¡°Parece que la vida empieza otra vez¡±
Nieves Barriga es una de los 18.000 afectados que han accedido a los nuevos f¨¢rmacos contra la hepatitis C. Se ha curado.
Nieves Barriga, madrile?a de 56 a?os, empieza as¨ª su relato: "Hace 29 a?os que tengo hepatitis C". Y enseguida, como si a¨²n no se lo creyera, se corrige: "Bueno, ten¨ªa". Despu¨¦s de convivir casi tres d¨¦cadas con la enfermedad, de pasar por un trasplante de h¨ªgado y cuatro dolorosos tratamientos fallidos, el 16 de julio el an¨¢lisis definitivo le dio la mejor noticia posible: estaba curada. Barriga es una de las miles de personas que han accedido ya en Espa?a a los nuevos y costosos f¨¢rmacos antivirales que han supuesto una aut¨¦ntica revoluci¨®n en el tratamiento de la hepatitis C. Ni alivio ni alegr¨ªa son palabras que basten para describir c¨®mo se encuentra: "Parece que la vida empieza otra vez", exclama.
A diferencia de la inmensa mayor¨ªa de los afectados, Barriga s¨ª sabe c¨®mo se infect¨®, siendo estudiante universitaria, de hepatitis C, que entonces se llamaba hepatitis no A no B, porque ni siquiera estaba definida. Fue en la consulta de un dentista en el barrio de Embajadores que ten¨ªa precios muy baratos--"en aquella ¨¦poca yo ten¨ªa muy poco dinero; repart¨ªa propaganda los fines de semana para salir y comprar libros"-- y que desapareci¨® sin dejar rastro tras contagiar de hepatitis C al menos a otra persona. Aquella joven hizo vida normal durante mucho tiempo. "Durante 20 a?os no te enteras de nada, pero luego se complica y ya no vuelves a estar bien", cuenta.?
Lo he pasado muy mal. He cre¨ªdo muchas veces que me mor¨ªa
La cirrosis apareci¨® hace unos cinco a?os. Y con ella las hemorragias, la acumulaci¨®n de l¨ªquidos y otros s¨ªntomas. Y empezaron los tratamientos con f¨¢rmacos que ten¨ªan una tasa de curaci¨®n muy baja y tremendos efectos secundarios. Barriga pas¨® por cuatro. "Era horroroso; me daba fiebre, dolores musculares y articulares, me dol¨ªa todo el cuerpo y sent¨ªa un cansancio brutal, de quedarme en la cama porque no pod¨ªa con mi alma". Como ocurr¨ªa con muchos enfermos, al final no los toleraba. A los cinco meses, y sin que hubieran hecho efecto, se los ten¨ªan que retirar.
Barriga dice de la hepatitis C que es "una enfermedad de sustos". Parece que mejora, pero se vuelve a recaer. "Lo he pasado muy mal. He cre¨ªdo muchas veces que me mor¨ªa", relata. Le detectaron un tumor, luego otro. Su situaci¨®n empeor¨® tanto que el a?o pasado se someti¨® a un trasplante de h¨ªgado. "Estuve 17 meses en lista de espera, porque como mi tumor estaba controlado, iban dejando pasar a la gente que estaba peor. Yo pod¨ªa aguantar m¨¢s".
La operaci¨®n se llev¨® a cabo el 27 de septiembre del a?o pasado en el hospital 12 de Octubre de Madrid, el centro que tuvo m¨¢s donantes de ¨®rganos de Espa?a en 2014. Barriga recuerda los dolores de la cicatriz, y el cansancio, pero sobre todo cuando empez¨® a andar y se vio mucho mejor. Dur¨® poco. Un trasplante le da al afectado un h¨ªgado nuevo, pero su sangre sigue infectada con el virus, as¨ª que el proceso vuelve a iniciarse. "Hay gente que est¨¢ cuatro o cinco a?os con el h¨ªgado bien despu¨¦s de un trasplante, pero a m¨ª me detectaron la recidiva solo seis meses despu¨¦s". El virus se hab¨ªa reactivado "a lo bestia". "Con esa virulencia el ¨®rgano nuevo iba a durarme dos d¨ªas", recuerda.
Barriga recuerda bien los tiempos. Cuando la visitaron de urgencia en el 12 de Octubre, con un h¨ªgado casi reci¨¦n estrenado que se estaba echando a perder, "hac¨ªa 20 d¨ªas que se hab¨ªa aprobado el plan nacional de la hepatitis C y ya se daban los nuevos f¨¢rmacos". Empez¨® a tomar las pastillas esa misma noche. "Llor¨¦ todo lo que pude. Era una emoci¨®n tal... No quer¨ªa darme falsas esperanzas, pero hab¨ªa le¨ªdo mucho y sab¨ªa que el tratamiento era muy eficaz. Pensaba que s¨ª me iba a curar. 'A lo mejor me he librado', me dec¨ªa a m¨ª misma".
Un mes despu¨¦s, la primera alegr¨ªa. La carga viral era negativa, es decir, ya no aparec¨ªa el virus en la sangre. El tratamiento contra la hepatitis C dura 12 semanas. Lo acab¨®. La enfermedad era historia. "Si te digo la verdad, todav¨ªa no me lo creo. He vivido con ella tanto tiempo... Que desaparezca de una vez es impresionante". Hubo comida familiar para celebrarlo.Y se acord¨® mucho, dice, de las asociaciones de pacientes que protestaron y se encerraron para conseguir que el Gobierno dejara de ignorar a los afectados. Gracias a ellos est¨¢ hoy donde est¨¢, dice. Haciendo planes, porque, en septiembre, vuelve a trabajar de psic¨®loga. La vida sigue. ?
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