El `autorrescate?compartido
En su entrevista con Aimar Bretos (en la foto), el nuevo hombre fuerte de la comunicaci¨®n del Partido Popular dio una interesante visi¨®n de la historia de la llegada de Mariano Rajoy al Palacio de la Moncloa tras la victoria del PP en las elecciones del 20-N-2011. Seg¨²n explic¨®, cuando llegaron al Gobierno "nos encontramos un memor¨¢ndum de rescate en los cajones". Pablo Casado se refiere "a la carta del se?or Trichet", la misiva que el entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet y el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, dirigieron el 5 de agosto de 2011 al presidente del gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. All¨ª Trichet fijaba las condiciones para comprar deuda p¨²blica espa?ola en plena ofensiva especulativa y estampida en los mercados secundarios de deuda de la prima de riesgo (diferencia entre lo que paga Espa?a por el bono p¨²blico a diez a?os y lo que abona Alemania).
Casado ha vuelto a repetir la mitolog¨ªa de Montoro y de Rajoy, pero esta vez, sin percatarse, en el fragor de la larga precampa?a electoral, ha ido m¨¢s lejos. La carta de Trichet, seg¨²n su versi¨®n, es el memor¨¢ndum del rescate.
Bien.
La carta de Trichet era la continuaci¨®n de otras exigencias que ya hab¨ªan impuesto el BCE y la Comisi¨®n Europea. Sobre todo, el programa de ajuste que llev¨® Zapatero al Congreso de los Diputados, para sorpresa de su propio partido, el 12 de mayo de 2010. Ese programa consiste en diez medidas. En cabeza la reducci¨®n de las retribuciones del personal del sector p¨²blico en un 5% de media en 2010 y congelaci¨®n en 2011; reducci¨®n en un 15% de los sueldos de los miembros del Gobierno; congelaci¨®n en 2011 de la revalorizaci¨®n de las pensiones de m¨¢s de 5 millones de ciudadanos, excluyendo las contributivas y las m¨ªnimas; eliminaci¨®n del r¨¦gimen transitorio de la jubilaci¨®n parcial; eliminaci¨®n del "cheque beb¨¦" de 2.500 euros a partir del 1 de enero de 2011; adecuaci¨®n del n¨²mero de unidades de los envases de medicamentos para ajustarlo a la duraci¨®n estandarizada de los tratamientos; reducci¨®n de la inversi¨®n p¨²blica en 6.045 millones de euros entre 2010 y 2011; resoluci¨®n en seis meses de las solicitudes para dependencia elimin¨¢ndose la retroactividad; ahorro de 1.200 millones de euros en CCAA y Ayuntamientos y reducci¨®n de la ayuda al desarrollo entre 2010 y 2011 en 600 millones.
Quedaban pendiente, entre otras, medidas como el cambio de la edad de jubilaci¨®n, de 65 a 67 a?os, y la ampliaci¨®n del plazo del c¨¢lculo de la pensi¨®n de 15 a 25 a?os, aprobados m¨¢s tarde, en 2011, con la oposici¨®n del PP.
En lugar de convocar elecciones, Zapatero abjur¨® de su programa y aplic¨® las medidas impuestas. En julio de 2011, el entonces presidente del Gobierno anticip¨® las elecciones, tras la derrota de las auton¨®micas y municipales, al 20 de noviembre de 2011 y confirm¨® que no ser¨ªa candidato del PSOE.
Pero las medidas adoptadas no fueron suficientes para contener la especulaci¨®n en los mercados financieros, ya que adem¨¢s de Espa?a, el euro como tal atravesaba lo que se llam¨® una fase de redenominaci¨®n. Los inversores diferenciaban, por as¨ª decir, el euro espa?ol, griego e italiano, respecto del euro alem¨¢n y del euro de los pa¨ªses del norte de Europa.
En agosto de 2011, la ofensiva de los mercados se recrudeci¨®. Y entonces Trichet exprimi¨® m¨¢s a Zapatero, que ya hab¨ªa acometido varias reformas laborales, para que diera un paso adelante con una reforma m¨¢s radical de las relaciones laborales en Espa?a: un cambio en la negociaci¨®n colectiva, eliminaci¨®n cl¨¢usula indexaci¨®n salarial, un contrato laboral de car¨¢cter excepcional que contemple indemnizaciones bajas por despido, eliminaci¨®n prohibici¨®n de concatenaci¨®n de contratos temporales durante cierto periodo de tiempo, una consolidaci¨®n fiscal del 0,5% del PIB. Fuera de la carta quedaron otras iniciativas m¨¢s duras: eliminaci¨®n sin atenuantes de la indexaci¨®n salarial, creaci¨®n de un contrato juvenil sin derechos y la liberalizaci¨®n de horarios comerciales.
La entonces ministra de Econom¨ªa y Hacienda, Elena Salgado, y Zapatero decidieron aprobar la mayor parte de las medidas exigidas en la carta firmada por Trichet y Fern¨¢ndez Ordo?ez.
Rajoy se enter¨® en agosto de 2011 de la existencia de dicha carta cuando Zapatero propuso reformar la Constituci¨®n para introducir la regla de oro de limitaci¨®n del d¨¦ficit, tal como pidieron Merkel y Sarkozy en Par¨ªs d¨ªas antes. Rajoy apoy¨® esa reforma pero intent¨® sacar partido de la carta. Pregunt¨® a Zapatero en el Congreso por ella, sin obtener respuesta.
Rajoy intent¨® conseguir el texto, cinco folios, y para ello encarg¨® a su equipo que llamase a sus contactos en el BCE. Un miembro de su equipo, que forma parte del Gobierno, llam¨® por tel¨¦fono a Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez P¨¢ramo, miembro del consejo ejecutivo del BCE, y le urgi¨® a aportar una copia del texto. Gonz¨¢lez P¨¢ramo, consejero ejecutivo del BBVA y miembro de su consejo de administraci¨®n desde 2013, se neg¨® a ello. Fuentes solventes recuerdan que al narrar estos hechos en privado, Gonz¨¢lez P¨¢ramo explic¨® que se vio obligado por la situaci¨®n violenta creada a colgar el tel¨¦fono a un miembro comisionado por Rajoy para persuadirle de que deb¨ªa entregar copia de la misiva. El PP la obtuvo a trav¨¦s de otra persona. El entonces ministro de Econom¨ªa en la sombra, Luis de Guindos, es informado del contenido.
Pero, establecidos los hechos, ahora volvamos a la entrevista de Aimar Bretos a Pablo Casado. Desde luego, la carta de Trichet-Fern¨¢ndez Ord¨®?ez no era un memor¨¢ndum de rescate como tal. Otra carta parecida -y con la recomendaci¨®n de reforma de la Constituci¨®n, no incluida en la carta a Zapatero- hab¨ªa sido enviada al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el mismo d¨ªa.
Pero la versi¨®n propagand¨ªstica de Casado es sugerente.
Veamos por qu¨¦.
Rajoy, tras su victoria electoral, ?qu¨¦ hace?.
El 30 de noviembre de 2011 cita en la s¨¦ptima planta de la calle G¨¦nova uno a uno a C¨¢ndido M¨¦ndez, secretario general de UGT; a Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, de CCOO, y a Juan Rosell, presidente de la CEOE.
Explica que la reforma laboral es el objetivo prioritario del gobierno que se dispone a formar. Enumera punto por punto las medidas que va a introducir. Y dice:
-Nos piden que cambiemos la indexaci¨®n salarial. En una carta de Trichet a Zapatero se plantea el tema de los salarios, la reforma de la negociaci¨®n colectiva para dar primac¨ªa a los convenios de empresa, y otras medida. Esa carta no me la ha dado Zapatero. La hemos conseguido por nuestros propios medios. El hecho es que queremos que Espa?a est¨¦ entre los principales pa¨ªses del euro y para ello es necesario cumplir con el Plan de Estabilidad. Y la reforma laboral es el tema de referencia.
El jueves 9 de marzo, en la reuni¨®n del Eurogrupo, el ministro Luis de Guindos le da la primicia al entonces presidente, Olli Rehn. Se le acerca por detr¨¢s y le dice al o¨ªdo.
-Ma?ana vamos a aprobar...la reforma del mercado laboral. Ver¨¦is que va a ser extremadamente, extremadamente agresiva.
Rehn asiente con la cabeza.
-Usted ya sabe -insiste Guindos. -Va a tener un mont¨®n de flexibilidad en la negociaci¨®n colectiva, reducimos los pagos por indemnizaci¨®n de despido, ya ver¨¢, es una modificaci¨®n real...
-Okay, eso ser¨ªa estupendo. Muy bien -dice Rehn.
Todo esto nos conduce otra vez a Casado.
Aunque formalmente la carta de Trichet ni las medidas aprobadas el 12 de mayo de 2010 no sean un memor¨¢ndum de entendimiento suponen un programa impuesto en el contexto de la crisis del euro de 2010 y 2011.
Pero si es as¨ª, la conclusi¨®n es evidente: Zapatero inicia el autorrescate y Rajoy lo consuma a partir de 2012. Ambos coinciden en reivindicar que han salvado a Espa?a del rescate. Los dos han asumido medidas de rescate impuestas por el BCE, la CE y el gobierno de ?ngela Merkel, medidas que por tratarse de un pa¨ªs como Espa?a, la cuarta econom¨ªa de la Eurozona, no pod¨ªan ser id¨¦nticas a las de Portugal, Irlanda y Grecia.
Y ello sin mencionar el rescate bancario a ra¨ªz de la p¨¦sima gesti¨®n gubernamental de la crisis de Bankia que llev¨® a la cr¨ªtica p¨²blica en mayo de 2012 del presidente del BCE, Mario Draghi.
La caricatura que ha dibujado Pablo Casado echando toda la culpa a Zapatero supone, parad¨®jicamente, reconocer la participaci¨®n activa, sin complejos, de Rajoy en la ejecuci¨®n de las medidas que Trichet exig¨ªa a Zapatero en su carta del 5 de agosto de 2011 y que el PP aplic¨® desde su investidura el 21 de diciembre de 2011.
?Qu¨¦ mejor prueba del autorrescate compartido que la decisi¨®n de Rajoy de llevar adelante como su propio programa la carta dirigida por Trichet-Fern¨¢ndez Ordo?ez a Zapatero, quien, como hemos se?alado, hab¨ªa iniciado el ajuste el 12 de mayo de 2010?
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