifestarse delante del Congreso o del Senado sin comunicarlo a la autoridad. En la actual ley se califica como leve, y solo pasa a ser grave cuando adem¨¢s de no comunicarlo lleve aparejada una alteraci¨®n grave de la seguridad ciudadana. Esta ley no toca el derecho de manifestaci¨®n. Solo debe preocupar a los violentos.
P. Entonces, ?a qu¨¦ atribuye que el 70% de los ciudadanos la considere muy represiva?
R. Por la situaci¨®n preelectoral en la que estamos, con unos partidos emergentes, de extrema izquierda, radicales y en algunos aspectos antisistema que han dicho que la mejor ley de seguridad y de reuni¨®n es la que no existe. No me extra?a que les moleste.
P. ?Tambi¨¦n incluye ah¨ª al PSOE e IU, que la rechazan?
R. La oposici¨®n del PSOE forma parte del proceso de radicalizaci¨®n en el que han entrado por los pactos a los que han llegado tras las elecciones del 24 de mayo. Yo creo que, 23 a?os despu¨¦s, el PSOE ha querido devolvernos el recurso que el PP present¨® a la ley de 1992. Su oposici¨®n es pol¨ªtica y forma parte del momento electoral. Que el PSOE se sume a esas cr¨ªticas de fuerzas antisistema es lo preocupante.
P. Tambi¨¦n se le reprocha que se ha hecho tras el 15-M, para frenar la nueva protesta social.
R. Si esa fuera la motivaci¨®n, lo normal es que hubi¨¦ramos hecho esta ley al principio de la legislatura para haber evitado todo lo dem¨¢s. Ha entrado en vigor el 1 de julio, cuando quedan escasos meses para que haya elecciones.
P. ?Pero no le hace dudar de sus argumentos la enorme respuesta social a la ley?
El PSOE se opone a la ley de Seguridad Ciudadana por su radicalizaci¨®n tras los pactos del 24-M
R. En el actual momento preelectoral, como no se puede negar la recuperaci¨®n econ¨®mica, aunque no hemos salido de la crisis, hay que coger otras banderas. Y como lo de los recortes se ha convertido en una bandera de oposici¨®n pol¨ªtica pues ahora se toma la de recortes en las libertades. Nadie, ley¨¦ndose la ley, pude afirmar que esta ley recorta libertades. Es todo lo contrario. No se elimina tampoco la tutela judicial efectiva. El derecho administrativo sancionador no lo inventa esta ley, al margen de que el control final, la ¨²ltima palabra la tiene un juez.
P. Cambiando de asunto. ?Se va a mantener la alerta antiterrorista en el nivel 4?
R. Salvo hechos extraordinarios o sobrevenidos se va a mantener. Yo tengo el deber como ministro de informar a la ciudadan¨ªa sin generar alarmismo, que, por otro lado, ser¨ªa injustificado. Estamos intensificando las medidas de prevenci¨®n para intentar evitar la comisi¨®n de un hecho terrorista.
P. ?Se ha detectado una amenaza real y directa sobre Espa?a?
R. Cuando se ha considerado de forma un¨¢nime elevar la alerta es con base a datos que justifican plenamente la decisi¨®n, y hay l¨ªneas de investigaci¨®n abiertas en ese sentido que, l¨®gicamente, no voy a revelar. Desde el 11-M han sido detenidas en relaci¨®n con el terrorismo yihadista 571 personas. Solo este a?o van 45 detenciones. Es evidente que esas detenciones, antes o despu¨¦s, hubieran tenido alguna materializaci¨®n de alguna forma en un eventual atentado terrorista.
P. ?Cu¨¢ntas mezquitas salafistas hay en Espa?a?
R. Hay 98 y, de ellas, 50 est¨¢n en Catalu?a. Tenemos 1.264 mezquitas, desde un local a un templo. Hasta 2012, la radicalizaci¨®n y captaci¨®n se produc¨ªa en un 80% en el entorno de los centros de culto y en las prisiones. En estos momentos, el 80% se produce en Internet y las redes sociales. Y el proceso de radicalizaci¨®n cada vez es m¨¢s r¨¢pido¡ apenas escasos meses. Es un tipo de amenaza muy compleja.
P. ?Tiene previsto ordenar el cierre de algunas de esas mezquitas salafistas?
R. El nuevo C¨®digo Penal prev¨¦ esa posibilidad. Por lo tanto, si se tiene que actuar, se actuar¨¢. Pero ya se ha pronunciado alg¨²n l¨ªder religioso musulm¨¢n en Espa?a en el sentido de que los centros no adoctrinan, sino las personas. Ahora no est¨¢ en las previsiones operativas pedir el cierre. No lo est¨¢.
P. ?Es Espa?a un pa¨ªs de captaci¨®n y env¨ªo de yihadistas?
R. Mire. Son datos de ayer [por el jueves]. Hay unos 20.000 personas procedentes procedentes de 90 pa¨ªses est¨¢n incorporados en Siria e Irak combatiendo en el DAESH. De la Uni¨®n Europea,? en torno a 4.000. Si a la UE le sumamos otros pa¨ªses, excluyendo Rusia, 5.000. Son los terroristas desplazados. Retornados a la UE hay en torno a 1.300. Espa?a en t¨¦rminos comparativos tiene una cifra muy baja de desplazados y de retornados. Pero cada vez es m¨¢s habitual que los retornados triangulen su vuelta para retornar a su pa¨ªs de procedencia. O que habiendo radicalizado en otro Estado se desplace a nuestro pa¨ªs. En Espa?a tenemos identificados a 118 desplazados, y 16 retornados: nueve en prisi¨®n, ocho en espa?olas y uno en Marruecos. Los otros siete est¨¢n monitorizados en el ¨¢mbito de la ley.
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