¡®Ley Mordaza¡¯: hablan las primeras prostitutas multadas
Las trabajadoras sexuales del pol¨ªgono madrile?o de Marconi critican la "oleada de sanciones" que han sufrido desde la entrada en vigor de la norma
¡°En una noche un solo agente nos mult¨® a 30 compa?eras bas¨¢ndose en la Ley Mordaza¡±, afirma Carmina, una prostituta de 35 a?os. ¡°El polic¨ªa me dijo que ten¨ªa que volver a la comisar¨ªa con 50 actas levantadas¡±, sostiene la mujer, que trabaja habitualmente en el pol¨ªgono de Marconi, en el distrito madrile?o de Villaverde: ¡°Cuando lleg¨® nos dijo que ya ten¨ªa 27, y all¨ª nos mult¨® a tres m¨¢s¡±.
La mujer se abanica, un poco tensa. Afirma que le gustar¨ªa poder hablar sin un nombre inventado y mostrando su rostro, pero afirma que tiene miedo: ¡°Hasta ahora hab¨ªa presi¨®n, aunque no hab¨ªamos recibido multas hasta la aplicaci¨®n de la Ley Mordaza¡±, explica Carmina. Esta mujer ejerce la prostituci¨®n para mantener a su madre y a sus sobrinos. En el acta figura que est¨¢ denunciada por una falta de obstrucci¨®n de la v¨ªa p¨²blica, aunque ella defiende que estaba en un solar, y que el agente la sac¨® a la calzada para pedirle la documentaci¨®n. Este documento no se?ala cu¨¢l ser¨¢ la cantidad que la Delegaci¨®n del Gobierno demandar¨¢ a Carmina. Seg¨²n la Ley de Seguridad Ciudadana, la falta est¨¢ penada con entre 100 y 600 euros.
La prostituta critica que fue tratada con vejaciones por parte de un agente de la Brigada de Extranjer¨ªa: ¡°A una compa?era lleg¨® a decirle literalmente que si esto no le gustaba se fuera a su puto pa¨ªs¡±. Un portavoz de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid indica que no les consta que haya un repunte de multas, aunque no se puede verificar hasta la publicaci¨®n del informe de faltas la Delegaci¨®n del Gobierno que, seg¨²n el agente, tardar¨¢ unos meses. Tambi¨¦n se?ala que si las mujeres han recibido vejaciones deber¨ªan denunciarlo en comisar¨ªa.
¡°Estas multas empeoran sus condiciones de vida. Tienen que buscar otro sitio, se alejan m¨¢s de la ciudad y es mucho m¨¢s peligroso para ellas¡±, afirma Silvia Garc¨ªa, de 36 a?os, trabajadora social del Colectivo Hetaira. Esta asociaci¨®n da apoyo a estas mujeres en los problemas cotidianos en el ejercicio de su trabajo como dar asesor¨ªa jur¨ªdica o mediar conflictos con comerciantes y vecinos. La meta de este colectivo es que ellas se organicen por s¨ª mismas. ¡°La Ley de Seguridad Ciudadana est¨¢ regulando la prostituci¨®n de manera soslayada mediante la criminalizaci¨®n¡±, critica la trabajadora social.
¡°No somos v¨ªctimas. Somos, hablando coloquialmente, putas libres¡±, afirma Luc¨ªa ¡ªtambi¨¦n es un nombre ficticio¡ª de 40 a?os. Esta prostituta asegura que en el pol¨ªgono de Marconi el 90% de las trabajadoras sexuales no est¨¢n controladas por ninguna mafia y trabajan por voluntad propia. ¡°Trata y prostituci¨®n no es lo mismo. El que equipara ambas cosas consigue invisibilizarnos¡±, a?ade Luc¨ªa, que es puntualizada por su compa?era Sonia, de 34 a?os: ¡°Nosotras pertenecemos al oficio m¨¢s antiguo del mundo, que es la prostituci¨®n, no la trata de personas¡±.
No somos v¨ªctimas. Somos, hablando coloquialmente, putas libres¡±
Luc¨ªa, prostituta
Las prostitutas libres de Marconi reclaman la legalizaci¨®n del trabajo sexual y la eliminaci¨®n de los estigmas que pesan sobre sus vidas cotidianas. ¡°La situaci¨®n de ahora nos permite tener el negocio pero no que tengas clientes. Nos hemos visto severamente afectadas por nuestras multas y las de nuestros clientes¡±, protesta Luc¨ªa. Estas mujeres demandan un lugar donde puedan trabajar sin molestar a nadie y en el que no sean molestadas. ¡°Los clientes suelen ser muy respetuosos con nosotras, si hay alg¨²n malcriado nos negamos a ir con ¨¦l, somos libres. Pero esta nueva situaci¨®n nos da miedo. Solo queremos la normalizaci¨®n de la profesi¨®n para tener derechos. Somos trabajadoras del sexo¡±, sentencia Luc¨ªa.
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