Arag¨®n pide que el Papa medie con Catalu?a en el caso de las obras de arte

El reto soberanista catal¨¢n tambi¨¦n afecta a la Iglesia. El nuevo obispo de Lleida toma posesi¨®n? este domingo sabiendo que su di¨®cesis lleva casi 20 a?os de pleitos con la de Barbastro-Monz¨®n (Arag¨®n), que reclama que le sean devueltas 113 obras de arte trasladadas a principios del siglo XX. Todas las instancias jur¨ªdicas le han dado la raz¨®n a la di¨®cesis aragonesa. ?El problema? La Generalitat ha catalogado las obras como bien cultural catal¨¢n y no permite su salida.?¡°Si bien se han dictado sentencias relativas a estos bienes ninguna ha adquirido a¨²n el car¨¢cter de firme, por lo que la Generalitat no est¨¢ obligada legalmente a su retorno¡±, le escribi¨® este mes?Artur Mas a Javier Lamb¨¢n, presidente de Arag¨®n, que en consecuencia pedir¨¢ la mediaci¨®n del Papa Francisco.

Este es el origen del conflicto, que esta semana ha unido a los cuatro ¨²ltimos presidentes de Arag¨®n, sin importar que fueran de PP o PSOE, para establecer una estrategia com¨²n. A principios del siglo XX, el obispo de Lleida decidi¨® trasladar a la capital objetos de diversas parroquias para evitar su venta, expolio y deterioro. Entre 1995 y 1998, la Conferencia Episcopal Espa?ola dispuso que una parte del territorio adscrito a ese obispado fuera segregado y sumado al obispado de Barbastro-Monz¨®n para acomodar el mapa de la jurisdicci¨®n eclesi¨¢stica al auton¨®mico. Ah¨ª naci¨® el problema. La nueva di¨®cesis pidi¨® que le fueran devueltos los bienes de sus parroquias¡­ y estall¨® un pulso con ra¨ªces pol¨ªticas.

¡°La Iglesia busca una soluci¨®n que no enfrente a las dos comunidades religiosas. Los problemas los plantean los pol¨ªticos. Puedo afirmar con rotundidad que este litigio se habr¨ªa resuelto si hubieran dejado sola a la Iglesia¡±, opin¨® Javier Gonzalo, abogado de la di¨®cesis de Lleida. ¡°Por la parte catalana, el obispado de Lleida no ha vuelto a entablar litigios ni a oponerse al traslado desde 2007, cuando se pronunci¨® el Tribunal Supremo de la Signatura Apost¨®lica y desde que en 2010 un juzgado de lo civil consider¨® que no exist¨ªa prescripci¨®n a favor del Obispado de Lleida de las obras. El obispo, que nunca se opuso a las resoluciones vaticanas, ha estado a favor de que se cumplieran, pero ¨¦l no tiene las obras, que desde antes del primer Decreto vaticano, se hallan incorporadas a un Consorcio presidido por el Consejero de cultura de la Generalitat¡±, a?adi¨®. ¡°La Generalitat mantiene que las obras no pueden salir del territorio catal¨¢n al haber sido catalogadas como bien cultural de Catalu?a, por Ley del Parlamento catal¨¢n, y que solo pueden salir de Catalu?a para retornar, en exposiciones temporales¡±, advirti¨®. "En este momento los litigios los mantienen los gobiernos de Catalu?a y el de Arag¨®n y no los obispados".

La huella de los intereses pol¨ªticos permanece indeleble en la pol¨¦mica. La Generalitat no quiso pronunciarse sobre la pol¨¦mica. Una cosa es segura. Aunque la sentencia del Supremo deber¨ªa servir para cerrarla, porque afirma la preeminencia de la catalogaci¨®n aragonesa frente a la catalana, el pulso sigue vivo.

¡°Ha habido una connivencia entre el obispado de Lleida y la Generalitat para no devolver las obras. Su estrategia ha sido construir un fondo que no se puede entregar sin permiso de la Generalitat¡±, valor¨® Jorge Espa?ol, abogado de la di¨®cesis de Barbastro. ¡°Ahora, con la sentencia del Tribunal Supremo, ya no hay ning¨²n obst¨¢culo para devolverlas, pero ha de hacerlo la Iglesia, que no quiere molestar a los catalanes y prefiere que las obras se queden secuestradas all¨ª¡±, sigui¨® sobre las piezas, expuestas en el Museo Diocesano de Lleida. ¡°Quiero pensar que la nunciatura apost¨®lica est¨¢n buscando el momento adecuado. Si no, el Gobierno aragon¨¦s podr¨ªa plantear la expropiaci¨®n de las piezas¡±.

El conflicto ya ha llegado hasta Roma, donde las partes compiten por hacerse oir ante el Papa. "La Santa Sede ya se pronunci¨® en la misma l¨ªnea que la ¨²ltima sentencia del Tribunal Supremo, reconociendo la titularidad de los bienes a la di¨®cesis de Barbastro", explic¨® un portavoz de la Nunciatura. "En la ejecuci¨®n de dicha sentencia nada compete a esta Nunciatura Apost¨®lica, y desgraciadamente, tampoco la persona del Obispo de L¨¦rida puede, en estos momentos, hacerla cumplir".

El conflicto sigue abierto. Los obispos aragoneses hacen gestiones en Roma. Lamb¨¢n y sus predecesores en el cargo apoyan la iniciativa. Las piezas, mientras tanto, siguen en Catalu?a.