?3.000 d¨ªas en el banquillo por los ERE?
La divisi¨®n de la macrocausa aboca a una decena de imputados a enfrentarse a 200 juicios
?Un acusado sentado 3.000 d¨ªas en el banquillo de los acusados? Es la previsi¨®n a la que se enfrenta una decena de imputados clave en el caso de los ERE fraudulentos. La descomunal cifra, que significa estar una d¨¦cada sentado en una vista oral (d¨ªas laborables), es la primera y asombrosa consecuencia de la divisi¨®n de la macrocausa de los ERE, resuelta este pasado verano.
Una decena de imputados que ostentaron puestos clave en la Consejer¨ªa de Empleo andaluza que concedi¨® el fondo de 855 millones y en la agencia Idea de la Junta (pagadora de las ayudas) repetir¨¢n un juicio tras otro hasta superar los m¨¢s de 200 procedimientos. Uno por cada subvenci¨®n concedida, que la instrucci¨®n judicial y la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n consideran ilegales y origen de diversos delitos. Ese ramillete de imputados autorizaron las ayudas directas a empresas y para diferentes ERE como pasos preceptivos para su abono, y ahora afrontan acusaciones de malversaci¨®n, prevaricaci¨®n y fraude de subvenciones.
Al margen de las ulteriores condenas, la cifra de 3.000 d¨ªas de juicios, a una media conservadora de 15 d¨ªas por proceso, da una idea de la dimensi¨®n de la macrocausa. Las defensas de los imputados solo podr¨¢n rebajar la mareante cifra gracias a las conformidades con la fiscal¨ªa tras generarse jurisprudencia menor [instaurada por la Audiencia], pero se enfrentan al escollo de que para evitar llegar al banquillo todos los acusados deben estar de acuerdo. Y eso en causas con tantos imputados es complejo.
Durante cuatro a?os la juez Mercedes Alaya defendi¨® que el caso era ¡°inescindible¡± mientras que Anticorrupci¨®n pidi¨® su divisi¨®n una vez y otra sin ¨¦xito. Hasta que la pasada primavera Alaya ascendi¨® a la Audiencia de Sevilla, abandon¨® la instrucci¨®n del caso, y su sustituta, Mar¨ªa N¨²?ez, impuso su criterio, diametralmente opuesto a Alaya y alineado con los dos fiscales del caso. Solo un mes y medio tras tomar posesi¨®n, el 30 de julio, N¨²?ez decidi¨® trocear el sumario para lograr una ansiada ¡°agilidad procesal¡±, y esta semana ha creado las primeras cuatro piezas separadas sobre los ERE de las firmas Surcolor, R¨ªo Grande, Acyco y Calderinox.
Tras recurrir las defensas para evitar esta sucesi¨®n de juicios que tildan de ¡°calvario judicial¡± y ¡°muerte civil¡±, ahora solo resta un ¨²ltimo paso para que la divisi¨®n del caso se materialice: la resoluci¨®n de la Audiencia de Sevilla que dar¨¢ v¨ªa libre a la separaci¨®n en procedimientos. Fuentes de este ¨®rgano dan por hecha una divisi¨®n que ya recomend¨® en su d¨ªa el Tribunal Supremo.
Las defensas arguyen el riesgo de sentencias contradictorias sobre unos mismos hechos. ¡°Evitar que una persona sea condenada a m¨¢s tiempo de privaci¨®n de libertad que la que el C¨®digo Penal prev¨¦ para los hechos presuntamente cometidos ha de tener mayor valor que la agilidad procesal¡±, defiende el abogado Juan Carlos Alf¨¦rez. El tambi¨¦n letrado Alfonso Mart¨ªnez del Hoyo, matiza sobre la conexidad de los delitos: ¡°Doscientos juicios a los que, en alg¨²n caso, puede que deba someterse alguna persona, para ¨Cinhumana, monstruosamente- arrostrar acusaciones por hechos que, sin embargo, vienen relacionados¡±.
¡°?Qu¨¦ prefiere, 200 juicios o un solo juicio que dure como 200?¡±, plantean fuentes judiciales ligadas al caso que solicitan el anonimato. Estas fuentes hacen hincapi¨¦ en una cuesti¨®n que agiganta a¨²n m¨¢s la causa, cuyo volumen real pocas personas excepto los funcionarios del juzgado, los fiscales y la juez, pueden concebir. Y es que el caso ERE esconde -por si fuera poco- otras macrocausas dentro de su paraguas. Hay ayudas de enorme volumen de la Junta de Andaluc¨ªa como la miner¨ªa onubense, cuyo ERE benefici¨® a 1.169 extrabajadores y en el que la Guardia Civil ha detectado irregularidades en las p¨®lizas de 334 personas. ¡°?Cu¨¢nto va a durar esa instrucci¨®n, y la de Santa Motor o Delphi? No podemos mirar para otro lado y descartar que haya indicios de delitos cuando todo apunta a ello. Eso s¨ª, el trabajo es mastod¨®ntico¡±, subrayan fuentes de la fiscal¨ªa.
Todos los ¨®rganos jur¨ªdicos superiores estiman al un¨ªsono que la causa debe dividirse para lograr que sea llevadera y avance. La Sala Segunda del Tribunal Supremo, la Fiscal¨ªa del Supremo, la Fiscal¨ªa Superior de Andaluc¨ªa y el Tribunal Superior de Justicia andaluz (TSJA). La Sala Civil y Penal de este ¨²ltimo ¨®rgano ha repetido en sus resoluciones del caso: ¡°Parece sumamente razonable y conveniente dividir la causa en diferentes piezas separadas, permitiendo el tratamiento separado de los aspectos que presenten suficiente autonom¨ªa¡±.
Todo apunta a que la divisi¨®n del caso desde la Audiencia de Sevilla se ratificar¨¢ en breve y durante la pr¨®xima primavera se celebrar¨¢n las primeras vistas orales de los expedientes de ayudas cuyas investigaciones est¨¢n ya casi finalizadas.
Un sumario mastod¨®ntico con 263 implicados
La cifra de imputados en el caso ERE se eleva a 263 personas y no deja de crecer. El paralelismo con el caso Malaya (95 procesados, 199 sesiones de juicio) se queda corto, y la celebraci¨®n de una sola vista ser¨ªa inmanejable para ciertos juristas. "?C¨®mo se celebra eso, en el estadio S¨¢nchez Pizju¨¢n? Hagas lo que hagas, las macrocausas generan problemas serios", plantean en la Audiencia. Este ¨®rgano solo dispondr¨¢ de tres Salas de lo Penal para juzgar los casos que lleguen, Salas que quedar¨¢n colapsadas ante tal aluvi¨®n. ¡°Habr¨¢ que atender tambi¨¦n los otros casos. Si entran los ERE no se les va a dar prioridad¡±, matiza Dami¨¢n ?lvarez, presidente de la Audiencia sevillana.
Al poner en la balanza la conveniencia de celebrar un solo juicio o 200, la fiscal¨ªa mira a un horizonte lejano. "Corres el riesgo de que se te vayan muriendo imputados, fiscales y jueces. Si celebr¨¢ramos un solo juicio, estar¨ªas escuchando gente dos a?os y no puedes almacenar tant¨ªsima informaci¨®n. El acusado tiene derecho a que el juez est¨¦ fresco", sostienen fuentes del ministerio p¨²blico.
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