La anhelada vuelta a Sefarad
Entra en vigor la ley que facilita la nacionalidad espa?ola a los descendientes de los jud¨ªos expulsados en 1492
Desde hoy, los sefard¨ªes repartidos por los cinco continentes podr¨¢n iniciar los tr¨¢mites para ser espa?oles gracias a una ley que se aprob¨® en junio. De Argentina a Turqu¨ªa, ser¨¢n miles, probablemente decenas de miles, las personas que deseen "recuperar" la nacionalidad de sus ancestros, pero ser¨¢ sin duda en Israel donde el n¨²mero de solicitudes resulte m¨¢s significativo.
"No soy capaz de poner n¨²meros al inter¨¦s que ha suscitado esta ley, pero hay una gran expectativa. Recibimos llamadas todos los d¨ªas de personas pidiendo informaci¨®n y orientaci¨®n", explica Manuel Gonz¨¢lez, titular de la secci¨®n consular de la Embajada de Espa?a en Tel Aviv.
Los jud¨ªos expulsados de Espa?a en 1492 e instalados en el norte de ?frica, los Balcanes o el imperio Otomano conservaron su identidad a trav¨¦s de los siglos, gracias a las tradiciones, la cocina y, sobre todo, a la lengua, el ladino, un espa?ol del siglo XV influido con el tiempo por el griego, el turco o el franc¨¦s. Entre los sefard¨ªes late todav¨ªa hoy una gran nostalgia por Sefarad, por Espa?a, en hebreo.
Seg¨²n la ley aprobada el 11 de junio pasado, "la Espa?a de hoy quiere dar un paso firme para lograr el reencuentro" con las comunidades sefard¨ªes.
"Soy prudente y no me gusta decir que esta ley hace justicia. Digamos que mejora un poco la imagen de Espa?a y a?ade piezas en el mosaico del reencuentro entre los dos pueblos", explica Abraham Haim, presidente del Consejo de la Comunidad Sefard¨ª de Jerusal¨¦n.
"Error hist¨®rico"
En Israel, esta ley con la que Espa?a desea reparar "un error hist¨®rico" ha provocado reacciones encontradas debido a los abundantes requisitos que exige. Los solicitantes deber¨¢n probar su condici¨®n de sefard¨ªes con un certificado expedido por organizaciones autorizadas por Espa?a. Adem¨¢s, la ley, que tiene una vigencia de tres a?os, exige pasar una prueba de lengua espa?ola y otra de conocimiento de la realidad pol¨ªtica, social y cultural de Espa?a.
"La ley regula una situaci¨®n compleja y sin precedentes: estamos hablando de descendientes de personas que vivieron hace m¨¢s de 500 a?os. Conceder la nacionalidad es algo muy importante y el procedimiento debe estar impregnado de seriedad", explica Gonz¨¢lez.
Por otra parte, el proceso exige gastos importantes en tasas, traducciones y ex¨¢menes, adem¨¢s de un viaje a Espa?a para comparecer ante un notario. Haim calcula que cada solicitante deber¨¢ pagar en total unos 4.000 euros. "Hay que ser realistas: habr¨¢ gente que no podr¨¢ asumir este gasto", afirma.
La misma opini¨®n comparte Le¨®n Amiras, abogado argentino y fundador de la ONG Olei, que agrupa a los inmigrantes en Israel de Am¨¦rica Latina, Espa?a y Portugal. "Hay ancianos sefard¨ªes que quieren el pasaporte para llevarlo en el coraz¨®n y nunca lo usar¨¢n. Ellos quedar¨¢n probablemente fuera", apunta.
No obstante, el letrado se felicita porque los ¨²ltimos requisitos publicados en el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) del 30 septiembre "muestran una peque?a luz al final del t¨²nel" al agilizar ciertos tr¨¢mites como traducciones o certificados de origen.
Una cifra dif¨ªcil de calcular
Espa?a aprob¨® el pasado junio una ley que facilita y acelera la concesi¨®n de la nacionalidad a los sefard¨ªes, los descendientes de los jud¨ªos expulsados en 1492 de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, que en su di¨¢spora formaron comunidades en diversos pa¨ªses de Europa, el Mediterr¨¢neo Oriental y el Norte de ?frica.
A los solicitantes no se les exigir¨¢ que renuncien a su nacionalidad ni que residan en Espa?a. El n¨²mero de sefard¨ªes en el mundo es imposible de calcular. Algunas fuentes hablan de dos millones repartidos fundamentalmente por Israel, Francia, EE UU y Argentina. S¨®lo una parte cumplir¨¢ los requisitos de la ley, que incluyen entre otros un certificado de origen, conocimiento de la lengua espa?ola y de la cultura y realidad espa?olas.
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