Catalu?a extrema (IV) | Pleno empleo en la torre de Babel

El cambio de turno de las 14,40 regula en la Cooperativa Alimentaria de Guissona el acceso y la salida de la torre de Babel. Predominan los currantes ucranianos, rumanos y senegaleses, pero el ajetreo de los tornos contabiliza rutinariamente medio centenar de nacionalidades. Todas las razas. Casi todas las religiones. Y muchas etnias que se "igualan" en la f¨¢brica con la disciplina del uniforme, retratando coralmente un modelo de integraci¨®n y de negocio cuyos resultados iconoclastas se estudian en las universidades a expensas de los paradigmas y de los estereotipos.

?Ejemplos? El masivo porcentaje de inmigrantes en la localidad de Guissona, un 50% de la poblaci¨®n (7.000 habitantes), cohabita con el pleno empleo. Un 5% de paro estructural que representa la cuarta parte de la desocupaci¨®n predominante en la comarca de La Segarra, tan independentista en su idiosincrasia que las esteladas ondean en los campanarios con el ventilador de los sacerdotes locales.

Un buen ejemplo consiste en la iglesia de San Salvador (Tarroja), cuya advocaci¨®n se deriva de la primera isla que Crist¨®bal Col¨®n bautiz¨® a su viaje a Am¨¦rica, propiciando la leyenda rural de acuerdo con la cual el gran descubridor naci¨® en este pueblo.

Han venido a desmentirlo diferentes historiadores, pero un vecino de Torroja, Antonio Gonz¨¢lez, abundaba en la hip¨®tesis vinculando el apellido de Col¨®n al de Colom. Y recreando la titularidad de un mito que podr¨ªa a?adirse a la g¨¦nesis catalana de Santa Teresa y de El Quijote, reivindicados ambos en el manual del buen separatista.

Lo hojean, simb¨®licamente, en Guissona los jubilatas que apuran el sol en la terraza del bar Modern. Es un buen lugar para impresionarse con la mezcolanza de nacionalidades y de costumbres. Unos marroqu¨ªes en chilaba, unos gigantes de Mali, una familia numerosa de Kiev, unas mozas colombianas que escuchan bachata en el m¨®vil. Se dir¨ªa que la Cooperativa Alimentaria de Guissona se ha convertido en una extrapolaci¨®n humana y enciclop¨¦dica del arca de No¨¦, con m¨¢s raz¨®n cuando algunos animales inscritos en el mito b¨ªblico se exponen a un matadero de impresionante ritmo industrial: 1.000 cerdos y 30.000 pollos se sacrifican diariamente en la nave perif¨¦rica.

En Guisona coinciden todas las razas y casi todas las religiones

No huele a sangre en el pueblo. Huele a pienso compuesto. Y huele a¨²n m¨¢s a independencia. Resultar¨ªa parad¨®jico que en Babelia ondease una sola bandera y se haya arraigado una sola ambici¨®n territorial, si no fuera porque la mayor¨ªa de los extranjeros carece de derecho al voto, a semejanza de los metecos en Atenas.

Junts pel s¨ª?se ha preocupado de recaudar la papeleta de los extranjeros, reivindicando la prosperidad econ¨®mica que implicar¨ªa la independencia

"Claro que me gustar¨ªa votar y sentirme m¨¢s ciudadano, con m¨¢s derechos", nos explica Iv¨¢n en su negocio de productos del Este. Recal¨® en Guissona en 1999, precisamente cuando la Cooperativa, necesitada de mano de obra, promovi¨® una segunda oleada de inmigraci¨®n controlada con voluntarios del Este, inmigrantes de Senegal y unos cupos provenientes de Ruman¨ªa previamente pactados.

La primera oleada, en cambio, se produjo a caballo de los a?os setenta. Y la protagonizaron trabajadores de Galicia, Extremadura, Castilla y Andaluc¨ªa, de tal forma que Guissona ha conformado su identidad en el mestizaje tanto como ha participado a t¨ªtulo embrionario en el entusiasmo territorial de la independencia.

Esquerra Republicana es la primera fuerza municipal desde 1999. Y lo seguir¨¢ siendo muchas legislaturas porque los vecinos de la localidad leridana, puedan votar o no, nunca han percibido que el proyecto soberanista los excluyera.

Es m¨¢s, la candidatura de Junts pel s¨ª, fuera y dentro de Guissona, se ha preocupado de recaudar la papeleta de los extranjeros, reivindicando la prosperidad econ¨®mica que implicar¨ªa la independencia y haciendo pedagog¨ªa de un pasaporte de primera clase.

Confirma Radu la impresi¨®n. Es espa?ol, hijo de inmigrantes marroqu¨ªes y ha adoptado un nombre rumano. Votar¨¢ por vez primera el 27-S. Y se adherir¨¢ al separatismo: "No vamos a pagar impuestos y vamos a disponer de nuestro dinero, en lugar de compartirlo con el resto de Espa?a. Me siento catal¨¢n. Necesitamos la independencia".

Hay una mezquita en Guissona y proliferan los locutorios. M¨¢s que convivir, los extranjeros coexisten. Matizan sus diferencias culturales en sus guetos. Se han integrado mejor los europeos del Este, incluso se han producido matrimonios mixtos con catalanes, multiplicando la natalidad de una comarca bastante pobre y deprimida donde Guissona constituye una abrumadora excepci¨®n y parece la asamblea de las Naciones Unidas. No es partidario de idealizarla Mamadou, un hombre fornido de 30 a?os a quien la religi¨®n contraindica comerse un cerdo pero no le impide sacrificarlo: "Trabajo como un hombre y me pagan como un ni?o".

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