Decenas de municipios blindan o rescatan el agua de la privatizaci¨®n
El cambio pol¨ªtico tras las municipales genera una corriente para recuperar el servicio p¨²blico
La situaci¨®n de los ¨²ltimos a?os, cuando la crisis favoreci¨® que los Ayuntamientos lanzaran una oferta general de venta de los servicios de agua a empresas privadas para hacerse con dinero, ha comenzado a revertir. El ¨²ltimo cambio pol¨ªtico municipal ha llevado a decenas de ciudades a rescatar las empresas o a aprobar medidas para blindarlas ante posibles privatizaciones. Santiago de Compostela, Valladolid, Vitoria o Sevilla son algunas de las capitales que han abierto la senda para que los grifos vuelvan o sigan en manos de los vecinos, mientras las empresas del sector defienden que la colaboraci¨®n es la mejor f¨®rmula.
La capital gallega ha empezado el camino del rescate. Xan Duro (Compostela Abierta), miembro de la Junta de Gobierno Local, tiene claro que, ¡°pese a que la legislaci¨®n ha puesto muchas trabas¡±, recuperar¨¢n el servicio, cuya concesi¨®n acaba en 2019. Le mueven diversos motivos: la declaraci¨®n de la ONU en 2010 que reconoce el agua como un derecho humano, razones econ¨®micas ¨CDuro defiende que como m¨ªnimo pueden conseguir un 30% de ahorro que revertir¨ªa en los ciudadanos- y evitar la supuesta corrupci¨®n. El sumario del caso Pokemon incluye ¡°presuntas adjudicaciones il¨ªcitas de contratos y servicios¡± a sociedades privadas de agua.
¡°Con la empresa estamos perdiendo dinero y calidad¡±, justifica un t¨¦cnico de la entidad encargada del suministro en Valladolid y que ha pasado por los dos modelos de gesti¨®n. A ra¨ªz de esta experiencia, afirma claramente que la sociedad municipal es ¡°mejor y perjudica menos al ciudadano¡±. La concesi¨®n caduca en dos a?os.
Gregorio Garc¨ªa, presidente del comit¨¦ de Aguas de Valladolid, coincide con su compa?ero. ¡°Los trabajadores lo tenemos muy claro¡±, afirma para explicar que una sociedad municipal persigue el servicio al ciudadano y una privada, ¡°el lucro a costa de lo que sea¡±. Su balance de la ¨²ltima gesti¨®n empresarial es contundente: subida de tarifas, p¨¦rdida de calidad y una peor atenci¨®n al p¨²blico.
El primer pleno de Vitoria se dedic¨® a blindar el servicio p¨²blico al aprobar, con el apoyo de PSE, PNV, Bildu y Podemos, el Pacto Social por el Agua, una iniciativa promovida por m¨¢s de 300 asociaciones, organizaciones y partidos que pretende evitar la gesti¨®n privada y defender este recurso como derecho humano. El PP se abstuvo.
El concejal socialista Peio L¨®pez de Munain defiende la importancia de esta medida tras unos a?os de gobierno del PP que, seg¨²n afirma, intent¨® abocar a la privatizaci¨®n mediante la descapitalizaci¨®n de la sociedad municipal y poniendo en riesgo su viabilidad con ¡°excusas para meter la mano en la caja¡±.
El Pacto Social por el Agua ha empezado a recorrer cientos de plenos municipales. En Toledo lo promueve IU que, seg¨²n el responsable de servicios p¨²blicos de esta formaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez, pretende aunar las voluntades pol¨ªticas y de los ciudadanos, imprescindibles para blindar el car¨¢cter p¨²blico de un servicio fundamental.
Las empresas defienden la colaboraci¨®n
Las asociaciones en las que se agrupan las principales empresas privadas de gesti¨®n de servicios defienden que su labor en solitario o en colaboraci¨®n con sociedades p¨²blicas es positiva. Estas consideran que la f¨®rmula es tomar lo mejor de los sectores p¨²blico y privado para suministrar un servicio de calidad.
El presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), Fernando Morcillo, durante unas jornadas tituladas Un pacto social del agua ?es necesario?, defendi¨® que los retos prioritarios del sector son otros: el d¨¦ficit de inversi¨®n en infraestructuras del agua, la cobertura de costes y la armonizaci¨®n, transparencia y responsabilidad ciudadana.
Sobre los costes, defendi¨® un aumento progresivo de los mismos para adaptarse a la normativa europea y al incremento de la demanda, sin que repercuta de manera significativa en las econom¨ªas familiares.
Este representante de IU enarbola las conclusiones de un informe tras siete meses evaluando a las empresas privadas del sector que operan en la provincia: no hay transparencia al anularse cualquier opci¨®n de licitaci¨®n, disminuye la calidad del agua y del empleo, se pierde dinero por el ¡°chantaje¡± que supone la cl¨¢usula de equilibrio financiero ¨C"si hay beneficios se lo lleva la empresa y si hay p¨¦rdidas paga el ciudadano", explica- y falta eficacia.
Sevilla, con una hist¨®rica empresa p¨²blica metropolitana (Emasesa), tambi¨¦n se va a sumar al pacto social. El nuevo alcalde, Juan Espadas (PSOE), ya ha empezado a establecer medidas incluidas en este acuerdo, como impedir los cortes de suministro por impago, pero quiere que el compromiso con un derecho humano como el agua pase por el resto de ayuntamientos de los que dependen un mill¨®n y medio de vecinos.
Espadas cree que el PP, que gobern¨® hasta las pasadas elecciones en la capital, ten¨ªa una ¡°agenda oculta¡± para favorecer la privatizaci¨®n si llega a mantenerse en el poder. El nuevo equipo municipal, del PSOE con apoyo de IU y Participa Sevilla, rechaza esta posibilidad y quiere comprometerse con los principios del Pacto Social, como el establecimiento de garant¨ªas de suministro de un m¨ªnimo vital y favorecer una gesti¨®n participativa. ¡°No es politizar sino primar los intereses generales¡±, defiende Espadas, quien se ha comprometido a ¡°revisar y reforzar los protocolos de la entidad¡± con el fin de asegurar una actuaci¨®n ¡°sensible¡± con las circunstancias sociales.
En este aspecto coincide el gerente de la asociaci¨®n de operadores p¨²blicos Aeopas, Luis Babiano, quien destaca que el pacto social es una ¡°hoja de ruta¡± que va m¨¢s all¨¢ de la defensa de un sistema de gesti¨®n y pretende crear un nuevo modelo econ¨®mico, ambiental y social al servicio de los ciudadanos, en el que la prioridad sean las personas y la participaci¨®n de las mismas. "El Pacto Social del Agua no sol¨® supone la paralizaci¨®n definitiva de la privatizaci¨®n de nuestra agua sino que sienta las bases para la creaci¨®n de un modelo p¨²blico 100%, transparente y participativo. Debemos imaginarnos una ciudad m¨¢s inclusiva, donde el agua sea de todas las personas", afirma.
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