Unas elecciones ahogadas
El ¨²nico partido que ha promovido estas elecciones como plebiscito no es un partido sino la suma de una alianza condenada a ganar
El ¨²nico partido que ha promovido estas elecciones como plebiscito no es un partido sino la suma de una alianza condenada a ganar, entre Converg¨¨ncia y ERC. Esa fusi¨®n de centroderecha y presunta izquierda buscaba explotar las sinergias parlamentarias que el sistema electoral propicia. Pero han sido los ¨²nicos en defenderlo as¨ª: no han conseguido ni el apoyo de las CUP independentistas, porque eso no cuadra de ning¨²n modo con el impulso regenerador de la democracia que las impulsa y las justifica. La metamorfosis oportunista de Mas es evidentemente una maniobra de viej¨ªsima escuela amamantada en la viej¨ªsima escuela cl¨¢sica.
La fuente de legitimidad democr¨¢tica para una decisi¨®n sobre la independencia requiere el acuerdo previo y expl¨ªcito en torno a las condiciones de la lectura del resultado, anterior a la convocatoria: alta participaci¨®n (sobrad¨ªsima en estas elecciones), porcentaje superior al 50% de s¨ªes y al menos neutralidad institucional, lo que desde luego no ha sido el caso. Las elecciones se han vuelto a comer la mitad de la legislatura sin causa grave ni leve para adelantarlas excepto una: adelantarse cuanto antes al probabil¨ªsimo cambio que traer¨¢n las elecciones generales de diciembre, que a su vez significar¨¢n el final del marco incomparable que ha fomentado el crecimiento del independentismo.
Pero en la circunscripci¨®n de Barcelona votan algo m¨¢s de cuatro millones de catalanes mientras que el resto de Catalu?a se reparte el mill¨®n largo restante hasta los 5,5. Sin embargo, Barcelona tiene 85 esca?os, algo m¨¢s de la mitad del Parlamento. Este dato simple invalida la menor tentaci¨®n de forzar la lectura plebiscitaria de unas elecciones al Parlamento, por muy rotundamente excepcionales que hayan sido. Le¨ªdas como un plebiscito, amputan el voto individual de cerca de la mitad de Catalu?a y defender eso es defender un plebiscito fraudulento o unas elecciones estranguladas.
Jordi Gracia es profesor y ensayista.
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